La plaza de toros de Manzanares fue hoy testigo de lo real y lo palpable que resulta la cara y la cruz de la fiesta, al ser herido de gravedad Curro Díaz, mientras triunfaba con rotundidad el albaceteño Rubén Pinar con toros de Mollalta.

De nuevo volvemos a sentir un desgarro en la herida aun abierta que llevamos cada uno de los aficionados que amamos y queremos la tauromaquia, por las recientes tragedias de Víctor Barrio e Iván Fandiño. La tarde de ayer en Manzanares el torero jienense Curro Díaz sufrió un serio percance al ser prendido por el primer toro de la tarde resultando herido en la zona inguinal. La parte más dramática de la fiesta parece querer golpearnos con saña, arrojando en la pasada y presente temporada un balance de heridos que nos desgarra dicha herida, la cual vamos a tardar mucho tiempo en ver cerrada por completo.

Comenzó la tarde con cierta frialdad quizá por la escasa afluencia de público, que ocupó apenas una cuarta parte del tendido. Curro Díaz se abría de capa con lances de tanteo para generar el celo en la embestida del burraquito primero, algo atacado de carnes que no demostró grandes virtudes durante toda su lidia. En banderillas quiso ponerse por delante acortando en su embestida y en el capote no llegaba a entregarse a pesar de las manos bajas de Oscar Castellanos que “le invitó” a confiarse en el esfuerzo de llevarlo hacia delante. El brindis de Curro al público precedió a un trasteo en el que la reunión y las distancias eran tareas en las que andaba el de Linares muy entregado por conseguir meterlo en la canasta y robarle a aquello una embestida que no existía. Cuando fue capaz de llevarlo por el pitón izquierdo en varios naturales soltó un certero derrote el de Mollalta prendiendo al torero de muy fea manera por la zona inguinal, propinando en la paliza además un derrote en el rostro dejándolo K.O. sobre el ruedo. La postura del torero como sintiéndose herido hacían presagiar la cornada. El francés Juan Bautista se encargó de estoquear a este primero que nos ponía el nudo en el estomago una vez más.

Tras lo amargo del comienzo, el festejo transcurrió por la senda del triunfo con varios toros muy interesantes de Mollalta de los que Rubén Pinar se llevó la mejor porción traduciendo su actuación en un sonado triunfo. Al confirmarse la grave lesión de Curro en la enfermería se cambió el turno en segundo lugar para que no fueran continuas las actuaciones de los dos toreros restantes en el improvisado mano a mano. De esta manera en segundo lugar salió el que hubiera salido tercero, resultando por cierto el más bravo y de mejor condición del encierro de Mollalta, de trapío justito en las caras por ponerle un pero ya que la corrida, salvo el que abrió plaza como el lidiado en tercer lugar resultó noble dejando estar a gusto a los toreros y provocando importantes trasteos.

Ante su primero, Pinar se gustó a la verónica enlazando chicuelinas y rematando con una media en la boca de riego. Después del puyazo interpretó la verónica con rotundidad y mando llevándose el capote a la cadera en la media abelmontada. Brindó al público y comenzó por alto los primeros lances al de Mollalta que no paraba de embestir. Sonaba Manolete de dulce, a un tono medio bajo muy agradable para que surgieran los mejores momentos de la faena por el lado izquierdo. Naturales arrastrando media muleta, enganchados adelante y llevados hasta el final, exigiendo y apretando más al toro, que fue cuando demostró mayor virtud en su enclasada embestida. De ese listón no bajó el termómetro de la faena con unos finales en los que Pinar se gustó con torería. La estocada de buena ejecución algo desprendida hacían llegar el doble trofeo a manos del albaceteño. Mientras tanto en el tendido se buscaban noticias del estado de Curro al que el Doctor Masegosa ya estaba interviniendo con sus manos salvadoras.

El segundo del lote de Rubén también propició el triunfo con las virtudes de la movilidad y el buen fondo como principales factores. De salida salió acometiendo al percal que dibujó seis verónicas rematadas a una mano en los medios. En varas y banderillas nada reseñable y en la muleta de lo mejor, el comienzo, flexionando la pierna de salida saliéndose con torería y firmando por abajo. La tarde sin duda era ya de Pinar. El transcurso de la faena tuvo mejores momentos por el lado derecho que al natural, donde el animal reponía interrumpiendo la ligazón. Una estocada casi entera hacia flamear de nuevo los pañuelos de un público entregado a la actitud de Rubén Pinar hoy en Manzanares.

Al que cerró plaza lo saludó de rodillas con larga cambiada seguida de bonitas verónicas. Tras el poco contenido en varas, quitó por chicuelinas engarzadas con tafalleras y rematando con la media. Con los palos sería la cuadrilla de Curro Díaz la encargada en banderillear a este sexto. Aquí llegó uno de los momentos más importantes de la tarde ya que Oscar Castellanos iba a protagonizar un tercio de banderillas que levantó al público de sus asientos. Con lo vivido de manera reciente por este torero de Alcázar aquella tarde trágica de Teruel, por vivir hace tan solo una semana el serio percance de su compañero Pirri en Pamplona y con su matador en la enfermería con una grave cornada en la ingle, el alivio o simplemente cumplir el expediente habrían sido hasta lógicos en la manera de hacer la suerte, pero Castellanos se asomó al balcón en ambos pares, llegando casi a la perfección en el último par de poder a poder, clavando en lo alto, con la raza más fuerte que tienen estos hombres, que es la vergüenza torera y el valor de los toreros, sobreponiéndose a situaciones muy duras en el caminar de sus vidas cada tarde que se introducen en ese vestido de héroes sea de oro o de plata, para seguir creciendo al mismo tiempo que dignifican su profesión. Castellanos en señal de respeto saludó montera en mano desde el callejón a un respetable puesto literalmente en pie. Tras la emoción vivida en banderillas la faena de Pinar transcurrió por la vía de un toreo más populista de arrimón y desplante de cara a unos tendidos entregados al albaceteño y propiciado por el poco recorrido del noble toro de Mollalta. Una estocada algo desprendida al segundo intento harían sumar la quinta oreja en la tarde de Pinar.

El francés Juan Bautista tuvo en el tercero de la tarde a un toro castaño que se paró pronto y que no concedió recorridos ni intenciones de coger los chismes con entrega. Trasteo por tanto carente de emoción además afeado por el espadazo que hizo guardia. Al quinto lo intentó trajinar quizá con más posibilidades pero sin llegar a poder apretar. El final de su actuación por manoletinas y la estocada le hicieron cortar un trofeo de una de esas tardes en las que el francés mezcla la mala fortuna de su lote, así como su versión más fría que le lleva a ser un torero irregular.

Durante toda la tarde fuimos conociendo el estado de Curro Díaz, el cual fue intervenido en la enfermería por el doctor D. Pascual González Masegosa, cirujano jefe de la plaza de toros de Albacete, hoy por suerte en Manzanares y quien nos atendió amablemente a nuestro micrófono para explicar el alcance de la lesión.

Esta salida a hombros de Rubén Pinar no nos termina de dejar ese sabor de boca que dejan los triunfos, ya que de nuevo el amargor del percance y la cornada nos tocaba esa herida abierta a la que hacía mención al principio de esta crónica. ¡Gloria para los toreros que con su sangre hacen cada día mas real este escenario del ruedo, donde a pecho descubierto se juegan la vida todos los que se ponen delante de un toro!

 

Plaza de Toros de Manzanares. Corrida de Feria. Tarde calurosa.

Se lidiaron toros de Mollalta, justos de presencia por las caras y desiguales de hechuras. Destacó el juego del segundo, por movilidad, nobleza y clase. 1º, 3º y 5º deslucidos y 4º y 6º que se dejaron y permitieron el triunfo.

Curro Díaz (Rosa palo y oro): Herido en su primero.

Juan Bautista (Verde botella y oro): Silencio en el que mató por Curro, Palmas y oreja.

Rubén Pinar (Blanco y oro): Dos orejas, dos orejas y oreja.

Oscar Castellanos saludó montera en mano tras parear de manera soberbia al sexto.

Crónica : Víctor Dorado Prado

Galería Fotográfica. © M. del Moral

 

Parte médico emitido por el Doctor Masegosa:

En la enfermería fue intervenido Curro Díaz de «cornada en región inguinal izquierda, con trayectoria ascendente con dirección a retroperitoneal de 20 centímetros que produce disección de la arteria ilíaca en un trayecto de 12 centímetros. Presenta, además, herida en mentón».

Se interviene en enfermería con anestesia raquídea con ampliación de herida para comprobación de lesiones, limpieza de la misma, colocación de drenajes y cierre. Pronóstico grave. Trasladado a Albacete.