Nueva tarde decepcionante en Las Ventas donde confirmó Christian Parejo. La terna se estrelló ante una corrida sin raza y desclasada de La Ventana del Puerto y Puerto de San Lorenzo.
“Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible” que diría el Guerra.
La tarde no podía tener más alicientes en función de lo que anunciaba el cartel de hoy pues venían dos toreros muy del gusto de esta plaza a reivindicar su sitio en el escalafón, toreros con un poder y una tauromaquia en sus manos muy especial y un confirmante que ya había dado muestras de su clase en anteriores comparecencias en la capital del reino donde en una de las novilladas nocturnas llegó a cortar una oreja a un novillo de Torrehandilla e incluso pagó con sangre su último paso como novillero por estos lares.
Todo parecía ir a favor de obra en las ilusiones de los que en casi la totalidad llenaron los tendidos pero amigos, faltaba la salsa más importante que era saber lo que pudieran dar de sí los toros que saltaran a la arena pertenecientes a la ganadería de la Ventana del Puerto y Puerto de San Lorenzo el cuarto de la tarde y que al fin y a la postre fueron los que dinamitaron la tarde.
La corrida de la ganadería salmantina formada con una mezcolanza de líneas ganaderas y de diferente conformación de hechuras siendo estas a saber de Fonseca hasta El Torreón de origen Jandilla por lo tanto procedente de una de las ramas de Juan Pedro Domecq y cruzadas además con sangres de Lisardo y Atanasio, un producto de laboratorio en definitiva y que ha dado como resultado según lo visto en la tarde de hoy una corrida de desigual presentación pues algunos se veía su procedencia de Aldeanueva, El Pilar, otros de El Torreón y otros que cualquiera sabe y en base a esto algunos no entendíamos la labor que había realizado el equipo de veterinarios en el reconocimiento mañanero aprobando algunas de las reses que nos colaron en el festejo por su falta de trapío y remate aunque eso sí lo tapaban sus caras y eso que algunas eran demasiado lavaditas también. Descastados, sosos, sin raza, sin fondo, sin fuerzas, sin clase, sin entrega y unos cuantos “sines” más es lo que ofrecieron los de La Ventana del Puerto al igual que el lidiado en cuarto lugar que era del Puerto de San Lorenzo y ante eso pues nada de nada puede ser lucido.
Sebastián Castella el torero de Beziers de la France, Daniel Luque el sevillano de Gerena y el confirmante chiclanero de Cádiz Christian Parejo fueron los encargados de enfrentarse a los toros salmantinos que si no hubieran venido, me refiero a los toros, cuanto habríamos ganado.
Confirmaba esta tarde Christian Parejo de manos de quien fuera también su padrino de alternativa Sebastián Castella y además en el pueblo natal del maestro francés. Le corresponde por lo tanto hacerse cargo al de Chiclana de la Frontera la lidia y muerte el primer y último toro del festejo. El primer toro de la tarde es un animal hecho cuesta arriba, amplio de sienes, astracanado y bizco del pitón derecho al que Parejo recibe por delantales alternados con alguna chicuelina de buena ejecución. En el caballo mete los riñones empujando en el primer encuentro aunque se repucha en el segundo. Quita Castella por gaoneras en su turno de quites al que replica Christian por tafalleras, galopa el toro en banderillas.
Con pases cambiados por la espalda inicia su faena Christian Parejo tras la ceremonia protocolaria de la confirmación, serie que remata con un extraordinario pase de pecho, le da distancia al toro que demuestra cierta clase pero muy justito de fortaleza y con una gran relajación y confianza por parte del confirmante da una tanda de derechazos llevando al toro muy templado aunque al animal le cuesta seguir el engaño cuando el matador lo intenta con la zurda. La faena resulta aseada y limpia, quizás la mejor de todos los que hemos visto confirmar últimamente. Acaba de estocada con cierta travesía, recibe un aviso de parte de D. José Luis González González, Presidente de la corrida en el día de hoy, se echa el toro y recibe el torero una ovación del público como premio a una labor muy pulcra y con un relajo muy de torero.
El cierraplaza es un toro muy serio con mucha caja y largo que no se emplea en el capote del torero y que en el caballo empuja con los riñones y con la cara abajo para después meter en aprietos a los banderilleros persiguiéndoles hasta las tablas.
Ya con la muleta en la mano se ve que el toro no tiene entrega y cuando acomete a la franela lo hace con mucha brusquedad pero Christian se muestra firme hasta que el toro se va aburriendo pese a lo cual el chiclanero se entretiene demasiado en la cara del toro prolongando una faena que al final no le va a reportar lucimiento alguno lo que le recrimina un sector del público. Al final se decide a cambiar la espada de ayuda por la de acero y consigue una estocada desprendida para recibir un recado presidencial antes de que el toro doble. Silencio.
Afrontaba Sebastián Castella su segundo y último compromiso del abono pues aunque le queda otra comparecencia esta será en la corrida de la Beneficencia, fuera de abono por lo tanto.
Cinqueño es el primer toro que le ha correspondido en suerte, justito, pero que muy justito de trapío, con poca expresión que no muestra ninguna codicia en el capote que le ofrece el francés y por si fuera poco manifiesta justeza de fuerzas y que en el caballo mansea claramente lo que hace que surjan protestas del respetable.
Inicia Sebastián el último tercio con obligados por abajo genuflexo pero quizás tarda demasiado en sacarlo para los terrenos más alejados de las rayas y cuando lo hace consigue una serie de muletazos con la mano derecha con cierta limpieza conduciendo las embestidas con temple, las series son cortas y eso no llega a los tendidos ante lo cual el de Beziers se mete entre los pitones en un lugar de cercanías para terminar con un desplante tirando la muleta. Un aviso del palco precede a unas manoletinas tras las cuales monta la espada y de media en buen sitio acaba con el toro. Ovación que saluda desde el callejón.
El cuarto es el de más peso de la corrida aunque es suelto de carnes, un toro alto algo destartalado que embiste de forma muy informal en el capote y muy descompuesto al que se le da fuerte en el tercio de varas del que sale con la cara por las nubes y sin celo alguno.
El toro tiene el recorrido muy corto en los primeros compases de muleta y además no ha corregido las descompuestas embestidas de las que venía haciendo gala y con una mano que aparenta tener lesionada aunque se nota poco, embiste siempre con el pitón de fuera y así es imposible a pesar de los intentos de Castella para justificar el que haya brindado al público su labor pero no hay nada que hacer. Pinchazo y media estocada dan con el toro en el suelo y ya está. Silencio.
Se esperaba con inusitado interés la presencia de Daniel Luque entre otras cosas por la lucha que al parecer tiene con Roca Rey fuera de los ruedos y ver lo que ayer pasó con el diestro peruano en esta plaza.
Sale por la puerta de chiqueros el tercero de la tarde, un toro rematado, con cuello y buena expresión. Anda de costado en los primeros compases capoteros y con cierta frialdad. En el caballo pelea discretamente empujando siempre con la cara por encima del estribo del picador en el primer puyazo y algo más humillado en el segundo encuentro. Galopa el toro en banderillas y eso lo aprovechan tanto Iván García como Jesús Arruga para lucirse en ese tercio.
Con la muleta inicia Luque exigiendo al toro de forma genuflexa y con el poder que tiene el de Gerena con la pañosa y como el animal tiene poca fuerza rara es la serie en la que el toro no pierde las manos al final y eso que apenas se entrega lo que hace que la faena se vaya diluyendo en un quiero y no puedo pues no se puede ni ligar ningún muletazo y mucho menos lucirse. De estocada entera atravesada que necesita de tres golpes de verduguillo acaba el torero con el toro no sin sufrir un fuerte arreón al intentar sacar la espada de la anatomía del animal. Silencio.
Es el quinto de la tarde un toro lavadito de cara, fino de hechuras, alto y largo que se gira al contrario cada vez que Luque le pasa con el capote que hace pelea, por decir algo, sosa sin más empujando poco. Entra Christian Parejo en su turno de quites y lo hace por chicuelinas de buena ejecución. Arrastra algo lo cuartos traseros en sus desplazamientos el de La Ventana del Puerto en embestidas sin entrega alguna aunque con cierta clase.
En la muleta la condición del toro se manifiesta en un continuo perder las manos lo que hace que la labor del de Gerena sea más de enfermero que del poder que atesora para tratar de sacar algunos muletazos sueltos y pulseando para que el toro siga la muleta hasta atrás para lo cual tiene que citar con el engaño atrasadito hasta que el toro comienza a defenderse y eso no es lo que precisamente necesita Daniel Luque para mostrar su forma de torear tan de poder que atesora ante lo cual decide acabar con el animal sin más de estocada trasera y perpendicular. Silencio tras aviso.
Y esto es lo que ha dado de sí el deslucido encierro de La Ventana del Puerto y del cuarto toro de la tarde del Puerto de San Lorenzo que hoy han aprobado los veterinarios de la primera plaza del mundo con un criterio más que discutible.
Destacar que los banderilleros Antonio Chacón y Vicente Herrera se desmonteraron en el tercio de banderillas del primero de la tarde como lo hicieron también José Chacón en el segundo e Iván García y Jesús Arruga en el tercero.
Mañana corrida de rejones y a pie, lo que algunos denominan mixta de forma errónea pues mixta sería si se lidiaran toros y novillos pero son toros todos los que saldrán al ruedo del coso venteño.
Y como siempre espero que mañana se más y mejor.
Crónica: Tomás Mata Menchero
Foto: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)
Plaza de toros de Las Ventas.Toros del hierro la Ventana del Puerto y de Puerto de San Lorenzo (4). Lleno de no hay billetes.
Sebastián Castella, palmas y silencio.
Daniel Luque, silencio y silencio.
Christian Parejo que confirmaba alternativa, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
