Tarde muy entretenida, llena de matices, con un rotundo Curro Díaz y un arrebatado Urdiales que protagonizaron momentos de alto contenido artístico con la torería por bandera. Román se fue a pie por el fallo con el acero ante el sexto.

Media hora antes del comienzo del festejo se llevó a cabo un homenaje a la memoria del torero Reina Rincón por el decimoquinto aniversario de su muerte por parte del Club Taurino de Almodóvar. En la coqueta sala del Museo Taurino que tiene la plaza se encuentra el traje de luces con el que tomara la alternativa el malogrado torero de la capital ciudarrealeña. Un sencillo pero muy emotivo acto en el que se hizo entrega de un ramo de flores a los pies de la vitrina donde reposa el vestido blanco y oro junto al que estuvieron José Reina, padre de Reina Rincón así como su nieto Oliver, quienes recibieron el cariño del presidente del Club Taurino Carmelo García, así como del alcalde de la localidad José Lozano expresando ambos su agradecimiento al padre del torero por ser capaz después de quince años de pisar ese museo. La emoción de todos los presentes recordó la figura de Reina Rincón así como al finalizar el paseíllo en un respetuoso minuto de silencio.

De la corrida me haría falta mucho más espacio para detallar la gran cantidad de matices que intentaré resumir sin que me suenen los avisos de ustedes, nuestros seguidores. Una tarde donde se han lidiado tres de Domínguez Camacho y tres de Soto de la Fuente, con buena presencia. Mejores hechuras tuvieron los de Soto de la Fuente (origen Juan Pedro) y menos agradables los de Domínguez Camacho (origen Marques de Domecq). Destacó el ritmo y la humillación del cuarto y fueron interesantes el resto por enrazados y bravucones que se movieron mucho en los tres tercios. Salvo el sexto, la corrida mantuvo un tono de interés importante donde era difícil que el aburrimiento atacara con guadaña al respetable.

Curro Díaz recibió al castaño que abrió plaza el cual tuvo seriedad y trapío de plaza importante. Su comportamiento presentó serias dificultades a las que Curro respondió con una baraja de soluciones en las que hubo que tragarle mucho. En los primeros tercios las embestidas descompuestas y en línea recta dificultaron la lidia a Jorge Fuentes. Bien de nuevo en banderillas, sobre todo en un segundo gran par de Oscar Castellanos al que obligaron a desmonterarse. La faena de Curro muy interesante, como toda la corrida, comenzando por abajo para fijar y someter una embestida que en la segunda tanda ya había mejorado, gracias a eso que llaman técnica, que para mí no es otra cosa que el oficio. Tras dos tandas a diestras se la echo a la mano izquierda donde había que limar las asperezas y aguantar los tornillazos. Por aquí aceptó la invitación de Curro a humillar y le sopló un natural de los que crujen a los animales. De nuevo la muleta a la derecha y la embestida ya era de Curro, de su torería, de su capacidad y de su gran oficio. Entendido por el de Linares a la perfección, no le quedó otra al castaño que embestir por donde el torero quiso consiguiendo buenos derechazos en el disfrute de una pelea ganada por el torero. La estocada casi entera al segundo intento en buen sitio lo hacía rodar. La segunda oreja con poquito peso a una buena labor de Curro.

En cuarto lugar sorteó el de Linares a un precioso toro de hechuras de Soto de la Fuente que salió embistiendo con el hocico por el albero donde Curro lo toreó sin buscar lucimiento en pro de una embestida que se adivinaba muy interesante. Tras un puyazo feo de colocación con el toro empujando de lado apareció el capote de Oscar Castellanos, tremendo, rotundo, templado, alargando y favoreciendo una embestida donde el toro rompió de verdad hacia delante, sobre todo en un lance por el pitón izquierdo que yo creo que todavía dura… La faena de Curro mantuvo un gran nivel de principio a fin, con el empaque que atesora el de Linares y la expresión corporal tan torera en todo momento. El comienzo barroco, sentido, profundo, con el mentón hundido en el pecho, con la figura siempre erguida para seguir en dos tandas por el derecho sensacionales y una al natural donde rompió los niveles de la profundidad, parando el tiempo, parando al toro, ralentizando la embestida con el ritmo que su inspiración le otorga al temple, verdaderamente el Curro Díaz que a todos pone de acuerdo. La estocada algo desprendida hacía rodar al buen toro de Soto de la Fuente al que Curro y toda la plaza aplaudieron en el arrastre antes de recoger las dos orejas en una gran tarde del torero jienense.

Diego Urdiales tampoco se quedó atrás demostrando gallardía y arrojo en una tarde donde tuvo un lote con un segundo toro en el que se pudo expresar por la vía del pellizco y la clase que atesora el riojano. El precioso recibo con el capote daría muestra de ello, flexionando la pierna de salida y rematando ya erguido con una gran media que tuvieron emoción. Tras el puyazo en buen sitio quitó Urdiales a la verónica abrochando una media que superó a la anterior levantando una gran ovación. La cuadrilla de Urdiales muy bien en este toro al completo, con el gran detalle del matador llamando la atención del toro a cuerpo limpio para colocarlo en el segundo par ahorrando el capotazo del lidiador. En la muleta tras brindar al público comenzó toreando a dos manos en un bello inicio para sacárselo a los medios donde el toro se sintió podido yendo a menos. Cabe destacar los preciosos silencios de la plaza de Almodóvar por momentos hoy, detalle que indica la presencia de buenos aficionados. La espada en la yema de buenísima ejecución ya solo merecía la oreja otorgada.

Ante el quinto mostró Diego una versión más enrazada ante un serio y cuajado toro que tuvo genio y fue muy exigente. En los primeros tercios intentaron el matador y su cuadrilla de atemperar la brusquedad del de Domínguez Camacho al que Urdiales iba a torear por chicuelinas en un quite vibrante que levanto a los aficionados rematando con dos superiores medias a la cadera saliendo de la cara con una mucha gallardía. En la franela mantuvieron un pulso toro y torero en busca del acople, conseguido por momentos. El desorden en la embestida era consentida por un Urdiales que se puso en el sitio para intentar torear bajando la mano, con varios momentos comprometidos para el riojano. En el epilogo una voz del tendido recriminando algo al torero calentó a Urdiales cuando ya se iba a por la espada, volviendo a la cara del toro por naturales arrebatados que a la postre fueron los mejores y más conseguidos del trasteo haciendo humillar al toro para después desplantarse mirando hacia la zona de donde salió la discrepancia y provocando una tremenda ovación. La estocada arriba en terrenos de toriles le haría recibir el doble trofeo.

El valenciano Román que sustituyó al lesionado David de Miranda le tocó bailar con la más fea, ya que su lote a parte de no ser fácil, resultó el más deslucido de la tarde. Con su primero consiguió por momentos encontrar las distancias y llevarlo largo por ambos pitones sin terminar de resultar una faena limpia por los enganchones que agriaban el trazo del de Soto de la Fuente que hizo tercero. Cuando exprimió el fuelle y quiso tocar las cercanías se había acabado. Espadazo al segundo intento y oreja. Ante el que cerró plaza poco pudo hacer Román sino estar voluntarioso. Toro que anduvo detrás de la mata sin intenciones de embestir por derecho, llegando a quedarse corto y por debajo en cuanto veía huecos además de apretar hacia los adentros. La voluntad de Román que dio la cara en todo momento habría conseguido arrancar el trofeo que le diera la puerta grande junto a sus compañeros, pero el reiterado fallo con el acero y lo complicado que se puso el toro se lo impedirían.

Una tarde que nos deja un gran sabor de boca por el gran contenido de detalles y valor artístico en dos grandes toreros como son Curro Díaz y Diego Urdiales así como la disposición de Román y la calidad de los toreros de plata donde hoy destacó uno de los nuestros, Oscar Castellanos. Por supuesto el interés que suscita que un toro se mueva, embista bien, mal o regular, pero que aquello se mueva con raza y los toreros necesiten tirar de oficio, técnica y valor para ganar la batalla con el espectáculo y entretenimiento que ello genera en el que se siente en el tendido, paga una entrada y sobre todo mantiene vivo el espectáculo.

Plaza de Toros de Almodóvar del Campo. Un tercio de entrada. Tarde agradable con brisa fresquita.
Toros de Domínguez Camacho (1º, 5º y 6º) desiguales de hechuras pero serios y con presencia, complicados y con genio primero y quinto y deslucido el sexto. Y tres de Soto de la Fuente, (2º, 3º y 4º) bajos y rematados con buenas hechuras destacando el bravo cuarto y los manejables segundo y cuarto.
Curro Díaz, de purísima y oro: Dos orejas y dos orejas
Diego Urdiales, de verde oliva y oro: Oreja y dos orejas
Román, de cereza y oro: Oreja y palmas.
Oscar Castellanos se desmonteró tras parear al primero.
Curro y Urdiales salieron a hombros por la puerta grande.

Crónica: Víctor Dorado Prado

Galeria fotográfica : @ Francisco Moreno