Siempre es un placer volver a la finca de la familia Gallego, desgraciadamente por nuestras obligaciones profesionales no podemos acudir con la frecuencia que nos gustaría, pero en esta ocasión, hemos tenido la suerte de presenciar un tentadero de mucha categoría.

Además se han dado una serie de circunstancias que solo en el mundo del toro se pueden dar, en esta ocasión hubo un maridaje perfecto de clase, bravura, entrega, arte, buen toreo y afición.

Quizás ha sido una de las ocasiones que menos gente nos hemos encontrado en casa de esa gran familia, pero sin duda alguna, ha sido uno de los tentadores que desde que el que esto escribe han resultado de lo más positivo.

Titulábamos «Bravura, Aniversario y Clase». Y me explico. Se han tentado cuatro becerras de uno de los hierros de la casa «Toros de Ojailén» que han resultado extraordinarias y especialmente una muy brava tentada en tercer lugar por Oliva Soto que ha sido una de las vacas más bravas que el que escribe ha visto últimamente. Las segunda de mucha calidad embistiendo muchísimo en la muleta y que acudió al caballo en numerosas ocasiones y las otras dos, primera y cuarta, muy tolerables pero sin emplearse como las otras dos. De todas formas tentadero de categoría en casa de la familia Gallego el día de la Virgen del Rocio que poco a poco van cumpliendo sus retos y se encuentran con el buen camino.

En esta mañana primaveral, han tentado el maestro Oliva Soto que hoy 22 de mayo cumple su décimo aniversario de alternativa. El maestro de Camas ha estado en su linea, muy torero, con un pellizco especial y entendiendo las becerras a la perfección. Felicidades «Maestro» por esa década como matador de toros.

El otro matador de toros era «uno de los nuestros», el torero de Santa Cruz de Mudela Emilio Huertas. Huertas a pesar de que en estos principios de temporada no está toreando mucho, se le ve que no deja de entrenar y está muy fuerte y con la cabeza muy despejada. En la mañana de ayer consiguió series algo diferentes de lo que se ve actualmente y demostró que sigue con la misma ilusión de siempre. Estuvo variado con capote y muleta y con la mente fresca, esperemos que esta temporada pueda llevar a cabo todo el toreo que lleva dentro.

En la tapia y ayudando a las labores de tentadero estuvo Alberto Nicolás. Un novillero sin caballos que tiene muchísima afición y que la verdad estuvo a la altura del tentadero exigente. Debe tranquilizarse algo más y escuchar a los maestros que esos nunca le darán malos consejos. Sigue así Alberto y con tu trabajo y humildad podrás llegar a algo.

Y como dice el refrán… «Más vale una imagen a mil palabras»… os dejo con la galería fotográfica y serán ustedes los que juzguen como han estado los toreros y las vacas y quizás el fotografo que, humildemente ha hecho en tanta torería, intentar plasmar con la mayor sensibilidad lo ocurrido esta tarde en el Valle de Acudía.

Enhorabuena a la Familia Gallego y a los maestros Oliva Soto y Emilio Huertas.

Texto y fotos: © Manuel del Moral Manzanares