Triunfal tarde y emocionante final para el IX Certamen Promesas de Nuestra Tierra en Bargas (Toledo), dónde Israel Aparicio cortó una oreja; Daniel Moset, tres; Alejandro González, cuatro y Pedro Rufo, se fue de vacío.
Novillada de Piedraescrita, bien presentada y de excelente juego a excepción de el cuarto. El tercero, herrado con el número 31 de nombre ”Naranjero” fue premiado con la vuelta al ruedo tras fuerte petición de indulto.
Israel Aparicio, se mostró templado y sereno al inicio de su faena, recetando a su novillo verónicas de buena ejecución que replicó Daniel Moset en su quite con vistosas chicuelinas y una larga.
Recibió, Israel, al primero de la tarde de muleta con estatuarios y naturales de mano baja.
El novillo de gran nobleza y humillación, embestía sin descanso arrastrando el hocico por el albero. No le afectó el desastroso tercio de banderillas que ejecutó la cuadrilla del torero de Ciudad Real.
Finalizó su actuación con ayudados por alto y un trincherazo excelente.
Lástima del fallo a espadas, un pinchazo feo y estocada caída, a pesar de lo cual su buen toreo le valió una oreja.
Daniel Moset, saludó a la verónica y Alejandro González hizo su quite con tres verónicas y una media jaleada por el público. Moset, quiso replicar por navarras; a la salida de una de ellas el toro le puso la zancadilla y Daniel cayó en la cara del animal (que lo pisoteó, le destrozó la chaquetilla y lo dejó aturdido).
A pesar de la paliza, el torero salió enrabietado a por el de Piedraescrita, al que doblegó con unos naturales rodilla flexionada, que caldearon los tendidos.
Torero muy firme que supo reponerse del susto ante un novillo con mucha fijeza que tenía transmisión y fue mas encastado que el anterior. Llevó al novillo con la muleta siempre en la cara y la faena tuvo emoción.
El final se vio un tanto ensombrecido por culpa del bajonazo que le propinó al novillo. Aún así, los muchos partidarios del torero de Guadalajara pidieron con fuerza la oreja que el presidente le concedió.
Como curiosidad, decir que los aficionados le pidieron la oreja al estilo futbolero, con trompetas y silbatos; muy poco taurino el asunto.
Alejandro González, verónicas a cámara lenta saludaron al tercero de la tarde con el número 31 en el costado y de nombre “Naranjero”, gran novillo.
Salió Pedro Rufo a realizar su quite y firmó una chicuelinas ceñidas al cuerpo, que terminaron de enseñar la gran condición del utrero.
Alejandro González no tuvo dudas y le presentó la muleta en el hocico y ya nunca se la quitó de la cara. Naranjero no se cansó de embestir, solo veía muleta. Muletazos de bella factura templados y rematados con pases de pecho hasta la hombrera.
Al natural, el novillo aún metía más la cara y Alejandro no le permitió ni un respiro.
Con cualquier otro novillero menos experimentado no habríamos visto la gran clase del de Piedraescrita.
Al novillo se le pidió el indulto con mucho entusiasmo y el torero de Albacete intentó ayudar al indulto alargando la faena para convencer al presidente, que cumpliendo el reglamento, denegó la petición.
Al final, estoconazo hasta la bola y dos orejas para el manchego.
Pedro Rufo, salió a revientacalderas. Sus compañeros ya habían tocado pelo y él no quería dejarse ganar la pelea. Se fue a la puerta de chiqueros para recibir al cuarto a portagayola y siguió con tres verónicas que el morlaco aceptó de mala gana.
Rufo no tuvo suerte, el novillo tenía mucho genio y una embestida rebrincada y protestona, echando siempre la cara arriba. El de Talavera intentó dominar la situación, pero no resultó fácil, el novillo tenía dificultades que pudo resolver llevando al toro a su terreno.
Torero muy asentado con las cosas muy claras. Una lástima que no esté fino con la espada; tres pinchazos muy feos, una estocada perpendicular que el toro escupió y una casi entera y rinconera impidieron que cortara una oreja.
Cuando terminó la lidia de los cuatro novillos, el jurado del certamen informó de que los novilleros finalistas torearían el quinto y el sexto.
Los finalistas fueron: Daniel Moset y Alejandro González.
Moset, se olvidó del palizón recibido por el segundo de la tarde y saludó al quinto con verónicas a pierna flexionada que volvieron a deleitar a los presentes. Alejandro González quiso hacer su quite, pero no tuvo acierto porque el novillo salía suelto en cada embroque.
El de Guadalajara brindó el novillo a su mozo de espadas. Esta vez, el animal resultó mansurrón sin fijeza con la cabeza por las nubes y rajado. El torero tuvo que ir tras él constantemente y todo resultaba deslucido; aún así, cuando logró centrarlo y llevarlo tapadito, el novillo metía bien la cara. Daniel pudo ligar alguna buena serie y tras, esta vez sí, una buena estocada le cortó las dos orejas .
González, fue el otro finalista elegido y esta vez le tocó en suerte el novillo más grande de la tarde; a pesar de que salía suelto, le pudo pegar tres buenas verónicas. Entonces, salió Daniel Moset a realizar su quite y le regaló al público una chicuelinas y una media extraordinarias.
Alejandro le brindó el novillo al ganadero como homenaje al tercer toro de la tarde que le tocó en suerte “Naranjero”, al que se le pidió el indulto. Este novillero está cuajado y poco debe tardar en subir un peldaño más.
Conoce los terrenos del toro y tiene un temple que asombra en un novillero. Supo darle la distancia al toro, lo dejó respirar y ese fue el secreto de la faena que mantuvo al toro siempre pendiente de la muleta.
Faena de menos a más dándole naturales de mano baja despaciosos y medidos para evitar agobiarlo porque al novillo no le gustaban las cercanía.
El broche final lo puso con una estocada hasta los gavilanes que hicieron caer al novillo sin puntilla, dos orejas.
Crónica: Mercedes del Moral Manzanares
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Bargas (Toledo). Novillada sin picadores. Final del IX certamen “Promesas de Nuestra Tierra”, organizado por la empresa Torospaltoreo que dirige Manuel Amador. Utreros de la ganadería de Piedraescrita. Bien presentados de excelente juego en general a excepción del cuarto que resultó más bronco y enrazado. Al tercero de la tarde (número 31 de nombre “Naranjero”) se le dio la vuelta al ruedo tras petición de indulto.
Israel Aparicio, oreja tras pinchazo y estocada caída.
Daniel Moset, oreja tras media estocada baja y perpendicular y descabello, y dos orejas.
Alejandro González, dos orejas y dos orejas resultando ganador del certamen.
Pedro Rufo, ovación tras tres pinchazos y dos estocadas caídas.
Al finalizar el festejo Alejandro González fue declarado triunfador del IX certamen “Promesas de Nuestra Tierra”.