Sin duda que la presencia de las figuras conlleva el mayor de los atractivos en una tarde de toros para que el mas y el menos aficionado se den cita en taquilla y cubran los tendidos de cualquier coso taurino. A buen seguro que en Alcázar de San Juan veremos poco cemento vacío este domingo, pues la terna que se anuncia en el cartel es de máxima categoría.

Tres toreros de sobra conocidos, a los que el empresario Carlos Zúñiga ha conseguido juntar en lo que supone sin lugar a dudas una gran apuesta por Alcázar de San Juan, ya que el presupuesto del cartel se antoja muy elevado y el Ayuntamiento de la localidad solo apoya con la cesión del recinto taurino, en una muestra más de cicatería para con la tauromaquia desde un grupo socialista que ya gobierna en minoría tras la ruptura con sus socios de Equo (Podemos) e Izquierda Unida. Durante toda la temporada en la provincia no se ha dado un cartel tan rematado con tres figuras tan contrastadas, que en cualquier feria taurina sería eje principal del abono.

Un jovencísimo veterano como Julián López “El Juli” abrirá cartel y abrirá el melón de la competencia, porque este torero no pierde el hambre de mandar en el toreo sea cual sea el escenario. Le seguirá Miguel Ángel Perera, quien repite tras el gran triunfo del pasado año en esta plaza y el cual atraviesa un momento de rotundidad a tener en cuenta. El Perera de hoy no es el Perera de este tiempo reciente atrás, este torero ha vuelto a coger el sitio que le llevó a lo más alto. Cierra el cartel Alejandro Talavante, sinónimo de fantasía, de duende, de inspiración, que sin tener en el presente su momento más regular, sigue siendo capaz de levantar al aficionado en cualquier momento.

La corrida será de tres hierros diferentes, con los habituales en estos carteles de Daniel Ruiz y Torrealta de procedencia Domecq y con la agradable sorpresa del hierro procedencia Murube-Urquijo de Bohórquez, un toro que en la época dorada del toreo se rifaban las figuras por su calidad y clase en sus embestidas y que a día de hoy lamentablemente ha desaparecido de las corridas de a pie al lidiarse con gran éxito en las corridas de rejones.

Esperando que resuenen con fuerza las campanillas del triunfo de un gran cartel… ¡Qué Dios reparta suerte!