Corrida de la Cultura, donde reaparecía en España Alejandro Talavante en mano a mano con Juan Ortega con cartel de no hay billetes.

¿Alguien me puede explicar qué se dirimía en el mano a mano de hoy y que sentido tenía?.
En los chiqueros esperaban para salir al ruedo cinco toros de Jandilla y uno de Vegahermosa que saldría en tercer lugar. Corrida muy pareja en peso, apariencia e incluso en comportamiento, bobalicona, sosa, sin ningún tipo de mala intención y con poco carbón a los que no había ni que aplicarles mucho mando ni mucho poder pues ya se lo administraban ellos por su cuenta. Deslucida en líneas generales incluyendo el remiendo de Vegahermosa que no deja de ser más de lo mismo, ¿serían todos del mismo semental?.
Al romper el paseillo se tributó una ovación saludada por capitulos desde el tercio, primero por Talavante, después por Juan Ortega y por último por Álvaro de la Calle, destinatario de la primera, al menos esa fue la intención del 7 que fue quienes la iniciaron en reconocimiento a la dignidad con que resolvió la papeleta el día del percance de Emilio de Justo en su encerrona del Domingo de Ramos.
Volvía Talavante a Madrid con enorme espectación y casi todo quedó en eso.
Aseado, pulcro, si apreturas y con algún detalle de colocación frontal lo pasó por ambas manos, se perfiló con la espada dejando el acero un tanto atravesado que fue suficiente.
Con el tercero, de Vegahermosa vimos a un Talavante algo diferente. Inédito con el capote aunque el toro colocaba la cara en los embroques lo puso en suerte al caballo, tercio horrible por cierto, parearon con acierto y riesgo Andrés Revuelta y Manuel Izquierdo, brindis al público y muleta en mano se fue Alejandro al toro, sin probaturas se puso a torear con la mano izquierda con algún enganchón de inicio y desarme incluido y es a partir de ese momento cuando la faena alcanza su punto álgido. Derechazos ligados por abajo, cambio de mano espectacular que repite tras una serie de igual trazo, mata de estocada algo tendida tirándose con rectitud, dobla el toro, mayoría de pañuelos y oreja al esportón.
Pocas opciones ofreció el serio quinto y el extremeño sin posibilidad de redondear su tarde, se limitó a ofrecerle la muleta, pasarle una y otra vez ante la incierta y defensiva embestida del animal. Mató decorosamente.
Por lo visto hoy habrá que esperar a que coja ritmo de partidos, mejor dicho de corridas que esto no es fútbol.
Ay, ay, ay Juan Ortega que era el otro actuante. Particularmente yo me estoy empezando a inquietar por esperar y esperar a que llegue la explosión del trianero en Madrid. Que torea muy bien con el capote ya lo sabemos pero aquí no lo hemos visto, que tiene en sus manos toreo del caro también lo sabemos pero aquí no lo hemos visto, que los toros no eran apropiados a su estilo también lo sabemos pero también hay que adaptarse a veces a las condiciones de sus oponentes y aquí tampoco le hemos visto hacerlo. Si al menos hubiera mostrado otra actitud o algún conato de arrebato rebelde pero aquí tampoco lo hemos visto.
Debe apretar más en esta plaza y en otras. No está para dejar pasar trenes que se puede escapar el último. Madrid le respeta y por eso no se ha metido con él, pero él debe poner algo su parte en contraprestacion. Lo mejor que ha hecho Juan esta tarde lo ha hecho con lo que no suele ser su fuerte, la espada. Ha recetado tres espadazos que han provocado la muerte de sus tres toros de forma similar.
Juan, voy a esperar otro ratito pero aparece Juan, aparece.
Lo mejorcito de la tarde lo hizo Óscar Bernal, la antítesis por su menuda apariencia física de lo que es un picador de estampa clásica pero que receta unos puyazos en la yema sin necesidad de abusar apretando, perfecto.
Mañana corrida de rejones y eso no es lo mío. Cedo mis abonos a los amigos caballistas. FELICIDADES A TODOS LOS TOREROS en la festividad de San Pedro Regalado.
El domingo más y mejor.

Tomás Mata Menchero

Aficionado y abonado del tendido 7

Fotos: © Las Ventas Plaza 1