El domingo en Daimiel se presenta un interesante festejo mixto en el que se hará presente el toro que gusta en Daimiel, con la presencia de un torero muy del gusto del aficionado, así como dos toreros de la tierra que seguro darán el máximo ante la afición daimieleña.

En principio el cartel lo componía Álvaro Lorenzo quien a los pocos días de la presentación del mismo causaba baja voluntaria por motivos profesionales y personales del torero y sus apoderados, la casa Lozano. No sabemos si algún tema económico sería el motivo o el trapío de los toros reseñados finalmente, ya que la corrida de “Virgen María” viene con la presencia que gusta en Daimiel, donde siempre ha habido afición que exija un tipo de toro muy serio. Cada plaza tiene su toro y su idiosincrasia y nos parece fenomenal que así intente defender Daimiel, donde en anteriores ediciones hemos podido ver corridas con mucha presencia de hierros como Miura o Adolfo Martín.

En el lugar dejado por Álvaro Lorenzo entra un torero con la capacidad como gran argumento de su tauromaquia, el valor como compañero de vida y la dignidad como adjetivo a una trayectoria, la de Rafaelillo, que ocupa uno de los primeros puestos en ese escalafón tan verdadero que es el de los toreros que se las ven con lo más serio, duro y exigente que hay en el campo bravo en las principales plazas de toros.

Por suerte se abre una nueva oportunidad de ver a otro de los nuestros, Fernando Tendero, quien protagonizó una de las faenas más intensas de la feria de Ciudad Real al tercer toro de la tarde de “los Victorinos”, demostrando estar muy preparado para despegar con fuerza y funcionar.

En tercer y sexto lugar saldrán dos utreros de la misma ganadería, para el novillero local Carlos Aranda, el cual repite en su plaza por los triunfos cosechados desde que comenzara su andadura. El joven daimieleño es una gran esperanza de la afición ciudarrealeña y la presente temporada le está forjando para dar el paso al escalafón superior en el próximo año.

Como a los de “Virgen María” les dé por mostrar la raza y la bravura que han demostrado en estas últimas temporadas, veremos en Daimiel un gran espectáculo. ¡Qué Dios reparta suerte!