Interesante novillada de Los Maños que tuvo de todo y se impuso a la terna novilleril a la que le faltó oficio.

Había expectación en los tendidos por ver la novillada que la ganadería de Los Maños traía a Madrid después del fiasco que supuso el rechazo de los toros que se trajeron para ser lidiados en corrida dominical de temporada y también el interés por ver lo que los actuantes fueran capaces de hacer con este tipo de animal que siempre despierta el interés de los aficionados de esta plaza.

Habrá quien tenga opiniones diferentes a la que yo pueda tener, hasta ahí podríamos llegar, pero fiel a mis principios, voy decir lo que bajo mi punto de vista ha ocurrido esta tarde y es ni más ni menos que los pupilos del hierro titular han estado bastante por encima de la terna, dicho de otra manera, los novilleros no han podido o no han sabido por donde meterles mano a un encierro con mucho picante, dificultades y que necesitaba manos firmes y mucho poder para salir airosos del trance.

La novillada de Los Maños estuvo bien presentada en líneas generales, hay quien decía que los lidiados en primer y segundo lugar no tenían el trapío mínimo para esta plaza, pero este tipo de animal es, zootécnicamente hablando, un toro recortadito, con poca caja, de romana corta aunque con mucho nervio, con cornamenta poco exagerada abriendo un tanto la cara y con picante a la hora de acudir a los engaños y una característica muy especial y es que se van como posesos a por el personal que deambule por el ruedo sin defensa ni trastos en las manos e incluso sorteando a quien sea a su paso con tal de llegar a su objetivo, sea cual sea la distancia a la que se encuentre. Es por eso que hemos visto carreras dignas de ser alabadas en cualquier encierro de las calles.

Su procedencia de Santa Coloma se notaba en las hechuras de algunos pero ha predominado quizás más la vía de Buendía y Pablo Mayoral con toques vazqueños en sus pelajes por el goterón de Veragua que aún puedan tener.

Me gustó el primero de la tarde que tuvo cierta clase, complicado el segundo e imposible el lidiado en último lugar. Se les dio en exceso en el caballo pero ninguno mostró debilidad doblando las manos  a lo largo de su lidia.

Encabezaban el paseíllo en tarde ventosa de nuevo Diego García, Christian Parejo, que hacía su presentación y Mario Navas, en sustitución de Marcos Linares herido de gravedad el pasado domingo en Sevilla.

El director de lidia Diego García, venía por cuarta vez a  Madrid y de haber saboreado una salida por la Puerta Grande de Las Ventas en su presentación el pasado año con un novillo de Casa de los Toreros, pero hoy era otra cosa.

Con el capote pegó unas verónicas de buena factura para parar a su primero. Entró en turno de réplica, también por verónicas, a un quite de Christian Parejo por tafalleras. Ya con la muleta y sobre la mano derecha dio un par de tandas un tanto despegado y citando al hilo del pitón pero de mano baja. Con la izquierda lo intentó, pero el novillo por ahí dijo que “coles” y vuelta a la diestra hasta que el animal se aburrió y empezó a desentenderse de la pelea. Dos pinchazos, estocada y dos golpes de verduguillo necesitó el de San Sebastián de los Reyes para acabar con el novillo. Aviso y silencio.

El segundo de su lote al que también paró por verónicas apretó y cobró de lo lindo en el caballo. Salió arrollando en el siguiente tercio, haciendo correr de lo lindo a los banderilleros.

Empezó el tercio de muleta por abajo, pero una vez iniciada la segunda tanda de muletazos sobre la mano derecha el novillo sale suelto y buscando las tablas. Fue desarmado al intentar el toreo al natural y se va a por la espada con la que acierta después de varios pinchazos, recogiendo al término de su labor lo mismo que en su primero.

Christian Parejo  se presentaba en esta plaza con la fecha de su alternativa en el horizonte  marcada para el mes de agosto. A tenor de lo visto hoy no sé si es demasiado prematuro el ascender de escalafón, sus mentores sabrán, el chiclanero ha mostrado al menos firmeza, aunque debe mejorar en estos tres meses que faltan para poder moverse en las arenas de los matadores de toros.

Lo más destacado de la labor en su primero fue la forma de parar al toro con la rodilla genuflexa por lo limpio y templado que llevó el capote delante de la cara del novillo.

Al empezar su faena sufrió una voltereta de las gordas al dar unos estatuarios y que a juzgar por lo que el novillo venía marcando en los tercios anteriores, no era la forma más idónea de comenzar. Plantó cara al novillo con más voluntad que acierto por ambos pitones, pero aquello no funcionaba de la forma deseada por nadie y cogió la espada después de la dura prueba a la que le sometió el de Los Maños que exigía más poder. Estocada después de dos intentos previos. Dos avisos y silencio.

El quinto novillo de la tarde, un toro en toda regla, acudió con gran presteza a las huestes montadas y tratan de dosificarle el castigo pero el animal empuja y se queda con ganas de más.

No está mal el novillero en los comienzos de faena dejándole la muleta siempre puesta sobre la mano diestra e incluso llega a conducir alguna embestida hasta atrás con cierta seguridad. Con la izquierda trazó algún muletazo de buena factura para finalizar con unas manoletinas de ejecución un tanto dudosa. Cobró una estocada caída y trasera al segundo intento que necesitó de dos descabellos para finiquitar al animal. Aviso y palmas pero poquitas.

El vallisoletano Mario Navas que como he mencionado antes sustituía al maltrecho Marcos Linares, se encontró con un primer novillo de su lote muy bonito de hechuras y que le avisó de salida que su pitón izquierdo no iba a ser el más potable al colarse siempre por él.

Su labor muletera comenzó con doblones por abajo como exigía al novillo pero hay que provocarle mucho las embestidas y aunque lo probó por ambos pitones, los asistentes al festejo nunca conectaron con la faena pues además miraban constantemente sus relojes porque se acercaba la hora del partido de semifinales de La Champions entre el Manchester City y el Real Madrid y muchos querían verlo. Cogió la espada el pucelano y tras dos pinchazos de fea colocación cobró una estocada no mucho mejor. Aviso, todos callados y estampida desde los tendidos aunque quedamos bastantes porque hubo buena entrada al principio.

El sexto fue el peor de la novillada, el garbanzo negro que cogió al novillero al intentar torear a la verónica de salida. La cogida fue  muy aparatosa, dramática incluso, la taleguilla del novillero quedó destrozada y el novillero es trasladado al callejón donde las asistencias tratan de comprobar si va herido y al ver que no hay daños importantes, le recomponen la taleguilla con vendas y esparadrapo como hicieran  los egipcios con sus momias y visiblemente mermado de facultades vuelve a la cara del novillo que le niega el pan y la sal y decide el animal no aceptar ni un solo pase. Intentó Mario machetear al novillo, pero algo tan torero como es hacer ese tipo de lidia no entra en el repertorio de los novilleros modernos ni saben hacerlo. Pinchazo, estocada, novillo al suelo y novillero que se va a la enfermería por su propio pie quejándose mucho del brazo izquierdo. Silencio.

Destacar la lidia de Curro Javier que además se desmonteró junto con Vicente Herrera pareando al quinto de la tarde.

Y esto ha sido todo por hoy, mañana más y mejor y atentos todos que vuelve Morante, el del rabo en Sevilla e inédito en su primera comparecencia “isidril”, bueno y El Juli y Tomás Rufo también, no se enfaden.

Crónica: Tomás Mata Menchero

Galería fotográfica: © Alfredo Arévalo (Plaza1)

Ficha del Festejo:

Hierro de la ganadería de Los Maños

Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Séptimo festejo de la Feria de San Isidro y primera novillada del ciclo. Dos tercios de entrada. Tarde ventosa. Novillos de Los Maños, bien presentados.

DIEGO GARCÍA, silencio tras aviso en ambos.

CHRISTIAN PAREJO, que hacía su presentación en Las Ventas, silencio tras dos avisos y ovación tras aviso.

MARIO NAVAS, que sustituía a Marcos Linares, silencio tras aviso y silencio.

Se desmonteró Curro Javier tras parear al quinto.