El novillero de Guadalajara desorejó al excelente quinto de “Los Chospes”, Uceda Vargas dio una vuelta al ruedo del sexto y el daimieleño Carlos Aranda mostró oficio, pero sin brillantez. Buena novillada en líneas generales de la ganadería albaceteña.
Se inauguraba la temporada taurina en Las Ventas, la que será también la última de Plaza 1 a no ser que esta empresa se presente al nuevo concurso y sea de nuevo la adjudicataria, con una novillada donde se acartelaban los novilleros Víctor Hernández y Uceda Vargas que se presentaban en Madrid y el daimieleño Carlos Aranda que entró a última hora en sustitución de Borja Collado que se ha vuelto a resentir de una vieja lesión en un hombro por un percance en el campo.
Y volvíamos a Madrid con todas las ilusiones puestas en nuestro paisano Carlos Aranda que tan buenas sensaciones nos dejó la temporada pasada y dejó en Las Ventas en sus anteriores comparecencias. Pero la verdad es que salimos de la plaza con un sabor agridulce. Por una parte vimos el triunfo de un chaval castellano manchego, de Guadalajara, que consiguió desorejar al quinto de la tarde y por otro lado vimos una actuación de Carlos Aranda que nos supo a poco y del que se esperaba más.
En esta tribuna, no somos dudosos de estar al lado de “los nuestros” y apoyarlos siempre, pero debemos ser sinceros, porque de lo contrario estaríamos engañándonos a nosotros mismos, a nuestros lectores y al propio torero, en este caso Carlos Aranda.
Hoy en Madrid, Carlos ha estado ausente en algunos momentos, apático y lo que es peor, sin ambición. Al de Daimiel se le presentaba una oportunidad muy buena para demostrar que se habían equivocado los responsables de haberle dejado fuera de los primeros carteles de Madrid y de la feria de San Isidro y esta oportunidad hoy Carlos no la ha aprovechado.
Hoy es un día para reflexionar, hoy Carlos debe sacar lo positivo de esta tarde, porque siempre hay que buscar el lado positivo de las cosas, porque sin estar mal, que no lo ha estado, le ha faltado ambición bajo nuestra opinión y a estas alturas, creemos que el daimieleño eso no se lo puede permitir.
En su primero con el capote no lo vio, bueno ni en su primero ni en el cuarto, vamos, ni un lance, apenas una media en su segundo, contrasta mucho con el quite por tafalleras que Víctor Hernández le recetó al primero de la tarde, dejando claras las intenciones del de Guadalajara. Con la muleta Aranda realizó una faena buena en técnica, pero sin pasar esa raya que se necesita para triunfar en Madrid. No terminó de tirar la moneda al aire para que llegase ese triunfo tan necesario. Carlos demostró oficio pero no ambición. Quizá esa faena en otro sitio le valiera para cortar algún trofeo, pero Madrid necesita otra cosa, Madrid quiere ver a los novilleros con disposición, con un poco más de todo. Mató de estocada algo desprendida y escuchó palmas después de un aviso.
En el quinto, quizás el novillo más deslucido de la tarde, Carlos volvió a quedar inédito con el capote y de nuevo Víctor Hernández levantó al respetable quitando por tafalleras y gaoneras en el centro del anillo. Con la muleta Carlos se le notó más seguro pero el novillo, el más deslucido de la tarde, siempre con la cara por arriba no daba para más. De nuevo mató de estocada entera y descabello, escuchó silencio.
Resumiendo la actuación de Carlos Aranda de hoy en Las Ventas, sin estar mal, le faltó actitud en algunos momentos, decisión y sobre todo ambición. Es un día como anteriormente hemos dicho para reflexionar y para poner remedio. Esto no ha hecho nada más que empezar, queda mucha temporada por delante y muchos retos por conquistar. Quizás la premura con la que se le avisó de la sustitución no le ha permitido asimilar lo importante que era la tarde de hoy, en fin, no hay excusas, hoy no ha sido el día, esperemos que no le afecte en lo mental y vuelva al nivel con el que terminó la temporada pasada.
Sentimos de corazón ser duros con Carlos, porque le tenemos mucho aprecio y le deseamos todo lo mejor, pero también consideramos que debemos exigirle y no engañarlo. De todas formas, también hay que decir que la tarde de hoy no le resta cartel al torero de Daimiel, la afición de Ciudad Real debe seguir apoyando a Carlos y tenemos muchas esperanzas puestas en su carrera. Todo esto la solución la tiene el, con su espada y su muleta, pero sin duda, hoy es una tarde para reflexionar. Como anécdota comentar que en los programas de mano de la novillada, el matador de toros Aníbal Ruiz figuraba como apoderado de Carlos Aranda. Si al final ese acuerdo se hace oficial, nos alegraremos mucho por ambas partes, pues Aníbal le puede aportar muchas cosas positivas a Carlos. Veremos a ver que pasa.
Se presentaba en Las Ventas el novillero formado en la Escuela Taurina de Guadalajara, Víctor Hernández y la verdad es que desde el primer momento en el que intervino ya en el quite al primero de la tarde, dejó claro a lo que venía. Unas verónicas ceñidas y con mucho gusto y empaque a su primero después de recibirlo en el tercio con un farol de rodillas, pusieron la plaza a revienta calderas.
Con la muleta realizó una faena con mucha verdad, aguantando los parones y las tarascadas que el animal a veces soltaba, toda ella basada en la mano derecha, por el izquierdo no tenía un pase. Perdió la oreja por el mal uso de los aceros.
En el quinto, el mejor novillo de Los Chospes esta tarde, Hernández volvió a dejar algunas bellas verónicas de recibo. Muy vibrante fue el comienzo de faena en los medios, dejando llegar al novillo de largo, con unos pases cambiados por la espalda que pusieron la plaza boca abajo. Después llego el toreo relajado de mano baja y trazos largos donde se vio a un novillero cuajado al que se le presenta una ilusionante temporada. El final de faena fue soberbio, con unos ayudados por bajo flexionando la pierna contraria y acompañando al novillo hasta el final. Se tiró a matar de verdad aunque la espada quedó tendida y algo suelta y el novillo no tardó en caer. Dos orejas por una petición mayoritaria, no exenta de la típica polémica por la concesión del segundo trofeo, para unos merecida, para otros, el sector más crítico de la plaza, desmesurada, pero que lanza con mucha fuerza a un novillero nacido en Los Santos de la Humosa (Madrid) y hecho en la Escuela Taurina de Guadalajara y al que le espera una temporada más que esperanzadora. Muy importante la tarde de Víctor Hernández hoy en Las Ventas, que le sirvió para ser el primer torero en abrir la Puerta Grande de las Ventas esta temporada.
Cerraba la terna el sevillano Uceda Vargas al que ayuda Manuel Escribano. También se presentaba en esta plaza. Se le notó que era el menos placeado de los tres actuantes. Con más voluntad que oficio, le queda trabajo al bueno de Escribano al que le brindó el novillo, con este torero. Maneja bien el capote y destacó en su forma de llevar los novillos al caballo por chicuelinas al paso. En su primero se aburrió pronto al igual que su novillo. Con el cierraplaza, un autentico toraco, se le vio más tranquilo y entonado, logrando tandas de lucimiento con la mano derecha. Mató de estocada y se le pidió la oreja que el palco no concedió, quedándose el premio en una vuelta al ruedo que premió la voluntad y la actitud del joven torero sevillano.
Ficha del festejo
Plaza de Toros de Las Ventas.
Novillada con picadores que servía como inauguración de la temporada en Madrid. Un tercio de aforo (5.768 personas). Se han lidiado novillos de la ganadería albaceteña de “Los Chospes”, bien presentados de buen juego excepto el deslucido cuarto. Más exigentes segundo y tercero, destacando el bravo quinto y de buen juego el sexto.
Carlos Aranda (grana y oro) Palmas tras aviso y silencio.
Víctor Hernández (lila y oro) Ovación y dos orejas.
Uceda Vargas (verde botella y oro) silencio tras aviso y vuelta al ruedo.
Destacaron tanto en la brega como con los palos los subalternos Marcos Prieto de la cuadrilla de Víctor Hernández y Rafael Vitti de la cuadrilla de Carlos Aranda, que se desmonteraron.
Víctor Hernández Salió a hombros por la Puerta Grande.
Crónica y galería fotográfica: ©Manuel del Moral Manzanares
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