Comienza Cargando la Suerte esta crónica como no podía ser de otra forma, desde el mayor de los respetos como debió arrancar el festejo de hoy si hubieran rendido un más que merecido minuto de silencio, como necesario homenaje a quien fuera un gran aficionado, propulsor de la fiesta desde su posición de gran hostelero, alcazareño de pro, Francisco Javier Marcos de León, propietario del prestigioso “Asador Javi” fallecido en la noche del sábado. Vaya por delante nuestro más sentido pésame a todos sus familiares y amigos más cercanos por tan dolorosa y repentina pérdida.

Con la novedad de la eliminación de la bandera de España que daba colorido y personalidad al comienzo de los tendidos del coso alcazareño, violando de manera innecesaria y surrealista una seña de identidad de esta bonita plaza de toros, arrancaba el paseíllo de este festejo mixto en el que hubo una gran entrada en los tendidos a pesar del calor y el elevado precio de las localidades (35 euros el tendido general de sol para que se hagan una idea).

Diego Ventura abría cartel ante dos toros de procedencia Domecq en una muestra más de que el torero de La Puebla del Rio se sale sin problema del “mono encaste” Murube en los rejones, algo que se empieza a demandar en el toreo a caballo. Hoy lidiaría al igual que sus compañeros de a pie, dos toros de Sánchez Arjona (procedencia Domecq). No cambió de cabalgadura tras el paseíllo y fue con el precioso bayo “Bronce” con el que paró a su primer enemigo. Facultades con torería las del lusitano, que se paró en los posteriores para centrar a un toro que fue informal y a veces acusó acobardarse en los adentros. En banderillas salió con “Nazarí” que es un ciclón de poderío y garantía de espectáculo. Dos veces lo llevó de un lado a otro de la plaza a dos pistas al galope, encelado en el estribo y templando varias tarascadas que pusieron los pitones en la peineta de la montura. Sensacional la labor del sevillano posteriormente clavando de frente con este caballo castaño que tiene en el cuello la flexibilidad del valor y la expresión de la pureza cuando hace la suerte cruzándose al pitón contrario, ¡cumbre!.Con “Maño” clavó al quiebro dos banderillas que tuvieron exposición ante la brusquedad del de Sánchez Arjona que careció de ritmo y calidad para el embroque a caballo. Con Remate y el rejón de muerte no anduvo acertado a la primera y su actuación quedó premiada con una oreja.

En el cuarto capítulo y tras el agüita sobre el ruedo alcazareño salió Ventura montando a Iris, un caballo al que se le notó la juventud y la falta de rodaje pero que intentó encelar a su enemigo pisando terrenos comprometidos. En banderillas anduvo discreto el turno del tordo “Fino” y llegó el momento en el que un toro que no arrea necesita que el torero, en este caso el binomio caballo-jinete lo haga y eleve el tono de una faena que llegue a los tendidos con fuerza. Para ello salió “Roneo” un espectáculo de caballo de capa castaña, con temperamento, con descaro, con valor y con una expresión que tiene que llegar arriba por narices como así ocurrió. En piruetas de radio amplio expuso las grupas Ventura con mucho valor de Roneo, que mete los posteriores bajo la cincha y es un autentico ejemplo de capacidad. Con la faena ya hecha lo finiquitó Ventura de un rejonazo algo desprendido y trasero de efecto fulminante que haría ondear los pañuelos para el doble trofeo.

Miguel Ángel Perera hacia su debut en Alcázar con el agradable sabor de boca del segundo indulto en pocos días vivido por el torero extremeño, esta vez en Palencia ante un toro de Montalvo, y se notó durante toda la tarde por llevar a cabo una actuación muy redonda, tan solo con la fisura de la espada, que hoy no quiso entrar. En primer lugar se abrió de capa ante el entipado segundo con el que meció los brazos a la verónica de manera suave y templada. Exquisito recibo capotero rematado con una media en la boca de riego. Para llevarlo al cabo de nuevo citó por Chicuelo al paso y tras el picotazo que apenas hizo sangrar lo iba a disfrutar Perera en un quite de Chicuelinas combinadas con tafalleras y cordobinas en el que de nuevo hubo temple y suavidad. Javier Ambel una vez más, elegante, fino, sutil y muy torero en la brega. En la muleta de Perera mucha torería, comenzando con quietud y el poderío incontestable de este torero con la muleta. Por el lado derecho vinieron varias tandas por abajo con empaque y pulseando la calidad del de Sánchez Arjona. Al natural tuvo el animal menos condición aunque Perera consiguió también dibujar varios trazos importantes. Faena interesante malograda con la espada y el reiterado fallo con el verduguillo, escuchando palmas de consolación.

El quinto fue un toro de diferente comportamiento, distraído, suelto e informal de salida. En banderillas expuso Javier Ambel porque esperaba mucho el que a la postre se terminaría parando pronto. Con estos mimbres se enfrentó Perera a su oponente sacando su mejor y más poderosa versión de torero que vive fenomenal en las cercanías, que somete, que consiente una barbaridad y que se deja llegar los pitones como en el caso de hoy hasta el punto de recibir varios pitonazos en la taleguilla aguantando la vertical y llegando mucho a los tendidos como es natural cuando se hacen las cosas con verdad. Hay muchas versiones de pegarse un arrimón, pero quizá la de Perera sea una de las más toreras del escalafón en lo que a meterse entre los pitones se refiere. La espada volvió a no querer entrar y el pinchazo hondo al segundo intento más el descabello iba a hacer caer la oreja que obtuvo como balance resultadista el torero extremeño, el cual parece recobrar su mejor versión en estas alturas de temporada.

Cayetano quizá no tuvo la suerte de disfrutar de un lote con franqueza para demostrar el concepto de torero añejo y de finas formas que posee. Los comienzos de faena lo más brillante de sus dos faenas, Al primero genuflexo y muy por abajo, y a su segundo a pies juntos con mucha expresión. Un cambio de mano en su primero al que había que tocar seco para traerlo toreado y algún pasaje al natural fue lo más destacable de su discreto paso por Alcázar. Le arrancó la oreja al lote, en el caso de su segundo por la convicción y la verdad con la que entró a matar dejando un espadazo que terminó premiando una faena de alti-bajos.

Como anécdota y sin que sirva de ningún tipo de interés por destacar su presencia, es reseñable la “aplastante” manifestación de anti-taurinos frente a la puerta grande poco antes de comenzar la función en la que ¡una docena! de manifestantes gritaban eso de ¡tauromaquia abo… no se qué! Es decir de nuevo la pluralidad y libertad de los aficionados representados por aproximadamente 4.000 dentro del coso frente a una docena de personas que reclaman la prohibición de la fiesta de los toros. Parafraseando la famosa expresión: “ladran, luego cabalgamos”

Crónica: Víctor Dorado Prado

Galería fotográfica: © Manuel del Moral Manzanares

Plaza de Toros de Alcázar de San Juan. Tres cuartos de entrada. Tarde muy calurosa.

Se lidiaron toros de Sánchez Arjona, desiguales de presencia y juego. Destacó la calidad del segundo. Los demás muy faltos de raza y empuje tan necesario para el lucimiento tanto a pie como a caballo.

Diego Ventura: Oreja y dos orejas

Miguel Ángel Perera (Tabaco y Oro): Palmas y oreja

Cayetano (Blanco y plata): Oreja y oreja

Ventura y Cayetano salieron a hombros.