Comienza una gran feria taurina de la Virgen del Prado 2016 con un cartel denominado “de campanillas”. Tres toreros que despiertan una gran expectación allá donde pisan harán el paseíllo en la primera de abono.

Se anuncian seis toros de “El Vellosino”, ganadería debutante en nuestra plaza. Hierro conformado con reses procedentes de la anterior vacada de D. Manuel San Román de Valdés, que en 1970 ya adquirió vacas y sementales de D.Antonio Arribas, procedencia Juan Pedro Domecq. En el año 2.000 pasa a formar parte de los actuales propietarios, que mantienen dicha procedencia. Un toro con presencia para lidiar en todas las plazas del mapa taurino, y con unas características en su comportamiento muy del gusto de las figuras, ya que en su selección se elige la calidad y la clase de embestir, sin dejar de lado la movilidad que transmita como valores más destacados.

Abrirá cartel un arrollador “Juli” que viene de un fin de semana donde por tres veces hizo el paseíllo entre sábado y domingo. En la matinal del domingo en Dax plantó cara a los dos gallos de la temporada (López Simón y Roca Rey) saliendo a hombros junto a ellos. Por la tarde del mismo día, protagonizó una de las tardes mas esperadas de la temporada frente a José Tomas en San Sebastián, resultando triunfador el de Velilla de San Antonio con dos orejas, y el día anterior acompañó a Perera a hombros con tres orejas en Gijón. Un fin de semana que sirve de ejemplo de lo que es Julián López “El Juli”, siempre en pie de guerra, y siempre queriendo tener agarrado un “Palermo Dorado” que sea el que manda en el escalafón.

El 19 de agosto del 2006, fue el último paseíllo de José María Manzanares en esta plaza, por lo que la expectación de volver a ver al alicantino es tremenda. Tras diez años sin pisar el ruedo del coso manchego, hace su reaparición en Ciudad Real el que sin lugar a dudas ha protagonizado la faena de la temporada en Madrid. Todo aficionado recordará por siempre la faena de Manzanares al toro “Dalia” de Victoriano del Rio, resultando triunfador de San Isidro y por ende de la temporada. Un torero en un momento extraordinario, el mejor de su carrera, una vez superada la pérdida de su padre, se afianza como un torero capitán de la expresión corporal más exquisita del toreo actual, candidato siempre al mejor toreo de capa, mariscal de un empaque verdaderamente único con la muleta, y dueño de un trono de los aceros, por su manera de ejecutar la suerte suprema.

Alejandro Talavante cierra el cartel de esta primera de abono, con la aureola del torero más regular durante la presente temporada. Además se ha asentado en una difícil expectación sobre el público, por ser el torero más artista y sorprendente de la actualidad, improvisando siempre sin perder la pureza de una tauromaquia donde la delicadeza y lo sutil, imperan como armas. Toda la “magia” que reúne Talavante en sus muñecas va acompañada de un valor que siempre ha tenido este torero, y dicho conjunto lo hacen ser la figura más destacada de los toreros que hoy en día ocupan los diez primeros puestos del caché taurino. Su mejoría y momento actual con el capote, y su “muñecazo” con la izquierda donde parece vaciar las embestidas al natural como ninguno, tienen como único enemigo, la regularidad con la espada, de un torero único y diferente.

¡Que Dios Reparta Suerte!