Gran corrida de Victorino Martín para cerrar San Isidro. Paco Ureña cortó el único trofeo de la tarde y resultó cogido de forma espeluznante en su primero. Emilio de Justo debió cortar un trofeo que el palco le negó. Tarde de nuevo de «no hay billetes»

El San Isidro 2.023 ha cerrado su feria taurina esta tarde en la plaza más importante del mundo, Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid.

La jornada no podía ser más taurina y disfrutada en mi caso rodeado de buenos amigos desde las 12`30 h. de la mañana en la que asistimos en la Sala Bienvenida de las instalaciones venteñas a un acto organizado por la Asociación del Toro de Madrid, como viene siendo habitual el último día de feria y que registró un “No hay billetes” espectacular de asistentes, contando además con la presencia de dos invitados de excepción como son Manuel Molés y Sixto Naranjo que analizaron su balance particular sobre lo que ha acontecido en el serial. Interesantísimo ha resultado el acto en el que se ha coincidido en que la auténtica triunfadora de la feria ha sido la empresa Plaza 1, pero no por la calidad de lo que han ofrecido a la afición en lo que a carteles y ganado se refiere, sino por la cantidad de dinero ganado a costa del desembolso económico que los espectadores han hecho pasando por taquilla con una política de precios desorbitados.

La corrida de fin de ciclo contó con la presencia de S. M. El Rey Felipe VI que presenció el festejo desde una barrera del tendido 9 y al que brindaron los dos matadores sus respectivos primeros toros de sus lotes.

Ha sido la corrida de hoy una auténtica corrida de toros y digo de toros, porque el encierro que ha traído la ganadería de Victorino Martín ha sido sencillamente sensacional de presentación, en la línea más pura de su encaste y de un comportamiento interesantísimo desde el primero hasta el último. Y cuando hay toros en el ruedo, la Fiesta rebosa de vida. No hace falta que el toro sea gigante, ni que la tablilla anunciadora diga que pesan una barbaridad, ni que si el toro de Madrid es así o asá, con que salgan acordes con el tipo y peso apropiado de acuerdo con su encaste de procedencia es suficiente y hoy los de la «A» coronada, han sido el ejemplo más claro, toros rematados, cinqueños todos, de lámina acorde con su origen de Santa Coloma por la vía del Marqués de Albaserrada, con guadañas asaltilladas espeluznantes y sus caras de listos con esa mirada que “acongoja” a quien se pone delante. Nadie ha perdido ripio de lo que pasaba en el ruedo esta tarde, había toros en la arena, en la arena de Madrid y con el toro, hoy sí, de Madrid que tanto hemos echado de menos durante casi toda la Feria. En cuanto a su comportamiento han destacado el tercer y cuarto toro por su clase, el sexto por su bravura, siendo el primero y el quinto los que más peligro han tenido.

Para enfrentarse a este corridón de toros, dos toreros muy de la afición de aquí y que iban a tratar de dar buena cuenta de los cárdenos que iban a salir por la puerta de toriles  en un mano a mano de muchísimo interés, siendo estos el matador de toros murciano de Lorca Paco Ureña y el cacereño de Torrejoncillo Emilio de Justo que ya había abierto la Puerta Grande en la corrida del 11 de mayo al cortar las dos orejas a un toro de Garcigrande.

Abrió plaza el torero murciano con un toro que no le dejó torearle con el capote y que como se quedaba muy corto se salió hasta los medios ganándole terreno sobre las piernas. Acude sin pensárselo mucho el toro al caballo del que sale andarín. Empieza Ureña por abajo la faena de muleta y que el toro no admite de buen grado quedándose muy cortito en sus embestidas, el toro empieza a darse cuenta de que el trapo rojo lo mueve alguien, desarrolla sentido buscando al torero hasta que consigue hacer presa, voltereta grande, Ureña queda a merced del animal entre las patas donde le pega una paliza pero sin llegar a calar con los pitones a pesar de emplearse el toro con mucha saña contra el murciano, pisotón en la frente donde se le aprecia un corte. Recompuesto el torero vuelve a la cara del animal que le vuelve a zarandear metiendo el pitón por la chaquetilla del murciano. Valiente el torero recibe otra voltereta al ejecutar la suerte suprema dejando una estocada entera que precisa de un descabello. Petición que D. José María Fernández desestima desde el palco y aunque el torero es instado a dar la vuelta al ruedo, este renuncia pues está sensiblemente mermado por la paliza recibida y queda todo en una fuerte ovación.

Recibe al segundo de su lote Ureña con unas verónicas que el toro le permite. En el caballo empuja solo con un pitón, entra Emilio de Justo por chicuelinas en su turno de quite. Con doblones empieza el matador el último tercio, el toro tiene clase y Paco Ureña consigue series de mucho mérito con la mano diestra. Con la zurda el toro no responde igual pero da unos naturales citando de frente perdiendo algunos pasos entre muletazo y muletazo. Coge de nuevo la mano derecha para torear con cierto temple sobresaliendo dos derechazos  llevando al toro circunvalando la figura del diestro. Estocada tras pinchazo que hace rodar al toro sin puntilla, hay petición de oreja que el presidente concede.

El quinto toro es una belleza de animal y recibe una ovación del respetable cuando se hace presente en el ruedo. Con el capote solo se pudo parar sin lucimiento pues a pesar de la buena tarde que hacía, climatológicamente hablando, en ese momento una brisa de viento impidió el manejo del percal.

Brindis del lorquino a su compañero cacereño  y comienza la faena muletera con el toro llevando la cara sin humillación ninguna y gazapeando constantemente haciendo tragar mucho al torero. Se mastica el peligro en los tendidos por la valentía del torero ante un toro que le ofrece pocas posibilidades de triunfo y además el toro vuelve a zarandear a Ureña que se mete en unos terrenos de cercanías con un arrojo propio de uno que estuviera empezando en esto. Con la espada coloca un pinchazo hondo en buen sitio en la suerte de recibir, el toro se traga la muerte y tarda en doblar, que dureza la de este animal, es por eso que Paco Ureña recibe dos avisos desde el palco pues es imposible intentar descabellar. Cae finalmente el y ovación para el matador.

Toreando sobre las piernas recibe con el capote Emilio de Justo a su primer oponente rematando en el centro de la plaza. En el tercio de varas el toro recibe un fuerte castigo. Tercio de banderillas, brindis al Rey e inicia con la muleta una serie de ayudados por bajo, muleta a la mano izquierda toreando con cierta relajación y basando casi lo más destacable de su labor con esa misma mano, el toro va perdiendo inercia y Emilio cambia a la derecha para dar una serie con cierto desmayo templando lo justo las embestidas del animal que va acusando el esfuerzo y quedándose más corto a medida que avanza la faena. Cambia el torero la espada de ayuda por la de acero y coloca una estocada de aceptable colocación que hace que salgan pañuelos en los tendidos cuando el toro dobla. Ovación al matador y bronca generalizada al presidente por no atender las demandas de la petición.

Es el cuarto de la tarde otro toro precioso de lámina que humilló en los lances de recibo. Daba gusto ver al toro como iba al caballo galopando con alegría recibiendo el picador una ovación por hacer lo que es su obligación, picar en el sitio.

El brindis de Emilio de Justo tiene una gran carga de emotividad y de detalle torero al hacérselo al sobresaliente de esta tarde Álvaro de la Calle que fue quien se hizo cargo de cinco de los toros que no pudo estoquear De Justo el fatídico día de su encerrona el pasado año y que sufrió un percance del que aún se le notan ciertas secuelas.

El toro tiene una clase extraordinaria y una movilidad que llega a los tendidos de una forma inmediata, pero Emilio tiene dificultades de manejo con la muleta porque el viento molesta de forma intermitente. El toro se desplaza largo haciendo el avión y con mucha clase, el toro es de mucha importancia pero el extremeño no acaba de verlo claro del todo, unas veces por el viento y otras por…, bueno pues porque no lo ve claro y ya está. Faena que se dilata en el tiempo, aviso, estocada baja y demasiado atrás, toro al suelo y gran ovación al de Victorino en el arrastre y la callada por respuesta a Emilio de Justo.

¡Ay el sexto que toro más serio! Y con 524 kilos, ¿para qué más si tiene un trapío que llena la plaza entera? Para ser un toro de Madrid basta con ser como este toro acorde con lo que debe ser su encaste pero así, como este que cerraba la feria.

El de Torrejoncillo lo lancea con el capote para sacarlo a los medios humillando el toro en sus acometidas de igual forma que hizo en el peto del caballo del picador. Dedicatoria a la concurrencia por parte de Emilio de Justo al iniciar la labor con la franela y sin probaturas inicia con la derecha una faena con muletazos templados, el toro transmite una barbaridad, tiene casta para repartir y la luce el animal exigiendo un toreo de mano baja que Emilio aplica solo de vez en cuando pues si le pones la muleta a media altura el toro protesta. Finaliza doblándose con el toro por abajo una faena un tanto incompleta  salpicada con pasajes algunos más importantes que otros con ambas manos que no alcanzan la continuidad que se podía esperar. Dos pinchazos y una estocada más baja de lo debida acaban con el encastado animal. Palmas para Emilio de Justo y gran ovación para el toro en el arrastre.

Punto y final de la Feria con el colofón de una corrida de toros de las que antaño nos tenía acostumbrados Victorino Martín Andrés (Q. E.P.D), cuando la ganadería estaba en sus manos y que Victorino Martín García,  hijo del anterior, nos ha hecho recordar.

Y esto ha sido todo por mi parte, perdón si he ofendido a alguien con mis comentarios durante todos los días que he manifestado mis opiniones durante el serial que hoy ha finalizado, pero no hago más que transcribir mi humilde opinión que por supuesto nunca será la verdad absoluta pero sí mi verdad.

Un saludo a toda la afición.

Crónica: Tomás Mata Menchero

Galería fotográfica: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)

Ficha del Festejo:

Hierro de Victorino Martín - España

Plaza de toros de Las Ventas. Último festejo de la Feria de San Isidro. Tradicional Corrida de la Prensa. No Hay Billetes. Toros de Victorino Martín, muy serios y homogéneos. Corrida muy fina, con toros degollados de papada y muy en el tipo del encaste. Encierro emocionante. Una alimaña el primero; con un buen pitón derecho el segundo; con clase sobre un gran pitón derecho el tercero; muy enclasado y completo el cuarto, que embistió por el pitón derecho gateando; peligroso el quinto y muy bravo el sexto. Saludó el mayoral de Victorino Martín al término del festejo.

PACO UREÑA, fuerte ovación tras petición (herido), oreja y ovación tras dos avisos.

EMILIO DE JUSTO, Fuerte ovación tras petición y bronca al palco; silencio tras aviso y palmas tras aviso.

Su Majestad El Rey, Felipe VI presidió la Corrida de la Prensa en una barrera acompañado del Ministro de Cultura Miguel Iceta y del maestro Paco Ojeda. Saludó el mayoral de Victorino Martín al término del festejo.