El novillero daimieleño Carlos Aranda que actuó en la tarde de ayer en la localidad francesa de Parentis-en-Born a pesar de no cortar ningún trofeo estuvo a un gran nivel demostrando su proyección en alta.

Se lidió una «novillada» que en muchos pueblos de España se lidian corridas de toros más pequeñas, del hierro de Santa Teresa y Couto de Fornidos de exagerada presentación y de juego muy brusco y violento.

Juan Carlos Carballo (oreja en el único que mató)

Carlos Aranda (ovación en ambos)

Jesús Mejías (silencio en ambos)

Fotos: © J. Caparen