Vuelta al ruedo de José Garrido en una tarde donde la terna está muy por encima de la corrida de Valdefresno. 

Tarde muy desapacible y desagradable para los toreros que se estrellaron con más o menos acierto y voluntad contra una mansada infame de Valdefresno.

Corrida bien presentada de hechuras a excepción del corrido en segundo lugar, el feo de la corrida, contrastando con el sexto que era una auténtica lámina de belleza. Mansa de libro, descastada total, sin formalidad, sin entrega, sin clase, sin gastar ni un ápice de fuerzas, con peligro y huidizos ha sido todo lo que ha ofrecido esta tarde la ganadería salmantina de Valdefresno, eso sí, armados hasta decir basta.

De entrada nos pareció impresentable para una plaza como la de Madrid que en el cartelón se anunciaron hierro y divisa de Valdefresno, primero y sexto, salieran marcados con el hierro de Fraile Mazas y divisa de los otros cuatro. Que si, que es de los mismos propietarios y con el mismo encaste de procedencia Atanasio y Lisardo pero las ganaderías van por separado y con hierro y divisas diferentes y eso en Madrid no debe pasar pues no deja de ser un engaño a la afición.

De los toreros hay que decir que estuvieron toda la tarde condicionados por el viento y así es muy difícil manejar los trastos e igual de problemático conducir las embestidas con limpieza.

Daniel Luque ha estado fenomenal, atraviesa un momento extraordinario. Aguantó estoicamente los cabezazos y derrotes de su primer toro en cada muletazo que intentó, quizás bajando la mano… pero el viento tampoco lo permitió.
En el cuarto vimos a un Luque muy firme y poderoso pisando terrenos de los que queman. A base de exposición sacó adelante una faena muy meritoria metiéndose entre los pitones sujetando de forma maestra al animal que quería huir de la pelea y se ganó el reconocimiento y respeto de toda la afición venteña. Buena estocada entera que hizo que Luque saludara una gran ovación una vez arrastrado el toro.

José Garrido llegó a su única cita en Madrid con la disposición y las ganas de que la tarde no pasara en blanco y así lo demostró con el tercer toro de la tarde al que sacó alguna buena serie muy cerrado en tablas refugiándose del viento a un toro que se guardaba todo. Cobra una estocada y el toro al sentir el hierro busca con saña a su matador cruzando ambos diametralmente el anillo en un desafío de velocidad que afortunadamente ganó el extremeño. Ovación y vuelta al ruedo tras petición para Garrido.
El quinto no dio opción alguna al matador que tras mostrarse muy seguro y enseñar la imposibilidad de lucimiento, se lo quitó de encima con brevedad con el beneplácito de quienes en dos tercios del aforo asistimos al festejo. Bien José Garrido esta tarde en Madrid.

Confirmaba alternativa el torero portugués Juanito. Voluntarioso en el que abrió plaza, nunca pudo estar por encima del complicado astado que le correspondió en suerte, algún muletazo suelto alargando la faena en demasía y consiguiendo matarlo tras pinchazos previos a la estocada. El sexto si que dejó un tanto al descubierto la bisoñez del torero, lo intentó, lo intentó pero no fue posible. Se atascó con los aceros y escuchó dos avisos. Mucho por aprender, al menos hoy ha pasado totalmente inédito.

Eso es todo. Mañana más y mejor.

Tomás Mata Menchero

Aficionado y abonado del tendido 7

Fotos: © Las Ventas Plaza 1