En la coqueta plaza de toros de Arenas de San Juan se dieron cita a las siete de la tarde la gran mayoría de habitantes de la localidad, ya que cuenta con un censo de población en torno al millar de habitantes, que viene a ser la capacidad del aforo de unos tendidos que registraron una muy buena entrada. Con el calor autentico taurino del sol y moscas, en plenas fiestas patronales en honor a San Bernabé Apóstol, se han lidiado seis toros de Guadalest, procedencia Nuñez-Torrestrella con diversos aunque interesantes comportamientos. La presencia de algunos de ellos presentaban pitones en muy mal estado, que dan pie al comentario de propios y extraños y que no deben de ocurrir. Destacaron segundo, que tuvo movilidad y transmisión, quinto, bravo en la vertiente enclasada de la embestida del toro de Núñez y sexto, también bravo aunque en la vertiente enrazada de Torrestrella.

Víctor Puerto se llevó el peor lote de la tarde y anduvo voluntarioso con el feuco primero, al que trasteó de la manera más decorosa posible ya que el animal era un autentico “morucho” embistiendo. Lo mejor, las verónicas del quite y la gran estocada sin puntilla que le sirvió para cortar una oreja. Mejores hechuras presentaba el segundo de su lote, apretado de carnes, que de inicio hizo presagiar esperanzas. Brindó este toro Puerto a la periodista Verónica Zabala de la Serna, y a sus dos niños, quien recogieron la montera con la sonrisa de la ilusión de quienes seguro serán buenos aficionados por aquello de que “de casta le viene al galgo”. Se apagó pronto el que hizo cuarto, quizá acusando la voltereta en los primeros tercios. A pesar de ello, Víctor Puerto supo hilvanar momentos de lucimiento que llegaron a los tendidos y que a pesar de los dos pinchazos en la suerte natural, consiguió enterrar el acero en la suerte contraria consiguiendo el segundo trofeo de su tarde.

El francés Juan Bautista no se confió en ningún momento con el segundo de la tarde, que tuvo un comportamiento interesante por aquello tan necesitado hoy en día que es la movilidad. No terminó de encontrarse agusto el torero y la cosa quedó en nada, escuchó silencio. Sin embargo en el quinto se pudo ver la mejor versión de Bautista ante el gran toro que hizo recordar eso de “no hay quinto malo”. Toreó con gusto, dejando detalles del buen corte de torero que posee, en varias tandas llevó toreada la enclasada embestida del de Guadalest. Hubo detalles toreros al final de las series y solo la rúbrica ya merecía premio. Soberbia estocada en la suerte de recibir que lo hizo rodar sin puntilla. Dos y rabo para el de “la camarga francesa” y vuelta al ruedo al toro.

Octavio Chacón “El Payo” es un torero en proyección que llega a España tras una activa y exitosa campaña americana. Posee facultades de torero valiente y una buena expresión corporal que lo hacen un torero interesante. Con el primero se pegó un arrimón ya que el animal se paró pronto y demostró encontrarse agusto en esos terrenos. Ante el que cerró plaza se encontró con un bravo toro cárdeno, entrepelado, salpìcado y colocado de pitones. Algo más alto que sus hermanos pero que humilló y embistió con importancia a los trastos. No era fácil, porque la raza y la casta cuando aparecen presentan dificultades, y cuando El Payo lo llevó embebido el animal respondió con emoción en las embestidas dejándole expresarse en varios muletazos de buen trazo por el lado derecho. Al entrar a matar lo prendió por la chaquetilla de manera desagradable pero sin consecuencias. Entendiendo las dificultades de estos para desempeñar su labor por la falta de callejón de la plaza, algunos integrantes de las cuadrillas (ayudas y mozos de espadas) invadieron el ruedo en un feo gesto, que no respetó la muerte de bravo que tuvo el animal, y que cerraba una tarde interesante y entretenida donde los tres toreros salieron a hombros.

Plaza de Toros de Arenas de San Juan. Tres cuartos de entrada en tarde calurosa.

Se lidiaron seis toros de Guadalest, desiguales de comportamiento, destacando, segundo, sexto y quinto al que se le dio la vuelta al ruedo.

Víctor Puerto (Blanco y oro): Oreja y oreja

Juan Bautista (Gris plomo y oro): Silencio y dos orejas y rabo

“El Payo” (Grana y oro): Oreja y oreja

Los tres toreros salieron a hombros.

Crónica. Víctor Dorado Prado

Fotos: Manuel del Moral Manzanares