Corrida «In memoriam» en homenaje y recuerdo a José Cubero «Yiyo» que cuelga un nuevo cartel de «no hay billetes» en Las Ventas. Solo el peruano Andrés Roca Rey corta un trofeo en su primer toro.

Se ha celebrado en la tarde de hoy una corrida extraordinaria que la empresa Plaza 1 tituló “Corrida in memoriam de José Cubero «Yiyo”, diestro madrileño fallecido en Colmenar Viejo a consecuencia de una cornada en el corazón por «Burlero», que así se llamaba el toro,  el día 30 de agosto de 1.985.

La corrida de esta tarde en Las Ventas ha dejado bien a las claras la necesidad urgente de aplicar ciertas dosis de docencia taurina a muchos de los espectadores que de forma eventual han llenado en su totalidad los tendidos de la plaza. Está bien que la gente tome un interés especial en que la tauromaquia no decaiga en nuestro país, pero de ahí a que se convierta en un “guirigay” de improperios, e insultos entre los aficionados de unos tendidos y otros hay un abismo.

El problema viene porque una cosa es ser partidario de un torero y otra el fanatismo del que muchos hacen gala jaleando e incluso de forma exasperada cosas que no solo los más puristas sino incluso los aficionados más exigentes critican ciertas actuaciones de los toreros, mientras que los otros no solo no se limitan únicamente a aplaudir y vitorear lo que ellos consideran como algo extraordinario, sino que se enfrentan de manera irascible contra los que opinan de diferente manera y eso no debe ser así.

La tauromaquia tiene unos cánones y unas líneas básicas que todos deberían conocer y solo en función de eso se puede discutir o no las formas de llevarlas a cabo o de ejecutarlas aunque cada torero tenga su personalidad a la hora de interpretarlas, ahí radica todo, pues si se dice que los pilares fundamentales del toreo clásico son las verónicas, los naturales y la suerte suprema, luego cada matador tiene su sello personal a la hora de interpretarlas y es precisamente ahí, donde cada uno de sus partidarios escogen las que más les satisfagan, eso si hablamos de los pilares fundamentales, pero si hablamos de la gran variedad de suertes con el capote y la muleta, ahí es otra cosa pues a unos les gustaran unas más que otras y ahí radica la afición por seguir a unos profesionales más que a otros. Nadie está en posesión de la verdad absoluta, si a unos les gusta una cosa que aplaudan, pero si a otros nos les gusta, también están en su derecho de discrepar pero nunca llegar al enfrentamiento de unos con otros que igual puede llegar a una alteración de orden público, eso sí que no, porque si de algo debe presumir la fiesta de los toros es de que con un pequeño número de agentes de orden público basta para mantener la estabilidad y tranquilidad de los asistentes, cosa que no ocurre con otro tipo de espectáculo como puede ser el fútbol y todos sabemos de lo que estoy hablando, además lo que pase en los tendidos debe quedar en los tendidos sin llegar jamás a los insultos, faltas de respeto y mucho menos llegar a las manos. Si a usted le gusta aplauda y si no, pues silbe y aquí paz y mañana gloria. Lo que no puede ni debe permitirse es que uno de los toreros actuantes se enfrente a los aficionados de un tendido del que salían protestas contra su actuación como tampoco se debe consentir que su apoderado salga de su burladero del callejón para descararse y reírse desafiando a ese mismo sector y hablo concretamente de Roca Rey y de su apoderado Roberto Domínguez, espero que la autoridad competente haya tomado cumplida nota de los acontecimientos que para eso están D. Ignacio Sanjuán en el palco y D. Roberto Lucas como delegado en el callejón.

Se han lidiado en la tarde de hoy toros de la ganadería de Victoriano del Río (2º, 5º y 6º)  y Toros de Cortes (1º, 3º y 4º) que en definitiva vienen a ser lo mismo y que solo se diferencian por el hierro y los colores de la divisa, aunque tienen exactamente la misma procedencia y pastan en las mismas fincas. Su origen parte de la casta Vistahermosa para terminar con una amalgama de toros procedentes Luis Algarra, Jandilla, Juan Pedro Domecq Solís y Salvador Domecq “El Torero” que son los que forman la ganadería actual.

La corrida ha tenido una presentación un tanto desigual por cierta falta de remate de algunos toros pero que en definitiva  ha sido aceptable y que han dado un juego diverso a lo largo de sus lidias, destacando sobre todo el lidiado en primer lugar e incluso el cuarto aunque un poco por debajo del anterior, los demás no han respondido a lo que pudiera esperarse de ellos.

Julián López “El Juli”, Alejandro Talavante y Roca Rey que conformaban la terna de matadores se detuvieron al final del paseíllo acompañados de sus respectivas cuadrillas y demás actuantes en el festejo para guardar un minuto de silencio por el matador José Cubero “Yiyo” en memoria del cual se celebraba el festejo del día de hoy.

Abrió plaza un toro muy astifino, no muy rematado de culata y cuello cortito para que se encargara de su lidia y muerte El Juli que lo recibió con una serie de verónicas de mano baja rematadas con una media perfecta y al que el picador de turno no somete a un castigo excesivo ni mucho menos. El toro galopa con cierto son en el segundo tercio, brinda el matador al cielo para iniciar una faena ayudando al toro para intentar atemperar unas embestidas un tanto brusca y descompuesta, lo consigue el torero y el animal empieza a romper a mejor y lo pasa el diestro con ambas manos de manera un tanto acelerada que no llega a calar con fuerza en los tendidos. Estocada trasera y desprendida provocan una ovación después del arrastre.

Es el cuarto un toro largo con la cara más agradable pero que no ofrece condiciones como para el lucimiento con el capote y que en el caballo hace una pelea sosa dejándose pegar sin más. Se dobla El Juli en los primeros compases de muleta para después alargar las embestidas y conseguir con la mano derecha un par de series  con ligazón y profundidad. El toro saca casta y el torero aprovecha esa condición para conseguir una faena con pasajes de cierto interés  que culmina con media estocada trasera cobrada con su peculiar estilo y con algo de desprendimiento que remata con el verduguillo tras haber recibido un aviso. Ovación.

Alejandro Talavante ha sido en el día de hoy el más perjudicado en el sorteo. Su primer toro es un toro que muestra las palas por delante pero con buen cuello para descolgar, pero en los lances de recibo echa las manos por delante aunque en el caballo mete la cara abajo y sale buscando refugio en los adentros. Bonito inicio del extremeño con muletazos por bajo con una pierna flexionada para comprobar después que el toro no le ofrece ninguna posibilidad de lucimiento a pesar de intentarlo con las dos manos. Finaliza con la espada de pinchazo y estocada entera. Silencio del público sin más.

El quinto de la tarde tiene un esqueleto largo y hecho cuesta arriba, verónicas de salida de buena ejecución pero el toro no está sobrado de fuerzas y acude al caballo que hacía puerta para recibir el primer puyazo en una lidia un tanto desordenada. En el tercio de muleta tampoco el toro es un dechado de clase pues se frena en la pañosa e incluso cuando pasa se vuelve sobre las manos. Talavante trata de insistir pero el toro no responde en ningún momento y así no se puede hacer nada de relevancia. Estocada echando mano de su destreza, descabello y se acabó lo que se daba. Silencio de nuevo.

De nuevo vino Roca Rey y lleno absoluto para poder entretener a la Empresa a la hora de contar lo dejado en las taquillas.

Con él llegó el escándalo en los tendidos, el enfrentamiento y las discrepancias de unos y los parabienes exagerados de otros.

El tercero de la tarde era de justa apariencia de cara para lo que debe ser en esta plaza y que no puede ser lucido en el capote pues embiste con la cara muy alta. Derribo estrepitoso en su primera acometida al caballo y que en banderillas acusa tendencia a no querer desplazarse a los terrenos del centro.

Lo pasa el peruano a media altura con toques que no son suaves precisamente pero que poco a poco va llegando a los tendidos más bulliciosos y menos exigentes que jalean una labor que si no es de gran hondura, si es de aguantar miradas del toro y pasarlo unas veces más templadas que otras que provocan el delirio de los espectadores con los que no nos vamos a encontrar a partir de finales de mes hasta Dios sabe cuándo. Cercanías de Roca Rey y alardes de valentía pasándose el toro por la espalda en un palmo de terreno que ponen a los ocupantes de ciertos sectores de la plaza en pie, si claro a esos de la visita por un día. Estocada, descabello tras dos avisos, pañuelos al viento y ya estamos, como era Roca Rey pues oreja, si hubiera sido Perico el de los palotes pues ni pañuelos ni oreja, es lo que hay.

Vamos a por el último. Toro con musculatura, con buen cuello y de manos cortas al que la báscula debió pesar con algún defecto o se anotaron mal los resultados del pesaje.

Pocas opciones de lucimiento de nuevo para el limeño, pues la embestida no es clara precisamente pero en los dos tercios siguientes el toro galopa con mucha alegría. Estatuarios muy ajustados son el inicio de la labor muletera pero cuando se pone a torear con la diestra al animal le cuesta tener continuidad, a favor de la inercia el torero consigue muletazos con cierta ligazón, cuando se cambia de mano para trastear con la zurda y casi en el centro del anillo el toro le coge de fea manera por el pecho, el susto es de los grandes y cuando se va de nuevo a la cara del toro y aguanta los derrotes del de Victoriano del Río parte de los tendidos gritan eso de ¡Torero, Torero! quizás más para contrarrestar las protestas del sector más entendido que por los méritos artísticos del peruano, una provocación que incluso secunda el torero. Eso está feo D. Andrés que eres un profesional y debes respetar a todos los que pagan por ir a verte.

Finaliza la faena bajando mucho la mano derecha con el toro defendiéndose con derrotes que de nuevo hacen temer lo peor.

Metisaca con el acero, recado del palco, y media estocada consiguen que el toro se eche y de nuevo pañuelos en gran medida en los tendidos por parte de sus desorbitados seguidores. Afortunadamente el señor del palco no atiende la solicitud que de haber escrutado no sé qué habría pasado porque igual si había la mitad más uno. Vuelta al ruedo que no es poco premio. Toreros para el patio de cuadrillas y asistentes a la calle donde ya nadie se acordaba de quien había discutido con quien.

Y esto ha sido todo lo que ha dado la tarde de hoy a mi entender claro está.

El sábado día 17 volveremos de nuevo a nuestra querida y cada vez más devaluada plaza de Las Ventas con un espectador de excepción que ocupara el Palco Real, S. M. el Rey Felipe VI.

Ya les contaré como irá la cosa y la docencia. Mucha docencia que falta nos hace.

Crónica: Tomás Mata Menchero

Galería fotográfica: © Alfredo Arévalo (Plaza )