La segunda de abono de la Virgen del Prado combina un tres en uno muy interesante. Por un lado la nueva comparecencia de “El Fandi” que cuenta con muchos partidarios en esta plaza, uno de los triunfadores de la pasada feria como el francés Sebastián Castella y la presentación de uno de los jóvenes matadores de toros que hoy en día están consiguiendo abrirse paso entre los carteles de la figuras por todas las ferias como el madrileño López Simón.

Se lidiarán seis toros de la ganadería de Alcurrucen, muy próxima a Ciudad Real, a escasos más de 30 km y que sobre el papel acude a la feria de la capital manchega con una corrida muy pareja y bien presentada. Toros que cierran las caras muy en tipo de la ganadería, con variedad de pelos, y con varios toros de la famosa reata de los músicos. El hierro de los Lozano triunfó de nuevo en Madrid, lidiando a uno de los toros más importantes de la pasada feria de San Isidro, “Malagueño” desorejado por David Mora. Esperemos que su reaparición en Ciudad Real después de varios años sin lidiar sea un reencuentro de bravura y espectáculo.

El Fandi es un torero bullicioso, con una tauromaquia muy personal, muy del gusto de la plaza manchega, donde el espectáculo en el tercio de banderillas tira del carro de un torero que maneja con gran facilidad el percal, y que tiene en la muleta quizá su punto menos relevante. De nuevo el granadino conectará con los tendidos del coso de Juan Pérez Ayala en una nueva temporada del incombustible torero-banderillero.

El pasado año y ante un toro de jabonero de Torrealta, Sebastián Castella iba a protagonizar una faena importante que le llevó a ser uno de los triunfadores de la pasada feria. Un 2.015 en el que el francés se erigió como uno de los que mandó durante todo el año, debido al sonado triunfo en Madrid con el toro “Jabatillo” precisamente de Alcurrucen. Durante la presente campaña la senda de triunfos sobre todo a comienzos de temporada en las plazas que marcan la temporada no han surgido con fuerza, aunque el torero mantiene una fidelidad a un concepto personalísimo de tauromaquia que lo hacen siempre ser un torero con una expresión muy marcada, que en Ciudad Real siempre se ha valorado con gusto.

Cierra cartel uno de los “gallos de la temporada”. En paralelo con el peruano Roca Rey está llevando a cabo un asalto al trono del escalafón por la vía de jugársela tarde tras tarde, exponiendo y arreando muchísimo. La expresión de serenidad que puede verse en el madrileño contrasta con los terrenos que está pisando, fiel a un concepto que busca la pureza y la gran dificultad de pasárselos muy cerca. En San Isidro acompañó a hombros al gran triunfador, Manzanares, la tarde de la Beneficencia en un claro ejemplo de lo que viene siendo su temporada, luchar entre las figuras para abrirse paso y nunca quedarse atrás.

¡Que Dios reparta suerte!