Confirmó alternativa uno de los toreros de la tierra, Emilio Huertas, quien dio una vuelta al ruedo tras una mayoritaria petición de oreja en el quinto, lamentablemente denegada por el presidente.

Antes de comenzar el análisis de este día tan importante en la carrera del torero de Santa Cruz de Mudela, es de ley felicitar y dar la enhorabuena a D.Antonio Bañuelos quien lidió ayer en Las Ventas la corrida más completa embistiendo de los últimos años. El lote de Jiménez fue de una nota excepcional, el sexto sin duda y de haberse lidiado en San Isidro con más público en los asientos, de vuelta al ruedo. La mayor virtud de los “astados del frío” fue el ir siempre a más.

Emilio Huertas confirmó alternativa con el toro “Subastador” de nombre, que tuvo un comportamiento colaborador sin más, con mejores inicios que finales en sus embestidas y con el que el torero manchego solventó la papeleta de los nervios y la responsabilidad del toro de tu confirmación asentado y con mucha dignidad. Con el capote ya de salida se lo pasó muy cerca, demostrando que hoy había que demostrar cosas. Tras la ceremonia, el sentido brindis para su padre, Emilio Huertas. En la muleta y tras los tiempos que le hicieron coger aire al toro, lo citó en los medios el recién confirmado dando distancia e intentando ligar y dejarla puesta en la cara como pide Madrid. Siempre al final de los muletazos “Subastador” perdía el ritmo que otorga los finales de las embestidas para vaciarlas con profundidad. Madrid, muy respetuoso con el torero, quien de novillero dejara muy buenas sensaciones. Tras un pinchazo y una estocada, escuchó la ovación.

En quinto lugar saldría un colorado de Bañuelos que tuvo en la movilidad la mayor virtud. Embestidas un tanto brutas al comienzo en una lidia en la que sobresalió José Otero, siendo obligado a desmonterarse tras colocar dos grandes pares. Agustín Moreno a caballo dejó el hierro en el sitio preciso para moldear esa aspereza del de Bañuelos. El brindis al público desde los medios, donde quedó impávido Huertas para un cambio por la espalda de vértigo porque se arrancó con todo el animal. Comienzo vibrante de faena que metería al personal en la digna actuación del manchego. Con cierta distancia y aguantando el tirón lo templó alargando el recorrido por ambos pitones, consiguiendo elevar el tono del trasteo. Lógico y normal de quien lleva “dos días en esto” que hubiera detalles a corregir, pero ante todo, firmeza, disposición y las plantas quietas ante este quinto, que era un tío. Faena que le va dar a Huertas seguridad y proyección, sintiéndose capaz de pegarle 30 pases a un toro en Madrid, conforme Madrid pide, que no es nada fácil. Con la espada en esta ocasión se tiró el manchego de ley, dejando una gran estocada. La petición de premio fue unánime y totalmente mayoritaria, siendo denegada la oreja por un presidente que incumpliendo el reglamento decidió no darla. Lamentable la decisión que dejó el veredicto en una vuelta al ruedo como premio.

David Galván mostró ante su lote que el corazón le bombea con capacidad y dejó claro su concepto, basado en construir desde el valor. El gaditano compuso una faena con mejores finales que comienzos, logrando adaptar las alturas y el temple a la embestida del que hizo segundo al que llevó hasta atrás en varios naturales de uno en uno al final del trasteo de gran belleza. En su segundo tuvo Galván al de menos opciones del gran encierro de Bañuelos. Anduvo firme también el torero, que resultó golpeado en el recibo capotero, quedando aturdido pero pudiendo continuar la lidia. Ante este segundo del lote pasó apuros el de San Fernando para matarlo ya que el toro buscó el abrigo de las tablas con un gazapeo que no le permitía perfilarse. Escucho el reconocimiento del público a una tarde muy firme de otro joven torero con proyección.

Javier Jiménez tocó la gloria ayer en Madrid. Quizá podía haber tocado una gloria más alta y cercana al cielo y a los Dioses si la espada hubiera caído en mejor sitio en su segundo, pero el triunfo fue indiscutible. El lote salió de chiqueros apuntando calidad en las embestidas, trancos formidables, rectitud en las arrancadas, peleas de bravo en el caballo, durabilidad y constancia durante la lidia, manteniendo una línea que siempre iba a más, lo que pudiéramos decir, encontrándonos en la primera plaza del mundo, “Que venga Dios a verte”. Su primero en los primeros tercios anduvo sueltecito y falto de fijeza pero lo enmendó cuando solo vio franela y torero. Tandas de cinco, de seis y el remate, con vibración y sobre todo con clase y por abajo. La oreja tenía que caer y cayó tras tirarse a matar muy bien. El que cerró plaza vino a poner la guinda de pata negra a la corrida. “Aseñorado” con el numero 34 iba a hacer las delicias de todos los presentes. Toro a buen seguro entre los más destacados de la temporada en Madrid. La obra fue compuesta con la mano izquierda, con remates perfectos, con detalles de torería, con trincherazos de gusto, con mucha limpieza gracias al temple, y con el interés y la emoción que provoca la chispa y el empuje que debe tener un toro bravo que quiere embestir por abajo, sensacional la conjunción de una faena que brindó a su hermano Borja. Faltó que el acero cayera en el sitio para cortarle las dos, y la faena fue premiada con una oreja. La puerta grande para uno de los que a codazos se va terminar colocando en las ferias dentro de poco si sigue la misma senda.

Tarde importante en Las Ventas la vivida ayer, sin duda la más destacada de las corrida veraniegas del coso venteño, y que sirvió para que Emilio Huertas diera un pasito mas al frente en lo que se refiere a la construcción de un torero, dejando una grata impresión por la actitud y disposición premiada con una vuelta al ruedo y que le debería servir para una no muy lejana próxima oportunidad en la primera plaza del mundo.

Plaza de Toros de Las Ventas. Un cuarto de entrada. Tarde calurosa.

Se lidiaron toros de Antonio Bañuelos, bien presentados y de notas muy destacadas en los comportamientos. Destacando el lote de Jiménez, se dejaron y sirvieron los demás a excepción del cuarto, que no tuvo condiciones.

David Galván (Verde botella y oro): Ovación y ovación

Emilio Huertas, que confirmó alternativa (Rosa pálido y oro): Ovación y vuelta al ruedo

Javier Jiménez (Blanco y oro): Oreja y oreja

Saludó el mayoral al término de la corrida. Se desmonteraron José Otero y Pascual Mellinas con los palos en el quinto.

Javier Jiménez salió a hombros por la puerta grande.

Crónica: Víctor Dorado Prado

Galería fotográfica: © Manuel del Moral Manzanares