Siempre es un placer para el aficionado sentirse amante de la tauromaquia y conocer sus entresijos, significados y variantes que existen sobre las personas que se dedican a ejercer la profesión. Hoy en Malagón se han podido ver algunas dichas variantes con el toreo a caballo a cargo del rejoneador, y con la lidia de a pie, desde el objetivo de dos matadores de toros y de un novillero en ciernes, o lo mismo que decir un novillero sin caballos.
La plaza de toros municipal de la localidad es una plaza portátil, pero con unas dimensiones considerables, tanto de aforo, como de ruedo. El público respondió con 2/3 de entrada, que en las plazas portátiles al uso, habría sido de un lleno hasta la bandera en una localidad como Malagón, por lo tanto, muy buen ambiente de toros en La Mancha.

Sobre los cuatro toros de El Madroñiz, decir que se dejaron, que sirvieron para dejar estar delante a los toreros y que con sus carencias y sus virtudes han posibilitado el lucimiento de los dos matadores del cartel. Bien presentados, salvo el primero del lote de Anibal, muy montado, basto de hechuras y muy feo de cara. El primero de ellos tuvo buen aire por el pitón derecho y más recorrido y calidad que los restantes. Los demás, simplemente se dejaron. Los novillos de El Cortijillo para rejones tuvieron un primero muy orientado y difícil para el caballo, poniéndose mucho por delante y un segundo que pareció dejarse pero que duró muy poco. El ultimo de la tarde un novillo que no terminó de pasar, sin entrega.
Manuel Díaz “El Cordobés” hacia su primer paseíllo en esta plaza con la que posteriormente conectó en sus dos toros fácilmente. De sobra conocido el carácter del torero de Arganda del Rey y a sabiendas de su tirón popular, hizo en su primero una faena compuesta por buenos pasajes por el lado derecho, el cual aprovechó “El Cordobés” para dar fiesta. Dos pases de pecho con la mano izquierda por el potable pitón, remataron las dos mejores tandas. Después vinieron las cercanías, la rana, el delirio en el tendido y la oreja de premio tras pinchar dos veces antes de la estocada. Su segundo también le permitió estar delante cómodo y sin dificultades. El burraco de Madroñiz no terminó de humillar y permitió que de nuevo apareciera el repertorio de cara a la galería de Manuel, refrendado de estocada en buen sitio. Máximos trofeos al torero y felicidad en los tendidos.

Aníbal Ruiz se abría de capote con el bastote primer toro, aleonado en bruto, fuerte, ensillado, feo de pitones, que en definitiva de salida no auguraban buen bajío. Se picó este toro casi al relance como casi toda la corrida, por la decisión de los lidiadores de cerrar al toro en un burladero para mi opinión demasiado cerca del terreno de picar y demasiado cerca de las querencias de toriles. En banderillas Félix Jesús Rodríguez sopló un par sacando los brazos de bella ejecución y que se quedó en eso por desgracia, tras cambiar el tercio. En la muleta lo que se podía intuir; embestida rebrincada, faltándole son y cadencia cuando quería coger la pañosa de Aníbal. A pesar de ello y tras aguantarle, consiguió el torero embestidas de importancia y vibración con la derecha de mano baja, logrando someter y alargar la embestida que lució con genio el toro. Técnica y oficio el que de nuevo puso en valor Aníbal, quien brindó la faena al alcalde de la localidad Adrian Fernández. La espada le tenía a Aníbal reservada una de esas tardes que incomprensiblemente no entra y el toro parece ser un amasijo de hierro. Con el segundo de su lote realizó lo más importante de la tarde. Una tanda por el pitón derecho haciendo humillar al toro, pasándoselo muy cerca y rematada con un pase de pecho llegó a los tendidos porque amigo, cuando surge el toreo, todo el mundo se pone de acuerdo y todo el mundo sabe reconocerlo. Tiempos, confianza en su muleta y el poso que Aníbal viene demostrando cada tarde de ésta temporada ayudaron a que la faena fuera a más. El epílogo, manoletinas ajustadas que redondeaban el trasteo, lo demás como en el anterior. Una espada que no quiso entrar hizo que el torero que mejor estuvo, saliera andando de la plaza. Conociendo el carácter luchador y profesional de Aníbal, no quiero ni pensar los días que le esperan al carretón donde entrena la suerte suprema que seguro cambiará para sus próximos compromisos.

A caballo Miguel Ángel Martin tuvo una papeleta complicada con el primer novillo, que reponía, y con descaro se anticipaba a los movimientos de los caballos que demasiado hicieron, destacando a Milla en banderillas que supo doblegar las embestidas del novillo y Babieca, el cual ha resultado una grata sorpresa. Es un caballo de capa baya rodada que posee un temple en el tranco y un son que para el último tercio puede llegar a ser una figura. Es un caballo muy nuevo que ha toreado sino me equivoco dos o tres veces esta temporada. Con su segundo comenzó también con dificultades pero el tordo de salida le hizo las cosas muy bien tras clavarle un rejón del que salió rajadito el de El Cortijillo, el cual ya no ayudaría mucho a Miguel Ángel. Con el negro “Lagartijo” no hubo acople y tampoco con Molina por el defecto de rajado y deslucido del novillo que embestía a oleadas. Varón y Babieca resolvieron una labor complicada y a la que el acero y el descabello redujeron el premio.

El novillero local Jonathan Anaya demostró la valentía y el arrojo de un novillero sin caballos. Tuvo el calor de los tendidos de su lado, que esperan mucho de él. Con el capote no lo vio fácil Anaya y no hubo lucimiento en el recibo ni posible quite. En la muleta no terminó de pasar ni de ofrecer finales de embestida que permitieran a Jonathan ligar los muletazos y dejarla puesta. El novillo reponía y era difícil. La falta de rodaje y de experiencia la solventó Anaya con desparpajo y con una faena de arrojo, llena de desplantes y adornos que llegaron mucho a los tendidos. Lo mejor, con la mano izquierda de uno en uno más asentado. Una estocada casi entera le permitió cortar los máximos trofeos.

• Plaza de Toros Municipal de Malagón. 2/3 en los tendidos. Calor del que pica, con nubes.
• Toros de El Madroñiz, desiguales pero bien presentados, manejables y que se dejaron en líneas generales
• Novillos de El Cortijillo, dos para rejones, complicados y sin cadencia. El ultimo, sin entrega, falto de raza y clase.
• Miguel Ángel Martín: Oreja y oreja
• Manuel Díaz “El Cordobés” (Azul rey y oro): Oreja y dos orejas y rabo
• Aníbal Ruiz (Tabaco y oro): Oreja y Ovación
• Jonathan Anaya (Grana y oro): Dos orejas y rabo

Crónica: Víctor Dorado. Fotos: Cargando la Suerte