José Antonio Carretero ponía el broche a su despedida de los ruedos, compartiendo cartel con grandes toreros de plata, en la vigésima tercera edición del tradicional festival taurino de Alcázar de San Juan.

Quisieron la tan necesitada lluvia, como el tunante de Eolo (Dios del viento, el cual suele prodigarse a menudo por el Corazón de La Mancha) entretenerse con la cita alcazareña en su vigésima edición, donde Óscar Castellanos confeccionó un cartel importante con el que celebrar estos veinte años de un afianzado y siempre interesante festival, pero su vigésimo tercera edición según nos explicó el propio torero esta semana en Cope.

Ya solo la presencia de la cuadra del Pimpi hablaba de un festival picado, donde varios profesionales de primer nivel se iban a dar el gustazo de dejar a un lado ese papel de actores secundarios que mantienen durante sus temporadas, a las órdenes de sus respectivos matadores. Con José Antonio Carretero a la cabeza, en el año de su despedida, Antonio Manuel Punta, Iván García, Curro Javier y Óscar Castellanos, conformaban uno de los carteles de toreros de plata que cualquier aficionado puede componer si le pides que elija un póker de toreros entre los de arriba. Cualquiera de ellos es capaz de levantar del asiento a cualquier aficionado en una plaza de toros. Completó el cartel Sergio Cartas, alumno de la Escuela de Taurina de Alcázar.

A pesar de lo desapacible, la tarde se echó hacia delante. Salió un primer toro de Domingo Hernández que le iba regalar momentos bellos a Carretero, al que el viento no permitió dominar del todo la escena. Dejó buenos trazos de muleta por el lado derecho. En el recibo capotero hubo suavidad, y una muy buena media, marca del sello del torero de Madridejos, el cual recibió una placa homenaje de manos del concejal de fiestas y de sus compañeros al finalizar el paseíllo.

En segundo lugar, correspondió turno a un burraquito de Montecillo que tuvo picante. Nada fácil su lidia y estar delante de él, pero se las vio con “una punta de acero” con la que no pudo. Antonio Manuel Punta dejó la más firme e importante actuación de la tarde, plantándole cara y argumentos de capacidad al animal, y además toreando, sin pegar pases por pegarlos, sino para dominar, someter y en el momento que los terrenos, la técnica y el viento lo permitían, gustarse y cuajarlo con profundidad. Se vació el de Gerena con el toro para dejarle la espada en el hoyo de las agujas tras un soberbio volapié. Y yo me preguntaba, ¿cuántos toreros en activo con veinte o treinta años menos que este Punta, y que incluso gozan de variedad de oportunidades hubiesen andado peor con ese toro? Desarrollaría el pensamiento, pero mejor me lo quedo para mí y así no hay reacciones quinquilleras por parte del reino de los ofendidos.

Iván Garcia lidió un tercero de Domingo Hernández guapísimo de hechuras y con unos inicios de calidad en los primeros tercios que dejaron expresarse al madrileño a la verónica, rematando con una media de las que te obligan a reaccionar. Tras el tercio de banderillas, compartido con Curro Javier y Óscar Castellanos se rajó el animal, dejando el capítulo muletero sin apenas opciones.

Curro Javier se echó de rodillas para recibir al de Fuente Ymbro por una larga cambiada. El sevillano tuvo disposición ante el de Ricardo Gallardo, que se movió mucho, pero dijo más bien poco en su manera de embestir. La movilidad no garantiza profundidad, y aquí hubo un ejemplo. Las intermitentes acometidas de la lluvia se parecieron acompasar con los intermitentes momentos de acople del gran Curro Javier.

En quinto lugar, salió un utrero de Toros del Ojailen, ganadería de nuestra tierra que ha cosechado diversos triunfos en esta temporada, y al cual lidió el organizador y precursor de este festival taurino, de tanto arraigo ya en nuestro calendario. Castellanos anduvo suelto como es de costumbre en él, por el oficio y la capacidad que atesora. El animal desarrolló un fondo de nobleza que iba permitir al de Alcázar disfrutar. Brindó la faena a los compañeros de cartel y quizá fueron veinte, como el número de ediciones que celebra el festival, los naturales con los que Óscar cuajó al Ojailen, así como varios pasas de pecho de pitón a rabo con los que remató varias tandas. No rematar con el acero fue la pena, ya que privó a Castellanos de un triunfo muy especial para sí mismo en este bonito vigésimo aniversario de su festival.

La tarde se cerró con la actuación de Sergio Cartas, un alumno de la Escuela Taurina de Alcázar, al que correspondió un becerro de Las Cuadrillas (hierro de Óscar Castellanos) al que banderilleó y con el que dejó entrever su corta experiencia y su gran margen de mejora. La voluntad, que es lo importante en estos chavales quedó patente y fue lo más reseñable de su actuación.

Enhorabuena a Óscar Castellanos, por este Festival Taurino de Alcázar de San Juan, el cual recibirá por parte de este medio en sus premios taurinos Virgen del Prado, una mención especial por los veinte años de celebración, afianzándose como el broche de oro a la temporada en Castilla la Mancha. Desde Cargando la Suerte además, gracias por los grandes momentos vividos durante estos veinte años; ¡que sean muchos más!

Crónica: Víctor Dorado Prado

Galería fotográfica: © Manuel del Moral Manzanares

Plaza de Toros de Alcázar de San Juan. Tarde desapacible con lluvia y viento. 1/3 de entrada en los tendidos.

Se lidiaron toros y novillos de Domingo Hernández (1º y 3º), Montecillo (2º), Fuente Ymbro (4º) Toros del Ojailen (5º) y Las Cuadrillas, desiguales en tipo y comportamiento. Destacaron el manejable primero, el encastado segundo y el noble quinto.

Jose Antonio Carretero: Dos orejas.

Antonio Manuel Punta: Dos orejas.

Iván García: Oreja

Curro Javier: Oreja

Oscar Castellanos: Oreja

Sergio Cartas: Oreja.

 

Por la mañana también se celebró un festival de aficionados prácticos con ambiente en los tendidos en mañana ventosa. Se han lidiado novillos de Sagrario Moreno, Ruiz Palomares y Las Cuadrillas de juego complicados y uno de Apolinar Soriano bravo y con clase.

Los aficionados prácticos no han podido disfrutar en demasía esta mañana debido al juego de sus animales, aun así, Rafael López ha vuelto a demostrar que tiene esa raza de torero que hoy le hizo falta para sacar la mañana hacia adelante y después de una fea voltereta cortó dos orejas.

Pablo Bermudez tiene mucha clase como torero y en Alcázar lo saben. Esta mañana no ha tenido suerte con el novillo que le ha tocado en suerte, siempre muy suelto y sin querer pelea, aun así, Pablo le pudo arrancar algún muletazo suelto de mucho valor.

Diego Ortega se preparó para esta cita tan importante para el, un novillo de Las Cuadrillas con mucho volumen y hay que pensar que el volumen no es suficiente para poder llegar a disfrutar con un animal, que en esta ocasión fue el peor del encierro. Diego demostró que su valor está a prueba de bombas y estuvo a la altura. Tendremos que seguir esperando a que le sirva un novillo al bueno de Ortega para que disfrutemos.

Cerró la terna el novillero Juan Castiblanque que aprovechó el gran novillo de Apolinar Soriano que salió en cuarto lugar. Realizó una faena seria sobre todo con el toreo al natural. Cortó las dos orejas ante sus paisanos.

Plaza de Toros de Alcázar de San Juan, mañana soleada y ventosa, 1/3 de entrada.

Novillos de Sagrario Moreno, Ruiz Palomares y las Cuadrillas de juego desigual y buena presencia y otro de Apolinar Soriano bravo.

Rafael López; dos orejas.

Pablo Bermúdez; silencio.

Diego Ortega; una oreja.

Juan Castiblanque; dos orejas.

Reseña y galería fotográfica. © Manuel del Moral Manzanares