Tarde fría en Las Ventas donde la climatología afectó mucho a lo que pudo suceder en el ruedo. El viento hacía imposible manejar los engaños a la terna novilleril. Samuel Navalón dio una vuelta al ruedo.

Esta vez me ha costado poco encontrar un titular para poder explicar lo que hoy hemos sufrido los asistentes a la primera novillada de San Isidro.
Sosería la que han exhibido los novillos de Montealto a excepción del lidiado en tercer lugar y un poquito el quinto.
Tedio el que se iba notando en los tendidos a medida que avanzaba la tarde por como iba desarrollándose la novillada.
Viento el que ha soplado durante toda la duración del festejo y que hacía imposible manejar los engaños a los actuantes, y frío pero frío de verdad el que hemos pasado a partir de la segunda parte del evento taurino de hoy.

Los novillos como he dicho anteriormente pertenecían a la Ganadería de Montealto de procedencia de Luis Algarra y El Ventorrillo de Francisco Medina, de presencia aceptable en líneas generales, nobles, bobalicones diría yo, sosos, sin entrega y de transmisión no voy ni a hablar de cuyas características podría salvar de la quema los anteriormente citados tercero y quinto aunque también a estos les faltó empuje, algo de clase y raza y esto repercutió desfavorablemente en el juego que ofrecieron.

No era eso lo que a priori esperábamos de los pupilos de esta ganadería pues no en vano habíamos visto en otras ocasiones otro tipo de comportamiento e incluso con posibilidades de triunfo a los actuantes con ganado de esta procedencia y eso deja a las claras que la cabaña brava en general está sufriendo actualmente una ausencia importante de toros, en este caso novillos, en el campo. Esperemos que poco a poco se vaya retomando la normalidad.

De los novilleros ¿qué decir? Pues que los tres hacían su presentación en Las Ventas en el día de hoy y que la terna la componían el sevillano de Morón de la Frontera Diego Bastos, el valenciano de Algemesí Nek Romero y el también valenciano de Ayora Samuel Navalón, este hecho significó que hubiera un buen número de valencianos en los tendidos apoyando a sus toreros e incluso cierto pique entre sus seguidores pues se dieron circunstancias como que los partidarios de uno afearan a veces lo que hacía el otro paisano y viceversa. De esa disputa se libró el sevillano.

Corresponde al sevillano Diego Bastos en primer lugar un novillo alto, armado hacia adelante que no aparenta el peso que marca el tablón anunciador y que sale suelto en los primeros compases con el capote que le ofrece sin éxito el novillero, justito de fuerzas ya antes de acudir al relance al encuentro del picador de turno lo que acentúa más aún después de recibir el castigo. Quita Nek por chicuelinas en su turno de quites y replica Bastos por gaoneras de mediana ejecución. Con la muleta inicia el novillero una labor por estatuarios pero la muleta ondea cual bandera al viento. El novillo se mueve pero sin ton ni son y a pesar de que el torero lo intenta aquello no toma forma de ninguna manera. Estocada que hace guardia y al segundo intento cobra una estocada de colocación aceptable. Silencio.

El cuarto, segundo del lote de Diego Bastos es un novillo feo, bastote, con poco cuello y que sale siempre con la cara por las nubes. Hace mala pelea en el caballo y se produce un desorden en la lidia que hace presagiar que donde no hay mata no hay patata.
Con la muleta trata de someter al rebrincado animal poniendo el novillero todo de su parte pero resulta
imposible e incluso cuando coge la muleta el novillo se vence para adentro en todas las ocasiones. Actitud y señas de buen corte no le faltaron al sevillano pero poco más pudo mostrar. Estocada entera de mejor ejecución que colocación y novillo a tierra. Silencio.

Buenas maneras de inicio con el capote por parte de Nek Romero lanceando genuflexo a su primer novillo, un animal de buenas hechuras y alto de agujas pero que en el caballo apenas empuja y en banderillas dice venid a mí que yo no quiero ir.
Brinda al público Romero su labor con la pañosa, el novillo muestra fijeza perro pegando derrotes a la salida de todos los muletazos. Al final muestra síntomas de mansear y el valenciano tiene que rectificar
constantemente su posición para intentar ligar algún muletazo pero el público estaba más a lo suyo que a la labor del torero. A todo esto el viento seguía haciendo de las suyas y aquello era imposible, finaliza con manoletinas que parecen estar de moda en todos los finales de faenas antes de pinchar una vez y repetir con otro pinchazo un tanto más profundo y descabello final tras recibir un aviso de Don Ignacio Sanjuán Rodríguez , presidente del festejo. Silencio.

Se hace presente Nek Romero ante el segundo de su lote, quinto de la novillada ejecutando una verónicas de rodillas, un novillo largo, un puntito bizco del pitón izquierdo amplio de sienes y cornidelantero que apenas se emplea con el varilarguero e incluso se repucha en el segundo encuentro.
Arrecia el viento cuando coge la muleta el de Algemesí pero consigue que el público le ponga atención al ejecutar una serie de pases cambiados en terrenos muy cercanos a las tablas. No puede sacar al novillo a los medios por el fuerte viento pero llega a administrar una serie de derechazos de mano baja y buena ejecución. Por el pitón izquierdo es más complicado el novillo pero Nek se muestra firme hasta que decide coger la espada de acero para dejar un espadazo de ejecución aceptable. Recibe una cariñosa ovación por parte del respetable al doblar el novillo.

El primer novillo del otro valenciano Samuel Navalón es un animal feo, destartalado y falto de remate protestado de salida, verónicas de Samuel jugando muy bien los brazos rematadas con una media que arranca una ovación. Acomete al caballo de donde cuesta un mundo sacarle a pesar de que el picador de turno apenas le hace sangre para un análisis lo que provoca la ira de algunos aficionados a la voz de ¡hay que picar!, justito pero que muy justito parece de fuerzas el novillo aunque después echamos en cara que se había dejado demasiado crudo y así lo demostró con posterioridad. El novillo acude con
presteza a los primeros cites con la muleta que Navalón provoca de rodillas, le da distancia después cuidando mucho la altura de la muleta para que el animal no se venga abajo hasta que consigue afianzarle y enjaretar algunos muletazos de mano muy baja, eso sí, con la mano derecha porque con la izquierda el viento le complica la existencia y acaba su faena con bernadinas, que también están de moda, antes de cobrar una estocada trasera y desprendidilla. Petición no sé si mayoritaria o no, el caso
es que el Presidente no muestra el pañuelo blanco y tras arrastrar al novillo Navalón da una vuelta al ruedo con ciertas discrepancias por parte de algún sector de la plaza.
Al “cierraplaza” lo recibe el novillero a porta gayola de forma muy airosa y eficaz. El novillo es acapachado de encornadura y bajito pero pasa por el primer tercio como si de un mero trámite se tratara en los dos puyazos que recibió. En banderillas hizo correr de lo lindo a los pareadores con los que hacía hilo a la salida de cada encuentro.
Exige mucho Navalón al novillo en los primeros compases muleteros aunque el animal es soso de solemnidad e hiciera lo que hiciera Samuel aquello no iba a llegar a los tendidos de ninguna manera y además hacía un fría que pelaba a esas alturas del festejo y todos estábamos deseando que cogiera la espada de acero para irnos a casa. Arrimón final del de Ayora y otra vez los pases de moda sí, que sí bernadinas. Todos empujábamos la espada con intención de irnos ya pero nada, el novillero consigue meter la espada al cuarto intento mientras en el transcurso sonaron dos avisos. Silencio.

Y esto ha sido todo por hoy, señalar que se desmonteró Víctor del Pozo en banderillas tras parear al cuarto de la tarde.
La próxima es la corrida del día de San Isidro, Patrón de Madrid, para Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y el confirmante Alejandro Fermín con toros de El Parralejo que esperamos que salgan más bravos y encastados que los bueyes que araron el campo mientras San Isidro dormía.
Mañana más y mejor.

Crónica: Tomás Mata Menchero

Foto: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)

Plaza de toros de Las Ventas. Martes, 14 de mayo de 2024. Novillos de Montealto, bien presentados y de juego desigual. Destacó la movilidad del 3°, la clase aunque apagada del 2° y la nobleza del 5°.

Diego Bastos, silencio y silencio.

Nek Romero, palmas y ovación.

Samuel Navalón, vuelta al ruedo tras fuerte petición y aviso y bronca al palco y silencio. 

Saludó Víctor Del Pozo tras parear al quinto.

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