No hay argumentos ni explicación sencilla que sea capaz de explicar y resumir el concepto de ambición, ilusión y sensaciones que arrojan dos toreros emblemáticos de La Mancha cuando pisan una plaza de toros en esta temporada por diferentes razones. Hoy en Porzuna la ilusión por hacerse matador de toros de José Luis Villalba ha quedado de alguna manera difuminada por las sensaciones que ofrecen cada tarde, con más de quince temporadas a sus espaldas los matadores de toros. Víctor Puerto viviendo una segunda juventud llena de felicidad y sensaciones buenas, y un Aníbal Ruiz arrebatado y con el objetivo de pisar el acelerador a tope allí donde se anuncie, sea la plaza que sea, poniendo en seria duda el admitir que ésta será su última temporada en activo.
Con motivo de las fiestas patronales en honor a San Pantaleón, se ha celebrado una corrida de toros con el hierro de Emilio Artalejo, (procedencia Torrestrella) que han resultado muy bajos de raza, sin motor alguno y sin clase ni transmisión en sus embestidas. Salvo tercero y sexto que sirvieron más y el cuarto que se dejó, la corrida ha tenido más defectos que virtudes.
Abrió plaza un colorao de nombre “Caralisto” con el que José Luis Villalba se haría matador de toros. El torero de Coria del Río (Sevilla) no posee unas facultades físicas muy notorias para andar delante de los toros resuelto de piernas ni cintura. El sevillano anduvo nervioso con su primero el cual se paró en la muleta sin permitir ningún lucimiento. En el que cerró plaza sí que pudo Villalba hilvanar algún muletazo perdiéndole pasos y queriendo acompañar la buena embestida de uno de los toros más potables de los seis.
La ilusión que tiene como trasfondo ésta crónica también fue un hecho en José Luis Villalba, porque doctorarse como matador de toros seguro que ha sido un sueño hecho realidad que le deseamos disfrute y prolongue mucho tiempo en activo.
Víctor Puerto ha matado hoy su tercera corrida de toros consecutiva desde que el sábado lo hiciera en Inca (Mallorca), ayer en Almadén, toreando de manera sensacional y hoy en Porzuna donde ha vuelto a poner en práctica el poso, el gusto y el torear con las yemas y con la cintura a sus toros, resumiéndose todo ello en una palabra: disfrutar. Hoy en una plaza portátil ha conseguido por algunos momentos convertir el hierro de las gradas, en cemento con adoquín numerado, los tendidos en arcos de piedra maestrante, y la espesa y pesada arena en albero del Baratillo. Un segundo toro que se dejó fue al que Víctor le dijo ven, que vamos a disfrutar. Trincherillas por un lado y por otro, pases de la firma, remates por bajo con mucho sabor, cambios de mano, naturales a pies juntos y una galería de carteles de toros en cada uno de ellos. Parece que Puerto se reencuentra cada tarde durante ésta temporada y la felicidad que expresa en su rostro indica que el torero se siente a gusto consigo mismo.

El torero de Alcázar de San Juan, que dice que este año es su ultimo en activo se empeña cada tarde en que las opiniones entre profesionales, taurinos, prensa y aficionados coincidan en que no debería de irse, debido al estado de forma y la manera de plantar cara a los toros. A Aníbal Ruiz siempre se le ha respetado mucho en la profesión y ahora no iba a ser menos si el torero toma la decisión, sus razones tendrá.
En el primero de su lote le ha correspondido un toro mejor hecho que los demás y las hechuras hicieron justicia al ofrecer un comportamiento y una manera de embestir que al menos permitieron al torero desarrollar una interesante labor. Aníbal ha demostrado ese conocimiento que dan los años una vez más, dándole al toro sus tiempos, sus espacios y sus alturas, para después enganchar la embestida, tirar de él y empujarlo hacia delante consiguiendo tandas de muletazos de gran nivel. Muy firme la planta como fruto de un valor que no abandona al de Alcázar y que éste utiliza en la manera de poderle a los toros. Arreando en cada serie y exigiendo al de Artalejo Aníbal ha dejado hoy momentos de mucha importancia por cada pitón, rematados con pases de pecho con la mano izquierda de pitón a rabo rotundos, redondos y sensacionales. Con el acero formidable, una estocada casi entera en el sitio que hizo rodar al toro. La verdad que da gusto disfrutar viendo a Aníbal Ruiz y no da tanto gusto pensar su decisión de retirarse al final de la temporada.
En el segundo de su lote Aníbal hizo lo que no quiso hacer el toro, que fue embestir, y trató de limar las asperezas y dificultades que tenía el que hizo quinto, reservón, y como esperando la oportunidad de cazar al torero. El fallo con la espada le privó del trofeo que premiara su meritoria labor.
En los hombres de plata resaltar una vez más los buenos toreros que tenemos en nuestra tierra como son Óscar Castellanos quien lo volvió a bordar con el capote y con los garapullos y Miguel Ángel Ramírez en un buen par de banderillas al quinto. En la cuadrilla de Aníbal Ruiz nos alegró mucho volver a ver de nuevo en activo al subalterno hermano del maestro “Espartaco”, Francisco José Ruiz Román, “Espartaco Chico” después de unos años de inactividad.
Como resumen, una tarde entretenida donde conocimos a un nuevo matador de toros sevillano, y donde vimos a dos toreros de La Mancha con el poso del buen gusto que dan los años y las sensaciones de querer demostrar que aquí no están de paso ni mucho menos. Lo de Víctor y lo de Aníbal hoy en Porzuna deja claro que la mayor ilusión de ambos, es seguir teniendo ilusiones y conseguirlas.

Crónica: Víctor Dorado Prado / Fotos: Manuel del Moral Manzanares

Plaza de Toros (portátil) de Porzuna. Dos tercios de entrada. Calor.
Seis toros de Emilio Artalejo, sin raza y sin brillo en su comportamiento. Mejores 3º y 6º, el 4º simplemente se dejó.
VÍCTOR PUERTO (Blanco y oro): Dos orejas y dos orejas
ANIBAL RUIZ (Rosado y oro): Dos orejas y rabo y ovación.
JOSE LUIS VILLALBA (Negro y oro): Silencio y dos orejas.
José Luis Villalba tomó la alternativa y los tres toreros salieron a hombros.