Discreta confirmación de alternativa de Adrián de Torres, valor y entrega de Román y Ángel Sánchez herido doblemente rozó la tragedia.

El run run de los aficionados que habían asistido a las preceptivas y reglamentarias labores matutinas en los corrales y los comentarios que trasladaban al tendido sobre como venía la corrida de Adolfo Martín, mermaban sobremanera las ilusiones con las que muchos asistíamos al festejo de esta tarde en Las Ventas. Que si venían dos o tres raspas, que si a los más rematados les faltaba un poco de cara, que si había que darles más pienso, cosa que se le recriminó al ganadero con alguna voz desde el tendido, que si tal, que si cual, el caso es que a medida que los toros iban saliendo a la arena se iban cumpliendo a rajatabla los vaticinios que nos habían trasladado los que acudieron a los corrales por la mañana.
Terciados el primero, segundo y tercero, aunque este algo más rematado que los dos primeros, y con más volumen cuarto, quinto y sexto. Carentes de fuerza en general, nobles algunos como el cuarto y justos de la clase y la bravura que se supone que deben tener de sobra los procedentes de su encaste.

Confirmaba alternativa el jienense Adrián de Torres de manos de Román y ejerciendo de padrino Ángel Sánchez que eran los acartelados esta tarde, sin que la ceremonia alterarse el orden del resto de la lidia al ser el confirmante el más antiguo de alternativa.

Adrián tuvo en sus manos el lote más potable de la tarde pues si el primero no le complicaba mucho la existencia el de Jaén anduvo con él justito de valor y manifestando una gran inseguridad, quizás fruto del peso de la tarde o de la falta de recursos técnicos suficientes como para solventar la papeleta, recibiendo el calor de los paisanos que acompañaban con aplausos al finalizar de estocada defectuosa con su oponente. Otra cosa fue con el cuarto, que salió del chiquero con sus dos orejas y se fue con ellas. Un toro noble, con clase, de embestidas lentas y que apuntaba unos embroques magníficos pero al que no se le llevó toreado, ni vaciando las embestidas hasta el final al rematar los muletazos a la altura inapropiada, es decir por arriba en lugar de por abajo. Algún muletazo bueno hubo pero pocos y lo de la espada fue un mitin de los gordos. Hasta siete pinchazos a un toro que se igualaba solo y que no hacía ni un extraño en cada intento, descabelló sin haber dejado la espada tras escuchar dos avisos, lo que provocó el enfado del respetable. A Madrid hay que venir de otra manera. ¡Ay ese toro en otras manos!.

A Román ya le conocemos bien. Voluntad, esfuerzo y riesgo no se lo podemos negar. Retorcimiento, brazo alargado y templar lo justo tampoco. Y así anduvo con su primero, andándole mucho y con cadencia garbosa a los toros por la cara pero sin asentar las zapatillas cuando intenta torear, si bien es cierto que la última serie antes de entrar a matar fue aceptablemente buena. Estocada baja, toro a tierra y saludo desde el tercio ante la indiferencia de muchos y el agrado de otros. El quinto fue el toro más flojo de la corrida, perdía las manos con gran facilidad, era carne de devolución pero el Presidente D. Víctor Oliver optó por mantenerlo en el ruedo ante el general enfado y Román por mucho que quisiera ponerse, no había manera de sacar agua de ese pozo seco. Estocada horrible haciendo guardia de más de dos palmos fuera y descabello pusieron fin a una labor que nadie valoró. Pitos al toro en el arrastre y bronca dirigida al Palco.

Mala suerte la de Ángel Sánchez en el sorteo. Su primer toro, tercero del festejo, le faltó empuje, no acababa de seguir la pañosa y Ángel Sánchez lo intentó por ambos pitones en una labor no exenta de exposición y riesgo. Algún muletazo de buena ejecución pero faltó continuidad, la que el toro no tuvo. Pinchazo y estocada hicieron el silencio de quienes en casi tres cuartos de plaza ocuparon los tendidos. Lo del sexto fue un horror, desde el inicio ponía la cara en el pecho a quien le mostraba el capote. Hasta Curro Javier, gran torero de plata, se las veía negras para dominar las embestidas con malas intenciones de «Aviador», que así se llamaba ese «barrabás» que cerraba plaza y los presagios se hicieron realidad cuando Ángel le presenta la muleta y el toro, sin obedecer al engaño, le coge de lleno le lanza dos o tres metros al aire, cae al suelo y le busca con saña. Nos temíamos lo peor pero tras un impás y a pesar de apreciar en la distancia una herida en el muslo izquierdo, vuelve a la cara del toro y al intentar ponerle la pañosa delante, el animal dibuja de nuevo la cornada. Se le insta al torero a acabar con el burel, coge la espada, deja el acero muy trasero, se trastavillea Sánchez al salir de la ejecución, cae a la arena y el toro hace de nuevo por él, le zarandea y golpea de mala manera quedando el cuerpo inerte del torero en la arena tras rodar sobre si mismo en una reacción de supervivencia. Es llevado con urgencia a la enfermería y es Adrián de Torres con el verduguillo quien acaba con la vida de ese maldito toro.

Destacar que se desmonteraron Curro Javier y José Antonio Prestel al banderillear al tercero de la tarde e Iván García y Julio López en el cuarto.
Digno de mención también es el quite realizado por Adrián de Torres y la réplica por parte de Ángel Sánchez en el tercer toro de la tarde.

Esto es todo por hoy, el jueves próximo volveremos con más fuerza si cabe.

Crónica: Tomás Mata Menchero
Fotos: © Plaza 1

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de Otoño. Corrida de toros. 11.921 espectadores.

Toros de Adolfo Martín, terciados el primero, segundo y tercero, aunque este algo más rematado que los dos primeros, y con más volumen cuarto, quinto y sexto. Carentes de fuerza en general, nobles algunos como el cuarto y justos de la clase y la bravura que se supone que deben tener de sobra los procedentes de su encaste.

Adrián de Torres, (que confirmaba alternativa), palmas, silencio tras dos avisos y silencio en el que descabelló por Sánchez.

Román, ovación tras aviso y silencio.

Ángel Sánchez, silencio y herido.

Parte médico de Ángel Sánchez:

Herida por asta de toro en tercio superior de la cara posterior del muslo izquierdo. Traumatismo craneoencefálico y herida incisa en la región frontal. Contusión en hombro derecho pendiente de estudio radiológico.

Es intervenido quirúrgicamente bajo sedación en la Enfermería de la Plaza de Toros, siendo trasladado al Hospital de la Fraternidad,

Pronóstico : Reservado

Fdo; Dr. García Leirado.