La noche del viernes 18 de noviembre este diario hizo entrega de los III Trofeos Taurinos «Virgen del Prado» Provincia de Ciudad Real 2022.

Y sin solución de continuidad llegamos al trofeo que destaca al toro más bravo de la temporada. Si el carácter provincial de estos trofeos en una provincia como la nuestra, donde se celebran tantos festejos, engloba a numerosos profesionales, imagínense la cantidad de toros lidiados, los cuales optan a este trofeo y por ello, la importancia y relevancia en hacerse con dicho galardón.

Ganaderías como Victorino Martín, que lidió dos importantes encierros este año en Tomelloso y Daimiel, o la anteriormente citada vacada de Lola Domecq en Alcázar, la procedencia Murube con la corrida de Castillejo de Huebra de Manzanares, y otros hierros con historia, como Juan Pedro Domecq en Almodóvar, Bohórquez en Torralba y un largo etcétera que como les decía crean una rivalidad importante para el prestigio de este trofeo que destaca al principal protagonista de la fiesta, el toro
bravo.

En esta ocasión y tras serios apuros en determinar los numerosos matices que tiene la bravura y que se traducen en comportamientos que atañen a la duración, el trapío, la importancia, la transmisión, la clase, la manera de ir al caballo… cada uno tan importante como el resto, y cada toro con su personalidad, nos llevaron a que un toro de la ganadería de “Chamaco” con puro origen Jandilla, fuese el abanderado de la bravura en esta temporada 2022 en la provincia de Ciudad Real.

Un toro con un magnifico trapío, en un tipo muy definido hacia su origen Jandilla, además con rasgos del toro antiguo de Jandilla. Un toro bajo, con cuello, musculado, y con ese pitón astifino que quiere acodarse o engatillarse en su desarrollo final. El toro tuvo un trapío muy importante, y en su comportamiento fue un toro que ya de salida salió reventando un estribo de la barrera, metiendo la cara abajo desde que tuvo oportunidad de acometer. En varas, se fue de largo al caballo con prontitud y por encima del número de ocasiones en la que se le puso en suerte, para este jurado lo que más pesó es la manera de ir, la forma de iniciar al galope la acometida, la rectitud, la ausencia de excusas para ir allí, y sobre todo la manera tan enclasada de meter los pitones por debajo del estribo con fijeza, metiendo los riñones en una pelea de mucha nota. En la muleta tuvo un inicio complicado, incluso me atrevería a decir áspero, por aquello de la raza y ese carácter de bravo que traza una línea muy delgada entre romper hacia delante y entregarse, o por el contrario poner las cosas imposibles y buscar otras vías que suelen hacer muy difícil el lucimiento. Aquí aparece la figura de Esaú Fernandez, quien estuvo formidable con el toro y ese punto de madurez que atraviesa el de Camas sirvió para aplicar la técnica que Escipión requiso. Cualquier paso atrás, o cualquier duda en los terrenos que pisó el torero, la manera tan rotunda de dejársela puesta, y el valor de aguantar un toro bravo de este calibre, hubieran facilitado que Escipión se hubiera subido a las barbas de cualquiera. La buena lidia y ese fragor de la batalla se tornó en entrega por parte del toro, que regaló embestidas preciosas, como por ejemplo la que contiene la foto de la página 42 de la revista, donde ustedes pueden apreciar la forma de embestir de Escipión, su trapío y lo que la escena es capaz de transmitir. El toro olía a vacas, y a ese privilegio de los escogidos, de los reyes de la dehesa, los cuales se ganan el derecho de pasar a formar parte de los que mandan en la ganadería. A continuación, su ganadero nos contará como está Escipión…. Ya que merecidamente fue indultado.

Decir “Chamaco” como los aficionados ya veteranos recordaran, es decir que fue un torero importante de los años sesenta, convirtiéndose en un pilar fundamental de las temporadas taurinas en la ciudad condal por aquellos tiempos, donde la importancia de Barcelona era suprema en el panorama taurino. El mítico empresario Don Pedro Balañá, y en vistas de los rotundos y continuos triunfos de “Chamaco” en Barcelona, cortando las orejas un dia si y al otro tambien, llegó a anunciarlo al finalizar los festejos con un cartel informativo donde se podía leer: ¡El Domingo que viene, Chamaco y dos más! Fíjense la expectación y el run run que generaba el bueno de Chamaco. En la crónica de la tarde de Pedro Muñoz, donde Escipión fue indultado parte del titular dice “Escipión” y cinco más, haciendo un guiño cariñoso a la figura del gran Antonio Borrero “Chamaco”.

La ganadería es llevada por sus descendientes, y hoy nos acompaña uno de los hijos, Antonio Borrero Borrero, que es igual que si decimos, Tono Borrero “Chamaco” el cual siguió los pasos de su progenitor y se hizo matador de toros, un 6 de junio de 1992 en el precioso coso francés de Nimes, con Paco Ojeda como padrino y Fernando Cepeda como testigo. Gracias Tono por tu presencia hoy aquí en Ciudad Real, donde, por cierto, también trenzaste algún que otro paseíllo.

Este tercer Trofeo Virgen del Prado, trae consigo, el patrocinio de una empresa nacida y desarrollada desde Ciudad Real, Ducrom Refinish, compañía expandida al territorio nacional y especializada en la pintura de la industria de la automoción.
Por defender ese estatus de bravo, embistiendo de esa manera tan soberbia la tarde del 6 de agosto en la plaza de Toros de Pedro Muñoz, TROFEO VIRGEN DEL PRADO 2022 AL TORO MÁS BRAVO DE LA TEMPORADA PARA EL TORO HERRADO CON EL NUMERO 18, NEGRO DE CAPA, DE LA GANADERÍA DE “CHAMACO” Y DE NOMBRE “ESCIPIÓN”.
Entrega este galardón Alberto Fco. Donaire, representante hoy de Pinturas Ducrom, recoge dicho trofeo Antonio Borrero (Chamaco Hijo).

Texto: Víctor Dorado Prado.

Fotos: Jesús Monroy.