Ante seis de “Virgen María” a los que le faltaron finales y contenido, los sevillanos “El Cid” y Daniel Luque, así como el granadino “Fandi” divirtieron al respetable cortando ocho orejas a una corrida que mostró de nuevo la solidaridad taurina en pro de los más necesitados.
Al término del paseíllo la terna recibió un detalle en agradecimiento del pueblo de Tomelloso así como de las asociaciones beneficiarias de la recaudación obtenida en taquilla por la más de media entrada registrada en el coso de la calle Don Víctor.
El torero de Salteras, Manuel Jesús “El Cid” tuvo en su primero del lote un animal simplemente colaborador, al que se le dio una lidia deficiente, con el derribo a la montura de “Espartaco” y sin mucho acierto por parte de la buena cuadrilla del sevillano. En la muleta el trasteo tuvo momentos buenos por el lado derecho, sin llegar del todo a acoplarse por el pitón por donde El Cid borda el toreo, que es con la izquierda. Estocada desprendida que le vale la oreja, como así le valió en el segundo de su lote al que enjaretó en la muleta con eficacia y oficio de resolver la papeleta cuando aquello no transmite y allí no hay materia de embestir. El saludo capotero a este cuarto con la merienda en boca de Tomelloso fue lo más artístico de su labor, a la verónica con gusto y rematando por tres veces en la media, flexionando la pierna que carga la suerte.
Fandila es un torero al que los públicos quieren y vuelcan todo su cariño en sus actuaciones ya que divierte, entretiene y gusta al que paga la entrada y acude a los toros, que a la postre es quien mantiene vivo el espectáculo y que a veces es bueno recordar, de ahí el merito del granadino en su decimoséptima temporada ya como matador de toros. Hoy salvó las dificultades de su primero, que era tardo, reservón y en todo momento anduvo como se dice en el argot taurino “detrás de la mata”, dificultando el tercio de banderillas, donde el granadino es especialista. El trasteo de muleta contuvo en ambos toros el repertorio de David, que fiel a su tauromaquia consiguió un nuevo triunfo. Al quinto le sopló dos largas cambiadas para después torearlo a la verónica, en el lance que Fandi consigue con mayor brillantez de todos cuanto ejecuta, porque maneja con gran facilidad el percal, rematando en este caso con una media de rodillas en los medios. Aquí los aficionados piensan: ¿y si rematara erguido y puro también estos momentos tan artísticos? –quizá dejaría de ser El Fandi, y la personalidad de cada uno es su seña de identidad. En banderillas formó un alboroto en el graderío y con el toro ya sin fondo en el último tercio lo exprimió a base de alardes y desplantes en las cercanías que tras el espadazo casi entero le valían para cortar dos apéndices.
De un rosa pálido, muy torero como siempre, hacía su presentación en esta plaza Daniel Luque, que se las vio en tercer lugar con el toro de Virgen María de más nota del encierro, por un comportamiento más completo, cumpliendo en los tres tercios y llegando con más vida que sus hermanos a la franela del de Gerena. Con el capote si decíamos que Fandi anda bien, Luque no se queda atrás y es de los toreros del escalafón que se puede ver torear de verdad con el capote, marcando los tiempos y templando los toros a la verónica con un empaque soberbio como hizo de salida con este primero de su lote. Por chicuelo quitó después del buen puyazo del varilarguero. Brindó a Tomelloso una faena con pasajes muy interesantes. Muleta cadenciosa la de Luque que tiene un embroque precioso, un toque muy sutil en ambas manos y unos finales de muletazos bellísimos de expresión. Parece que estuviera diciendo al Fandi que su capote funciona, como también a su paisano El Cid, que la zurda también la sabe emplear como mandan los cánones. Con la espada a pesar de algún pinchazo en la yema, atraviesa muy buen momento. Otra tauromaquia diferente a la de su compañero que le antecedió y que Tomelloso supo también ver y valorar, premiando sendos trasteos con un total de tres orejas. En el que cerró plaza de nuevo, calidad a la verónica y torería relajada de Luque, que comenzó su faena por alto, pies juntos y muleta favoreciendo los inicios de una embestida que fue muy a menos del Virgen María, al que le puso voluntad y valor entre los pitones para arrancarle la oreja.
Tomelloso demostró que a pesar de la presencia de las cámaras de CMM y las nubes cárdenas amenazantes de tormenta, mantiene viva la afición a los toros, y que hoy por una bonita causa volvió a celebrar su quinta y ya tradicional corrida de romería en honor a la Virgen de las Viñas.

Plaza de toros de Tomelloso. Más de media plaza en los tendidos. Tarde de bochorno mezclado de nubes negras que llegaron a dejar alguna tanda de gruesas gotas sin llegar a descargar.
Se lidiaron seis toros de Virgen María, bien presentados, a los que les faltó raza y fondo en los últimos tercios, destacando el buen tercero.
El Cid (Azul marino y oro): Oreja y oreja
El Fandi (Azul rey y oro): Oreja y dos orejas
Daniel Luque (Rosa y oro): Dos orejas y oreja.
La terna salió a hombros de la plaza por la puerta grande.

Crónica: Víctor Dorado Prado

Galería fotográfica: © M. del Moral

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