Tomás Rufo corta una oreja a su primer toro y sufre una aparatosa voltereta afortunadamente sin consecuencias. La espada dejó sin trofeo a Manzanares.
Segundo cartel de “NO HAY BILLETES” en la quinta corrida de feria, sexto festejo del ciclo, mucha expectación tanto por los toreros que componían la terna como por ver el juego que daban los toros de la ganadería ubicada en Guadalix sobre todo cuando aún recordamos el fiasco que supuso el paso de estos animales el pasado año.
Se va notando que el abonado de Las Ventas está comenzando a acudir al coso en mayor número que a festejos anteriores a pesar de que el llenazo lo acababan de completar cierto número de asistentes de una sola tarde o de corridas escogidas y esta era una de ellas pues aún se aprecian demasiados aplausos por cosas que no tienen demasiada importancia pero como esto es como es y cómo debe seguir siendo, solo me gustaría decir de antemano que a los aficionados de asistencia diaria e incluso a todos los festejos de temporada se nos recrimina con frecuencia el que mostremos ciertas discrepancias, pero siempre respondemos de la misma manera y sin faltar al respeto a nadie “si a usted le gusta aplauda y si a nosotros no, no lo haremos”, eso si, que a mí nadie me dirija lo que debo o no debo hacer pues esta es la mayor demostración democrática que hay y cada uno amortiza el precio de su entrada como estime conveniente.
La corrida del día de hoy pertenecía a los hierros de Victoriano del Río y de Toros de Cortés el lidiado en primer lugar aunque ambos hierros pertenezcan a la misma casa ganadera. Desiguales de presentación y hechuras fueron las notas predominantes, con una diferencia de volúmenes fuera de lo normal que por supuesto no da la imagen del toro exigible en Madrid, primera plaza del mundo, justitos de casta y fuerza, y lo más preocupante, con poco motor y muy venidos a menos a las primeras de cambio en el último tercio, algo que se va haciendo habitual en los últimos tiempos en esta ganadería lo que hace que carezcan de fondo y eso es un problema a mirar por parte de los propietarios de estos hierros. Ah, se me olvidaba, por favor revisen la báscula de pesar el ganado pues es muy difícil de creerse que algunos toros de los que han salido hoy pesen lo que pone en el tablón anunciador pues esos cuartos traseros sin rematar, y esos vacíos entre el vientre y la cadera de los animales hacen sospechar de la veracidad de los pesos anunciados.
Sebastián Castella, José María Manzanares y Tomás Rufo fueron los componentes de la terna de esta tarde y los encargados por lo tanto de dar lidia y muerte a los toros anteriormente definidos.
Le corresponde en primer lugar a Castella un toro impropio para salir a este ruedo al que solo le tapaba la cara, muy ofensivo. Este era el del hierro de Toros de Cortes y que nunca acometió con entrega a los engaños que le ofreció el francés de Béziers, ni una embestida igual, sin embroque, deslucido y apagándose cada vez más a medida que iba avanzando su lidia y que en el caballo apenas peleó aunque esa fue una condición generalizada en todos los toros a excepción del cuarto de la tarde. Voluntarioso estuvo Castella a pesar de las nulas posibilidades que le daba el animal y además para más inri tuvo que luchar El matador con otro visitante habitual por estos lares, el viento. Acabó de espadazo habilidoso. Silencio.
El cuarto de la tarde, segundo del lote de Sebastián Castella tenía otra condición de inicio aunque no facilitó el lucimiento con el capote a su matador amagando con irse a las tablas con intención de saltar, era un toro más en el tipo de Atanasio Fernández que tomo una primera vara saliendo al relance de un capotazo casi en los medios. Ya en banderillas acude con prontitud lo que hace presagiar que puede haber algo grande cuando Sebastián coja la muleta, cuando lo hace el toro muestra entrega y cierta clase, lo que el matador aprovecha para ligar una serie de derechazos templados y con largura e incluso realiza un cambio de mano que llega con fuerza a los tendidos pero el toro acusa las exigencias del torero y poco a poco se ve viniendo abajo. Castella trata por todos los medios de obtener un triunfo pero comete el error de alargar demasiado la faena metiéndose entre los pitones y la faena baja de interés. Recibe un recado por parte de Don José María Fernández Egea antes de coger la espada de acero e intenta cuadrar al toro para ejecutar la suerte suprema, labor muy costosa por haberse pasado de faena, esto es lo que tienen estas cosas. Estocada entera cobrada en los medios, ligera petición y saluda el torero desde el tercio después del arrastre.
Había ganas de poder ver a José María Manzanares en su vuelta a Madrid ya pesar de que su primer oponente no hizo nada destacable desde que saltó a la arena, una vez que se quedó solo con el toro muleta en mano inició una faena aseada, de trazo limpio y cierta ligazón aunque un tanto despegado. Con el paso del tiempo y reducidas las distancias llegó a tener algo más de ajuste a pesar de que cuando se echó el engaño a la zurda no funcionó la cosa igual. Faena basada en la mano derecha y pelea con e viento constante. Media estocada de colocación perfecta en la suerte de recibir acabó con el toro. Ovación.
Fue el quinto un toro con genio y embestidas algo mejores con el pitón izquierdo por el que parecía humillar algo mejor y con más largura aunque se desfondó demasiado pronto. Intenta Manzanares dominar las embestidas con la muleta en la mano derecha pero nada hace concebir que el toro vaya a ofrecer garantías de éxito por ese pitón y basa su corta faena con la zurda, el toro se desfonda definitivamente y todo intento de seguir es inútil. Con los aceros esta vez falló el alicantino ¡con lo bien que mataba antes! y esta vez necesitó hasta de cuatro intentos para cobrar la estocada definitiva. Silencio.
Y llega el turno del toledano de Pepino Tomás Rufo al que le corresponde en primer lugar el toro más potable y enclasado de la corrida que embiste con claridad y por abajo en sus acometidas y que llega a la muleta con clase suficiente como facilitar garantía de éxito al toledano. Lo entiende así Rufo e inicia una faena en el tercio con las dos rodillas en tierra tragando mucho en la primera embestida esperando el final una embestida muy lenta y echando mucho corazón ante el parón que el toro hace antes del tercer muletazo. Series de trazo limpio y cierta largura con los pies clavados en la arena y templando mucho. El torero se confía creyéndose dueño de la situación y viene una voltereta fuerte en uno de los muletazos en el que el toro se para al iniciar el embroque. Se recupera Rufo cuando le llevaban en volandas camino de la enfermería y vuelve a la cara del toro enrabietado pero con apariencia serena y liga los mejores muletazos de la faena con la mano izquierda para con posterioridad coger la espada de acero y cobra al primer intento media estocada de perfecta colocación que da con el toro en tierra. Fuerte petición de oreja que es atendida por el ocupante del palco.
El sexto era un toro grandote, feo, sin remate a pesar de los casi 600kg. que nos decían que tenía.
El animal es soso y amenaza con pararse cada vez que tiene ocasión, parece despertar algo en banderillas pero cuando llega a la muleta seguramente que Rufo tendría pensamientos contradictorios en su mente, por un lado pensaría arrancar la oreja como fuera y por otro lado iba viendo como lo que el toro mostraba le podía privar de conseguir su objetivo como al final resultó ser pues el de Victoriano del Río se desfondó totalmente y tras haberlo probado, mejor dicho intentado con ambas manos, seguir insistiendo era absurdo pues las posibilidades de triunfo se esfumaron. Acabó Tomás con el deslucido animal de pinchazo y estocada y colorín colorado…Silencio.
Citar como final de la crónica de hoy que al final del paseíllo se guardó un minuto de silencio por la muerte tal día como hoy de hace 104 años en Talavera de la Reina Joselito “El Gallo”, que hoy se celebraba también “El día de la tauromaquia” y que se desmonteraron pareando quizás demasiados banderilleros para cómo fueron ejecutadas las suertes de banderillas en el día de hoy siendo estos Sergio Blasco y Fernando Sánchez en el tercero de la tarde, José Chacón en el cuarto y Daniel Duarte y de nuevo Fernando Sánchez en el sexto, lo dicho, demasiados para ciertas ejecuciones.
Y esto ha sido todo por hoy. Mañana otra corrida de expectación que intentaré contar como suele ser habitual.
Lo dicho, mañana más y mejor.
Crónica: Tomás Mata Menchero
Foto: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)
Ficha del festejo:
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Corrida de toros de Victoriano del Río y Cortés desiguales de presentación y hechuras. Lleno de No Hay billetes. Al final del paseíllo se realizó un minuto de silencio en honor a al 124 aniversario de la muerte de Joselito el Gallo, Rey de los Toreros.
Sebastián Castella, silencio con pitos al toro en el arrastre y saluda ovación con ovación al toro en el arrastre
José María Manzanares, saluda ovación con ovación al toro en el arrastre y silencio
Tomás Rufo, oreja y silencio.
