La noche del viernes 3 de noviembre este diario hizo entrega de los IV Trofeos Taurinos «Virgen del Prado» Provincia de Ciudad Real 2023.

Cerramos estos cuartos premios taurinos, con el último que nos queda en la mesa, el que lleva el baño dorado en las inconfundibles ráfagas de nuestra Virgen del Prado, el premio al triunfador de la temporada, este no es otro que el protagonista de este cuadro, Curro Díaz. Y es que hay faenas del toreo que son como para que las canten los poetas, y lo pinten los artistas. No suelen suceder con frecuencia porque son faenas de arte y el arte, como dice el maestro Curro Romero, “no pasa todos los días”, pero con Curro Díaz en este 2023 ha ocurrido, muchas muchas veces.

Ha cuajado una magnífica temporada, en la que podemos decir que ha andado en estado de gracia, con varias actuaciones para recordar, en plazas como Madrid, Jaén, Úbeda o Daimiel entre otras, y es que siempre se ha dicho que el traje de luces es muy transparente, por eso la felicidad, la plenitud artística de la que hablamos se termina viendo en el ruedo. Para Curro el vivir sin torear, no es vivir.

Así, esos cosos han sentido el arte inmaculado de este diestro que, sin importarle plaza ni lugar, cuando le llega la inspiración, la que él busca con desmedido anhelo, extasía a los que le admiran. Las orejas pueden ser más o menos pero el arte perdura, permanece, en el corazón de los aficionados de buen gusto y de paladar refinado y es que hablamos de uno de los toreros más puros de la actualidad, con esa naturalidad cuando se abandona y lleva a cabo esa obra soñada. Además de ser un torero artista es un lidiador consumado, a las pruebas nos remitimos si analizamos todos los encastes a los que se ha enfrentado a lo largo de su carrera.

Curro Díaz ha actuado esta temporada tres tardes en la provincia de Ciudad Real, matando un total de cinco toros, el 6 de agosto en Socuéllamos, el 2 de septiembre en Daimiel, y dos novillos en el festival de Membrilla el día 21 de agosto, cortando un total de once orejas. Sin duda, su actuación en la corrida de Victorino Martín en Daimiel, donde desorejó a sus dos toros, ha sido la más rotunda. El torrente de torería que brotó de sus manos y sentidos ese día, suavidad, tiempo detenido, templanza. estética de ese tipo de toreo que, paradójicamente, ya queda muy poco pero que todos persiguen. Curro Díaz lo tiene en natural, le sale de dentro, es su estilo y su toreo nace así, como por ciencia infusa, nunca lo dificilísimo pareció tan fácil. Cada uno de los pases que como cuentas de un rosario componen cada una de las series, eran en sí un cartel de toros.

El primero para embarcar, el segundo para gustarse, el tercero ya para el desmayo del cuerpo que a esas alturas ya no es humano, sino divino. Cuerpo abandonado, como si le faltaran los resortes que lo sostienen, y la mano derecha que manda como sin mandar, y es que el toreo de Curro Díaz hoy en día es necesario. Imprescindible en la fiesta.

Esto es ya es cosecha propia, y me voy a quedar muy agusto diciéndolo, Curro Díaz, lamentablemente no ha toreado lo que merecía en esta temporada sin duda, me hubiera gustado haberlo visto acartelado en San Isidro, en la Feria de Abril entre otras; si hubiera un atisbo de justicia, el año que viene Curro Díaz debería de estar en muchos carteles ya que lleva pidiendo sitio mucho tiempo en las plazas importantes para la temporada que viene.

Por todo ello, no solo por ser el matador de toros que más trofeos ha cortado, sino por la gran dimensión que ha ofrecido en sus tres tardes en la provincia, el jurado de los trofeos taurinos Virgen del Prado, proclama como triunfador de la temporada a Curro Díaz,

Entrega el premio D. Miguel Ángel Valverde, Presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real.

Lo recoge el triunfador de la temporada Curro Díaz.

Texto: Juan Domínguez.

Fotografía: Jesús Monroy.