Hoy debuto en Cargando la Suerte desde mi localidad del tendido 7 de «Las Ventas».

Esta es mi crónica de la primera de San Isidro de 2022. 

Por Tomás Mata Menchero

Dos años después sonaron clarines y timbales dando inicio al «ciclo isidril 2.022». Se guardó un minuto de silencio antes de deshacer el paseillo por los abonados fallecidos por causa de la Covid-19.
A la arena venteña saltaron seis toros de Montalvo de presentación desigual, con más clasecita que fuerza y mentirosillos en su comportamiento pues el que parecía que sí luego era que no y el que parecía que no, luego daba opciones para el desarrollo muletero.
Dicho esto, los matadores actuantes, Daniel Luque, López Simón y Álvaro Lorenzo tuvieron ciertas posibilidades de lucimiento que, en pasajes aislados unos aprovecharon de mejor manera que otros. Luque tuvo pocas opciones con un primero al que le sobraba de clase lo que le faltó de fuerza y que derribó con estrépito a Juan de Dios Quinta en su primer encuentro con el montado, lo pasó por ambos pitones sin más y lo mató de una estocada entera algo desprendida. En su segundo que amenazó con intentar saltar barbeando las tablas y con claras intenciones de huir hacia los terrenos del 3 todo el tiempo, Luque demostró el gran momento de firmeza y poder que atraviesa consiguiendo sujetarlo en los medios donde realizó una más que meritoria faena sobre todo con la mano izquierda y ahí lo mató de una gran estocada que tumbó al toro que defendió su vida hasta caer rodado de una forma plena de belleza. Petición que desde mi ubicación parecía mayoritaria y que, lo que podría haber sido la concesión de la primera oreja de la Feria quizás protestada por aficionados del sector de mi localidad, quedó en una vuelta aclamada por todos sin excepción.
A López Simón lo he visto un tanto apático y un punto desconfiado. No llegó a acoplarse del todo con ninguno de sus oponentes toreando más para afuera que trayéndoselos más hacia él, unas veces porque los toros no siguieron los engaños y otras por abusar del pico o de colocación. Su lote tenía clase para algo más de lucimiento pero Alberto no acabó de verlo claro, los despachó de sendas estocadas un punto defectuosas por caiditas de colocación.
El toledano Álvaro Lorenzo pasaportó a su primero tras una faena que no tuvo la templanza de la que ha hecho gala en otras ocasiones. Entre que el toro soltaba la cara en los remates y los constantes enganchones de la muleta con desarme incluido, todo quedó en un «pa allá y pa acá», el caso que uno por otro la casa sin barrer. Estocada desprendida partiendo al hilo del pitón y a por el último.
Y llegó el sexto y un auténtico mitin en banderillas, tanto Curro Javier como Víctor Cañás necesitaron de siete pasadas para colocar tres palos y el Presidente D. Ignacio Sanjuan cambia el tercio contraviniendo el reglamento y en la primera plaza del mundo, vaya desastre. Al iniciar a faena por el pitón derecho, el toro lo volteo cayendo el torero de una forma feisima. Tras recuperarse de ciertos síntomas de mareo y herido en la cara interna del muslo derecho, Álvaro se echa la muleta a la izquierda y construye una meritoria labor, nos vuelve a enseñar al toro con la mano derecha pero el animal no es el mismo por ese pitón. Estocada tendida pero casi perfecta de colocación, toro a tierra, petición y oreja, la primera del ciclo.
Eso ha sido todo por hoy. Sin haber sido una gran corrida, tampoco ha sido mala. Seguro que vendrán peores. Mañana más.

Tomás Mata Menchero 

Aficionado y abonado del tendido 7

Fotos: © Las Ventas Plaza 1