A las 21:00h. del día anterior al comienzo de una nueva feria taurina de la Virgen del Prado, comenzaba el tradicional acto del Pregón que organiza el Ateneo Taurino Manchego cada año, con una más que notable asistencia de público. En primer lugar intervino el concejal de cultura y asuntos taurinos José Luis Herrera, quien aprovechó la ocasión para dejar un discurso político digno del momento tan bajo que vive la clase política que gobierna nuestro Ciudad Real, empezando por el poco decoro en la vestimenta del edil para con el acto, y terminando por las manifestaciones que hizo el mismo sobre un “buen estado del coso capitalino” (surrealista) y una situación de riesgo, la vivida por la plaza de toros, en la cesión de el anterior equipo de gobierno (surrealista también), en definitiva un discurso político que además de no ceñirse a la realidad del momento, no vino a cuento, por duración y contenido del mismo.

A continuación D. Manuel Hervás Casado, presentó al pregonero de una manera sencilla y elocuente, que también tuvo una manifestación en desacuerdo con las palabras del concejal, siendo aplaudido por el respetable. Hervás puso fenomenal en suerte al toro que D. Eduardo tenía que lidiar y había correspondido en suerte en otra magnifica noche de verano agosteño, junto a la Basílica que da cobijo a la Morena del Prado.

El pregonero tomó la palabra, y saludó a las autoridades, y asistentes resaltando en dicho saluda, la presencia del Pandorgo de hogaño, así como la belleza de la Dulcinea, que componían la escena, junto al presidente del Ateneo Taurino. Tras un análisis en términos coloquiales de los carteles, dando su punto de vista sobre los diferentes espadas anunciados, se adentro Rodríguez en un pregón que tuvo mucho contenido, pero al quizá faltó algo de oratoria y exaltación a la hora de anunciar tal acontecimiento, como una Feria Taurina de la Virgen del Prado. Patrona a la que el pregonero proclamó durante su intervención un sentido fervor y un sentimiento muy arraigado.

En la parte más literaria del pregón D. Eduardo quiso retractar la dosis cultural que tiene y debe tener la tauromaquia, apoyándose en literatos como Lorca, al que citó en varios fragmentos. Hubo espacio para la ciencia que estudia los niveles de estrés a los que se somete el toro de lidia, y afirmó que en diferentes estudios contrastados se ha llegado a la conclusión de que el toro libera una cantidad de beta endorfinas que nos lleva a conclusiones como que el toro sufre mas por ejemplo en el transporte del camión, que durante la lidia ante el mismísimo torero.

La parte más personal y emotiva del pregón vino sobre el terreno de la medicina, ya que el pregonero ha ejercido como miembro del equipo de médico de la plaza de toros de Ciudad Real durante varias décadas, narrando momentos muy entrañables junto a D. Rafael Ruiz Ruiz, o D. Ricardo Chamorro, y explicando los duros momentos a los que estos se enfrentaban cuando sobrevenía el percance en enfermerías que no reunían la equipación necesaria para desempeñar su labor con total garantías. Como percances más destacados, recordó alguno sufrido por el diestro Aníbal Ruiz o la curiosa intervención que les tocó llevar a cabo, a un caballo de rejones de la cuadra de Andy Cartagena al que salvaron la vida tras una fuerte cornada.

Un pregón de un Doctor en Medicina, ciudadrealeño de pro y aficionado a los toros desde los cinco años que su padre le llevara a una plaza, y que ayer desde el atril del Museo López Villaseñor puso su vida y su sentimiento taurino para el comienzo de una Feria de la Virgen del Prado 2.016

Informa: Víctor Dorado Prado

Fotos: © M. del Moral