LA TARDE QUE “PUDO SER Y NO FUE”

La tarde en lo climatológico amenazaba lluvia y algunas gotas de las gordas cayeron justo antes de comenzar el festejo, grandes nubarrones se divisaban y se acercaban, pero los expertos hombres del tiempo como lo son los asiduos aficionados de Las Ventas, aseguraban que no iba a llover durante el festejo, pues las banderas estaban hacia la calle de Alcalá y no para dentro, y no fallaron en su pronóstico, la lluvia respetó la corrida. Estos sí que saben de esto y de toros también por supuesto.

Corrida internacional donde un torero español, otro francés y otro mexicano se iban a enfrentar a los astados de Fuente Ymbro cuya procedencia directa es Juan Pedro Domecq por la vía de  Jandilla ya que la vacada fue formada por los hermanos Fernando y Borja que heredaron de su padre Juan Pedro Domecq y Díez. Los lidiados esta tarde fueron de excelente presentación, armónicos de hechuras, rematados, bien armados y astifinos, de romana muy pareja, siendo los más complicados el segundo por su falta de celo y el manso sexto con demasiada tendencia a las tablas. Es de reseñar la tendencia tan exagerada que toda la corrida ha tenido de escarbar muchísimo.

Encabezan el paseíllo el jienense de Linares Adrián de Torres, el parisino de “La France” Juan Leal y el “hidrocálido” mexicano de Aguascalientes Leo Valadez.

Le correspondió al linarense Adrián de Torres en primer lugar un toro que ya desde que lo recibió con el capote marcó que su pitón más potable era el izquierdo. Pelea empujando en el peto del caballo metiendo los riñones. Quitó Adrián por chicuelinas pero el toro no es claro en sus acometidas y en una de ellas recibe una voltereta espectacular con la suerte de que el toro hace más por el capote que por el torero caído, entra Juan Leal en su turno de quites por tafalleras ejecutadas por el pitón izquierdo que es el de más posibilidades, Adrián debió tomar nota de esa condición del animal. Estatuarios del matador al inicio de su labor con la muleta y se dispone a torear con la diestra por donde el toro le avisa de que por ahí no, el torero insiste y viene otra fuerte voltereta haciendo el toro por él y librándose de una cornada de milagro. Insiste el torero en prolongar la faena en un alarde de valentía ejecutando manoletinas, suena un aviso, monta la espada y aunque esta cae un punto desprendida es suficiente. Petición por parte de un buen número de aficionados que D. Víctor Oliver presidente del festejo no estima suficiente. Vuelta al ruedo  que al finalizar el torero se dirigió a la enfermería para ser reconocido.

El segundo de su lote es un toro con cuello, cortito de manos y tocado del pitón izquierdo que se arranca bien a la llamada del picador pero no acepta la pelea de buen grado. En la muleta se pone protestón el animal y con tendencia a quedarse debajo, algún muletazo suelto sobre la mano izquierda y menos lucida su labor con la derecha que no llega a los aficionados pues además se extendió en demasía. Pinchazo, estocada tras aviso y tarea finiquitada. Silencio.

Que el torero galo Juan Leal es un torero que le salga el toro que le salga siempre busca su estilo de tauromaquia en las cercanías es de sobra sabido por los aficionados y hoy no iba a ser un día especial.

El primero de su lote se frena en el capote de salida, el toro es guapísimo, pero apenas humilla y en banderillas aprieta de lo lindo para los adentros. Juan coge los trastos en el último tercio, brinda al respetable y se pone de rodillas llamando al toro desde el centro, pero este dice que nones, que allí no quiere ir y el matador se va al tercio y de la misma guisa, es decir de rodillas, comienza su faena muletera. Ya erguida la postura, bueno lo de erguida es un decir, pues se inclina demasiado a la hora de hacer los embroques con el animal, el toro no empuja, se frena y mete con frecuencia la cara entre las manos y lo que todos imaginábamos. Arrimón del parisino que en otras plazas igual gusta pero aquí no. Estocada atravesada hasta la mitad del acero suficiente para que el toro doble. Silencio.

El quinto de la tarde no tiene mucha entrega al ser recibido con el capote. Es un toro largo, con unos pitones que dan miedo por grandes y astifinos que hace buena pelea en el caballo con la cara muy abajo. El tercio de quites tiene mucho interés, “caleserinas” de Valadez y réplica de Juan Leal por “gaoneras” muy ajustadas.

De nuevo el galo de rodillas con la muleta da un pase cambiado y quiere seguir toreando con las rodillas genuflexas pero el toro se niega a seguir la franela, es noble el animal y quiere embestir pero con mucha sosería y vuelta de Juan Leal a su casa de cercanías, arrimón de nuevo, de nuevo un tanto pesado y aviso desde el palco. Entra el torero a matar por derecho y se encuentra en el trayecto con la cara del animal que le pega un palizón en el suelo después de librarse de un momento que pudo ser terrible al verse colgado por la axila. Estocada y palmas.

Leo Valadez ha gustado esta tarde en Las Ventas donde con el capote ha mostrado una autentica facilidad de manejo del percal de forma muy variada, destacando las “gallosinas” en su primero y las ajustadísimas “zapopinas” al sexto, inventadas estas últimas por el diestro mexicano El Zapopán y que aquí puso de moda Julián López “El Juli” y por eso algunos las llaman “lopecinas”.

A su primero lo recibe el matador con unos lances de recibo variados, humilla el toro y aunque tiene tendencia a irse suelto tiene buena condición que aprovecha el diestro al inicio de la faena de muleta llevando al animal largo y templado por abajo. Buenas series con la derecha, la labor va tomando cuerpo pero por el pitón izquierdo la cosa no es igual. Vuelve a coger la muleta con la diestra y remonta de nuevo la labor que finaliza con manoletinas limpias de rodillas antes de coger la espada. Se va detrás del acero muy recto, es volteado pero cobra una estocada desprendidilla que hace que afloren los pañuelos. Oreja.

El sexto y último toro de la corrida tiene cosas de mansear de salida pero se va como una exhalación al caballo aunque no empuja con demasiada entrega. El de Fuente Ymbro marca tendencia de irse para las tablas cada vez que tiene ocasión y persigue al banderillero Curro Vivas hasta meter la cara asomándose al callejón.

El toro parece haberse asustado y muestra aflicción, el torero mexicano lo intenta de todas las maneras posibles pues la Puerta Grande estaba a medio abrir pero la cosa es imposible aunque él pone templanza pero no hay nada que hacer. Estocada que algunos califican de desprendida al primer intento pero que es algo más abajo donde cayó. Ovación. La Puerta Grande seguirá esperando.

Las cuadrillas han estado bastante bien durante toda la tarde destacando la lidia de Curro Javier en el primero que además se desmonteró al parear al cuarto. Marc Leal hizo lo propio tras banderillear al segundo de la tarde y especial mención merece Alberto Sandoval que recibió una gran ovación al picar al cierraplaza.

Esto ha sido todo por hoy. Mañana día de descanso y el martes espero que sea más y mejor.

Crónica: Tomás Mata Menchero

Galería fotográfica: © Alfredo Arévalo (Plaza1)