Daimiel, pueblo de excelentes aficionados, en el que se tenia a gala otros tiempos la importancia del ganado que en su coso se lidiaba, ayer volvió a demostrar esa personalidad con un encierro de Valdefresno que muy bien podría haber pasado sin dificultades los reconocimientos en cualquier plaza de primera. No en vano, cuatro de los seis toros fueron ovacionados a su salida de chiqueros. La pena es que todo quedó en eso…mucho ruido y pocas nueces, pues a pesar de esas impresionantes defensas no dieron muchas facilidades a los toreros, aunque se dejaron torear.

Salió el primero de la tarde con el trapío que ya hemos señalado entre la ovación del respetable, lo toreó Eugenio de Mora con el capote intentando sacarlo hacia fuera, rematando con una buena media. Recibió un puyazo con fijeza pero sin apretar en demasía. Ya en banderillas mostró una acentuada querencia a tablas, apretando a los subalternos.

Cogió los trastos Eugenio de Mora intentando llevarlo por ambos pitones, pero el toro se defendía soltando la cara y haciendo muy complicado el lucimiento. Mató de 4 pinchazos y 2 descabellos, pitándose al toro en el arrastre, silenciándose su labor.

En el cuarto otro toro negro más acapachado de cuerna, pero también muy bien presentado, intentó torearlo de capote pero el toro no se empleó. Empujó con fijeza en el caballo tomando una sola vara de la que salió dando claras muestras de sus muy pocas fuerzas. Tras derrumbarse el toro en varias ocasiones opto Eugenio por hacerle una faena de enfermero, que no llegó a los tendidos. Mató de estocada un puntito delantera y cuatro descabellos, silenciándose su labor.

Tuvo Eugenio de Mora que matar el sexto que le correspondía a Luís Miguel Vázquez. También negro como sus hermanos y acapachado de cuerna. Salió Eugenio enrazado y con ganas de agradar, recetando un manojo de buenas verónicas. El toro cumplió en varas sin entregarse recibiendo un solo puyazo. Se lucieron en banderillas los subalternos cosechando una fuerte ovación.

Ya solos en la plaza toro y torero, se lo sacó por bajo Eugenio de Mora al tercio con mucho sabor y torería. Enseguida se echó la muleta a la izquierda por la que instrumentó una gran tanda de naturales. Cambió de mano el torero y la faena subió en emoción y transmisión. Muy cruzado y valiente cuajó otras dos tandas muy ligadas rematadas por el de pecho en la que un enrabietado Eugenio de Mora hizo romper los olés con rotundidad. No tuvo la tarde Eugenio con los aceros y mató de pinchazo, estocada delantera y un tanto atravesada y 2 descabellos. Al término del festejo abandonó el coso daimieleño muy enfadado, lógico después de haber perdido un importante triunfo por su fallo a espadas toda la tarde.

No llegó en buenas facultades físicas Luís Miguel Vázquez para enfrentarse a esta corrida, no en vano presentaba una importante lesión en las costillas, pero son pocas las oportunidades que el que diestro daimieleño tiene para vestirse de luces, y visiblemente mermado, salió a recibir al segundo de la tarde, un toro negro con muchas plaza y leña para un invierno. Salió avanto y costó recogerlo con el capote en el que no se entregó. Recibió dos fuertes puyazos, el segundo recetado por el picador que hacía puerta, pues ya mostraba el toro muchas ganas de irse por donde había venido. Condición que puede ser causada, pues así lo hicieron casi todos sus hermanos en algún momento de la lidia, por el desencajonamiento del día anterior. En banderillas destacar el segundo par de Miguel Ángel Ramírez.

Cogió la muleta Luismi intentando alargar la envestida tarda del de Valdefresno por ambos pitones dándole dos tandas por el pitón derecho en la que el toro no se emplea. Poco a poco el toro fue mostrando su querencia a chiqueros y allí fue donde Luismi visiblemente mermado y congestionado montó la espada. Pinchó y a la salida fue cogido sin consecuencias aparentes, aunque con la lesión que presentaba el torero, la cosa se complicó aun más. Pasó un quinario Luismi para matar al toro ya en la querencia que había marcado el astado, lo cual hizo después de dos pinchazos y tres descabellos. Al arrastre se ovacionó su disposición pasando a la enfermería, de la que fue trasladado como hemos dicho al Hospital Gral de Ciudad Real.

Lo más lucido de la tarde vino de la mano de Jesús Martínez Barrios “Morenito de Aranda”. En su primero, otro torazo ovacionado a su salida, Saludó Morenito con unas vibrantes verónicas ovacionadas por el respetable. El toro recibió un puyazo que tomó con fijeza metiendo la cara abajo del peto. Quitó por delantales con mucho sabor y una preciosa media. Es de destacar la muy buena lidia que hizo Juan Manuel Hdez, siempre enseñando al toro y sacándolo hacia los medios.

Brindó al público Morenito de Aranda, comenzando su labor por el pitón derecho logrando llegar a los tendidos. Se cambió de mano pero por ahí el toro no se emplea de la misma manera. Volvió a la mano derecha para instrumentar otras dos buenas series de mucho poder y mano baja muy jaleadas desde los tendidos. Mató de estocada desprendida rodando el toro sin puntilla. Se le pidieron con fuerza las dos orejas, concediendo el ussía un solo apéndice, quizás por el defecto de la espada, enfadando este hecho al diestro burgalés.

En su segundo, otro toro muy bien presentado, negro como sus hermanos, salió avanto y nos privó del toreo de capa de Morenito. Se dejó pegar en el caballo, saliendo de naja hacia chiqueros. No fue fácil banderillearlo. Ya con la muleta demostró el buen momento que atraviesa Morenito de Aranda, viendo toro en todas las plazas.

Comenzó su faena sacándose a los medios al toro con mucho mando y sabor. Instrumentó una primera serie por el derecho muy ligada, aunque el toro a la salida de cada pase quería rajarse, cosa que no consintió el torero a base de apretarle mucho. Por el pitón izquierdo no es claro el toro y vuelve el torero a la mano derecha, finalizando la faena con unos airosos ayudados a favor de querencia. Mató de estocada atravesada y delantera y descabello cortando una oreja.

Esta fue la tarde de toros en Daimiel, con el aspecto positivo de la presentación de los toros, sin lugar a dudas de plaza de primera categoría, y como negativo la falta de público en los tendidos y el percance de Luís Miguel Vázquez al que deseamos una pronta recuperación.

Crónica: Juan Luís Huertas Díaz.

Galería fotográfica: Magdaleno León.

FICHA DEL FESTEJO

Toros De Valdefresno, muy bien presentados con mucha cara y en la línea de la casa. 1º complicado 2º, 3º, 5º y 6º manejables pero faltos de casta y el 4º muy flojo. Todos con un puntito de mansos.

Eugenio de Mora: De Nazareno y oro. Silencio, silencio y ovación en el 6º que mató por Luís Miguel Vázquez. Aviso.

Luís Miguel Vázquez: De vainilla y azabache. Palmas. Tuvo que pasar a la enfermería al ser cogido al entrar a matar su primero. No pudo salir a matar el sexto y fue trasladado al centro hospitalario con un fuerte traumatismo en el pecho.

Morenito de Aranda: De fucsia y oro. Oreja con fuerte petición de la segunda y oreja.

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