Confirmación de alternativa de Alejandro Marcos con un lote sin posibilidades y oreja para el toledano Tomás Rufo que roza de nuevo la Puerta Grande.

No ha sido la corrida de hoy de las que vayan a quedar en los anales de la historia ni tampoco en el ostracismo pues, aún con cuenta gotas, han habido cosas de todo tipo y para todos los gustos.
El encierro de hoy era de las ganaderías salmantinas de El Puerto de San Lorenzo reforzada con un toro del hierro de La Ventana del Puerto lidiado en tercer lugar.
Flojos de remos la mayoría, bien presentados pero de juego irregular destacando el enclasado sexto por humillación y profundidad, siendo primero noble y cuarto flojo de remos pero con buen fondo los mejores en líneas generales, el resto complicados y sin opciones.

Se presentaba en Madrid el salmantino Alejandro Marcos que recibió la confirmación de alternativa de manos de José María Manzanares y con Tomás Rufo como testigo. El confirmante se encargó de la lidia y muerte de los toros primero y quinto al ser más antiguo de alternativa que Rufo, retomándose a partir del tercer toro el orden de lidia por antigüedad.

Le correspondió al alicantino Manzanares un lote de características claramente diferenciadas, su primero un animal que no ofreció posibilidad alguna de lucimiento aunque el matador lo intentara, a su manera, era imposible sacar algo positivo y digo a su manera porque fue ponerse, probar y ya, porque el toro ni valía, ni nada de nada. Una gran estocada puso fin a su labor que el público ovacionó quizás más por la estocada que por el resultado artístico.
El cuarto tuvo otra historia diferente, Manzanares se puso la bata de enfermero para cuidar de un toro flojo de manos pero con muy buen fondo. Faena templada sin apreturas sobresaliendo dos cambios de mano lentos y larguísimos que enardecieron a los tendidos, pero esta vez Manzanares falló con lo que suele ser infalible pues dos pinchazos fueron el preludio de una gran estocada y todo quedó en ovación con saludos.

El confirmante Alejandro Marcos dejó a su paso por Madrid la impronta de su buen gusto sobre todo con el noble primero, pero seguramente no fue la tarde soñada por él, pues tampoco fue un toro que se entregará demasiado. Alejandro lo pasó con decoro con ambas manos y todo quedó en una labor aceptable sin más.
Si el primero del lote del salmantino al menos tenía nobleza, el quinto ni eso y encima fue el que más claramente mostró su mansedumbre y así es imposible. Eso sí, lo de la espada debe hacérselo mirar pues fue un auténtico mitin de lo que no se debe hacer con los aceros.

Completaba el cartel el toledano de Pepino, Tomás Rufo. Es este un torero que cuenta sus actuaciones por salidas a hombros desde que es matador de toros y casi también por cogidas o serios revolcones. En este último aspectos también hoy nos ha dado el gran susto de la tarde pues al realizar un quite por gaoneras al segundo toro del festejo, el toro se cuela de manera inesperada y una vez el torero en la arena hace por él con saña llegándole a pasar los pitones por el cuello y la cara, tanto es así que llegó a deshacerle el nudo del corbatín, ¡uf que momentos tan angustiosos!, pero salió ileso del trance aunque tras matar a su primer enemigo pasó a visitar al Dr. García Padrós.
Poco pudo hacer Rufo con su primer toro, pues no era el animal muy colaborador. Muletazo bueno, otro regular, uno bueno, otro medio malo, y vuelta a uno bueno. Así las cosas coge la espada y finiquita al toro con una estocada muy baja.
Pero sale el sexto que ya por hechuras era el que más honor hacía a su encaste de procedencia, vamos el más «atanasión» de toda la corrida. Derriba con estrépito al caballo hiriéndole, pero mete la cara en los engaños con clase y humillación, Tomás Rufo no deja escapar la ocasión y forma un lío con una faena de temple, algo que posee de forma innata este torero, profunda, de trazos largos, lentos y pases de pecho de pitón a rabo. Con la mano izquierda el nivel baja, vuelve a la diestra y aquello vuelve a subir, doblones largos por abajo, coge la espada y cobra un espadazo entero, casi, casi perfecto de colocación. Petición fortísima incluso de la segunda oreja y que el presidente sólo atiende a medias. Oreja para el toledano que aunque no haya abierto hoy la Puerta Grande ha cosechado un triunfo más de calado especial e importante.

Señalar de nuevo a Fernando Sánchez en un soberbio par de banderillas al sexto que puso en pie a toda la parroquia.

Esto ha sido todo por hoy.
Mañana más y mejor.

Tomás Mata Menchero

Aficionado y abonado del tendido 7

Fotos: © Las Ventas Plaza 1