Castellar de Santiago disfruta de una novillada con picadores de la ganadería de Núñez de Tarifa que ofreció posibilidades a los tres novilleros que demostraron en qué punto se encuentra cada novillero.
Se celebró en Castellar de Santiago una novillada con picadores en honor de San Isidro Labrador organizada por la empresa taurina Ganados Belinchón S.L. A tenor de lo visto hoy en Castellar y en su coqueta plaza de toros los tres novilleros han enfrentado una novillada con posibilidades de la ganadería de Núñez de Tarifa, bien presentada, muy noble, aunque algo desigual en presencia, lo cual en estos tiempos es muy de agradecer que se tenga ese cuidado en la organización de este tipo de festejos para posibilitar el triunfo y que los novilleros puedan mostrar su concepto del toreo.
El novillero alcazareño, Aarón Infantes volvió a puntuar nuevamente al conseguir una puerta grande, lo cual ratifica la línea de preparación ascendente que lleva para enfrentar su importante compromiso en Junio en Sevilla. Esta tarde demostró un uso muy fluido del capote ya que en sus dos novillos instrumentó sendos recibos capoteros con verónicas de buen gusto y en algunos lances cargando la suerte, rematando en su primer novillo con una serpetina y en su segundo novillo tras ir al centro a buscarlo ya que salía suelto intercaló una ceñida chicuelina para rematar con una buena media.
Los dos novillos tuvieron un paso testimonial por el tercio de varas sin pelear en este tercio y recibiendo puyazos traseros y caídos.
En su primer novillo Aarón realizó un quite por chicuelinas y en su segundo por tafalleras siendo ambos muy jaleados por el público y de correcta ejecución.
En el tercio de muleta, con su primer novillo comenzó la faena doblándose con el novillo y se lo sacó al centro del ruedo. En el centro del ruedo, basó su faena con la mano derecha instrumentando cinco series con la mana derecha, tratando de bajar la mano e ir ajustándose cada vez más con el toro a medida que pasaba la faena pero faltó ajuste y toreó muy rápido faltó algo de temple para cuajar al novillo de Núñez de Tarifa, que fue a más en el tercio de muleta, repetía con clase el novillo, fue noble y con fijeza. Con la izquierda lo intentó en una primera serie sin terminar de acoplarse y se le coló por dentro y volvió a la mano derecha consiguiendo bajar la mano al novillo con muletazos de buen trazo y volvió a la mano izquierda y cuando le perdió dos pasitos al novillo entre cada muletazo consiguió muletazos de largo recorrido. Finalizó enrazado con muletazos con la derecha cercano a tablas y metiendo al público en la faena. Faena de largo metraje y problemas al cuadrar al pasarse de faena con el novillo para matarlo, siendo la estocada trasera, caída y defectuosa. Fue premiado con una oreja.
En su segundo novillo, cuarto de la tarde, Aarón tiró de experiencia y de valor y basó la faena de muleta en las cercanías y aprovechando el medio muletazo del novillo y siempre a media altura y haciéndole las cosas de manera muy inteligente. Lo probó con la mano izquierda pero el novillo perdió las manos. Finalizó la faena con varios circulares en un cierre de faena toreo demostrando firmeza y valor para estar delante de la cara del toro. Recetó una estocada delantera y atravesada y necesitó de varios golpes con el verduguillo. Se le concedió una oreja.
El salmantino Cristian González se encontró con un primer novillo que fue devuelto incomprensiblemente al corral, ya que tras recibirlo con el capote el novillo acusó problemas de movilidad en los cuartos traseros aparentemente parecían unos calambres tras mantenerlo el presidente fue picado derribando al picador y banderilleado y tras el primer par fue devuelto a los corrales cuando esos problemas de movilidad habían desaparecido. Fue devuelto a corrales y salió en su lugar un sobrero de la misma ganadería, con menor cuajo que como el resto de sus hermanos fue mal picado en el tercio de varas y fue imposible sujetarlo durante la lidia.
Con la muleta Cristian comenzó citando muy de frente y con un toreo vertical con la derecha embarcando al novillo pero faltando algo de ajuste en sus muletazos aunque rematando las series con buenos pases de pecho. Fue construyendo una faena basada con la mano derecha de buen trazo. Con el novillo ya cerca de las tablas y en las cercanías consiguió un mayor ajuste y recetó muletazos de buen trazo con la derecha y la izquierda corriendo la mano y llegando al público. Manoletinas para cerrar la faena y tras un pinchazo, consiguió una estocada un punto tendida y trasera necesitando de varios descabellos. Fue aplaudido por el público.
En el quinto novillo, Cristian González salió muy en torero, ante un novillo que no terminó nunca de humillar pero que tuvo motor y repetía una y otra vez y con una gran nobleza, el novillero salmantino lo entendió perfectamente toreándolo a media altura instrumentó series de derechazos de buen trazo, de mano baja y de trazo largo que también fue capaz de realizarlo con la mano izquierda lo cual fue muy jaleado por el público, hubo conexión en este novillo entre novillero, novillo y público y tras dos pinchazos recetó un estoconazo y fue premiado con dos orejas por su labor. Continúa con su evolución y desarrollando un concepto de toreo muy interesante para el espectador Cristian González.
El tercer novillero del cartel, era el albaceteño Alejandro Quesada que debutaba con caballos. A tenor de lo visto hoy en Castellar de Santiago aunque tiene que mejorar bastantes cosas no faltaron las ganas y la ilusión por triunfar tan necesarias en estos comienzos dentro de este escalafón.
En su primer novillo recetó un recibo capotero el cual el novillo salió suelto en varias ocasiones impidiendo el lucimiento. En el tercio de varas el novillo continuó saliendo suelto continuamente, entrando dos veces al caballo con escaso castigo. El novillo continuo muy suelto durante el tercio de banderillas. En el último tercio, baso su faena en la mano derecha provocando con la voz los cites al novillo consiguiendo algún pase de pecho de bella ejecución. Con la mano izquierda lo intentó pero el novillo se cruzaba un poco y fueron múltiples los enganchones. El novillo de tanto enganchar la muleta se terminó aburriendo y desentendiéndose de la faena en la cual faltó ajuste y colocarse en el sitio. Pinchó previamente y receto después una gran estocada y varios golpes de verduguillo y se le concedió una oreja.
En el sexto de la tarde, recibió al novillo con unas jaleadas verónicas por parte del público y finalizó con una buena media. El novillo nuevamente se hizo el dueño del ruedo faltó mando en la lidia durante el tercio de varas. Se desmonteraron los banderilleros tras el tercio de banderillas. Con la muleta, inició por muletazos por abajo alguno de muy bella factura y se pone a torear directamente con la mano izquierda y se a pone a torear, aprovechó inicialmente la inercia de la embestida del novillo hacia los adentros pero el novillo salía suelto y fue rajándose y buscando las tablas, fue noble pero sin raza este último de Núñez de Tarifa, al que le faltó plantearle la faena en los medios y una mejor lidia antes del último tercio. La estocada fue delantera, caída y atravesada. Fue premiado con dos orejas.
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Castellar de Santiago (Ciudad Real). Un tercio de plaza en tarde soleada y agradable.
Novillada con picadores. Utreros de la ganadería de Núñez de Tarifa, bien presentados, aunque algo desigual la novillada, nobles y con fondo en el último tercio. Primer y quinto novillo destacaron por su calidad y su duración.
Aarón Infantes, oreja y oreja.
Cristian Gónzalez, palmas y dos orejas.
Alejandro Quesada, oreja y dos orejas.
Destacar la labor de Luis Carlos Castellanos, poniendo las banderillas al primero y la excelente lidia al cuarto novillo que realizó con el capote.
Crónica: Juan Carlos Fresno
Galería fotográfica: © Manuel del Moral Manzanares
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