Solamente la actitud y las ganas de triunfo del novillero Rafael Reyes, así como la interesante y noble novillada de la ganadería de El Madroñal salvan una tarde para olvidar en la histórica plaza de Las Virtudes.
Como cada año por San Marcos, la ciudad de Santa Cruz de Mudela celebra una novillada picada en su histórica plaza cuadrada de Las Virtudes, una joya arquitectónica de la provincia de Ciudad Real. Este año debutaba la empresa Pabecema S.L. al frente de la organización de los festejos taurinos. Pues una
vez visto el resultado de la novillada con picadores de hoy mucho debe de mejorar la empresa para no volver a repetir el bochornoso espectáculo que hoy se ha vivido en esta histórica plaza de toros de Las Virtudes y que no hace ningún bien a la historia de esta.
Es cierto que siempre un cartel con seis novilleros tiene el condicionante de solamente lidiar un novillo y tener que jugárselo todo a una carta, pero para eso están las empresas taurinas que montan estos espectáculos para elegir un cartel con novilleros que puedan hacer frente con garantías a la novillada picada que ha tenido posibilidades para el lucimiento y el disfrute del público, ya que es la empresa, la responsable de la elección del cartel de la novillada. Esperemos que la concejalía de festejos taurinos de Santa Cruz de Mudela haya tomado nota y exija un mejor espectáculo a la empresa Pabecema S.L. para la corrida del día 8 de Septiembre que tiene que dar según marca el pliego y se evite repetir el bochornoso espectáculo vivido hoy por todo el público asistente entre ellos el presidente de la diputación de Ciudad Real D. Miguel Ángel Valverde.
La crónica irá en orden de actuación de los novilleros en el festejo ya que no tenía nada que ver con el orden publicado por la empresa Pabecema S.L. en la cartelería del festejo taurino.
El director de lidia como primer novillero fue Curro Márquez, más adelante relataremos su labor como director de lidia. En su novillo de buena presentación quedó inédito con el capote. El novillo adoleció de falta de fuerza durante toda la faena de muleta perdiendo las manos en el inicio de faena. Lo
intentó Curro Márquez basando su faena por el pitón derecho y a media altura tratando de mantener en pie al novillo, pero este ofreció muy pocas posibilidades, además estuvo condicionada su labor por el viento. Pinchazo delantero, estocada media y tendida y el novillo termina echándose al suelo.
Silencio.
El segundo novillero fue el cordobés Rafael Reyes, que se encontró con un novillo de excelente presentación, fuerte, de manos cortas con hechuras de toro más que novillo el único problema fue que en la salida el novillo de partió el pitón derecho por la cepa, pero no se desprendió y aunque fueron muchas las protestas el presidente aguantó al novillo. Rafael Reyes le recetó un buen recibió capotero con algunas verónicas de muy buen corte.
El novillo cumplió en el caballo, pero toda la corrida fue muy mal picada, debido a que casi todos los picadores tenían muchísimos problemas para montar a los caballos fue lamentable ver como los picadores apenas tenían capacidad de mover a los caballos de manera ágil.
El tercio de banderillas fue sencillamente lo mejor de la tarde donde se pudo ver a un Rafael Reyes con un buen dominio de los terrenos y clavando en la cara de los novillos destacaron el segundo par colocado de dentro hacia afuera y el tercer par clavando en la misma cara y frenando al novillo.
En el tercio de muleta entendió perfectamente al novillo ya que se dio cuenta del galope que tenía este y tras arrancar con dos pases cambiados por la espalda le dio distancia en dos tandas con la mano derecha de gran lucimiento corriendo la mano. En el toreo al natural dio algunos muletazos de buen trazo pero estuvo condicionado por el viento. Volvió a la mano y le pegó otras dos tandas bajándole la mano derecha que fueron jaleadas con olés por el público, ayudó también la gran condición y embestida del novillo de El Madroñal. Terminó por bernadinas muy ajustadas que terminaron de calentar al público. La pena fue el pinchazo al matar recibiendo y después mató de estocada casi entera. Oreja con fuerte petición de la segunda e incomprensiblemente un desacertado presidente durante toda la tarde no concedió la segunda oreja bajo su criterio personal.
El tercer novillero, Juan Molas, novillero francés, se encontró con otro excelente novillo de El Madroñal, como su hermano anterior, fuerte, bien hecho y con esas hechuras tenía que embestir y vaya que si embistió. Le recetó un recibo capotero con verónicas cargando la suerte de buen corte. El presidente dentro de su toma de decisiones ilógicas cambio el tercio de banderillas con solamente tres banderillas.
En el tercio de muleta se amplificó todavía más la condición de embestir del novillo de El Madroñal tenía un pitón derecho de categoría y se iba largo tras cada muletazo un novillo de gran clase y embestida pero Juan Molas no lo entendió, no aprovechó ese pitón derecho y se embarulló cambiando al novillo
de terrenos constantemente lidiando al novillo en los cuatro vértices del ruedo algo inexplicable y aburrió al novillo insistiendo en dos tandas por el pitón izquierdo que no tenía tanta clase como el pitón derecho. Estocada caída de rápido efecto y le fue concedida una oreja de escasa importancia a tenor de lo visto en el ruedo.
El cuarto novillero, el jerezano Núñez de Molina de estirpe gitana demostró que tiene ese arte y pellizco gitano en el recibo capotero que le instrumentó al novillo de El Madroñal. Tras un paso del novillo sin pena ni gloria por el caballo le realizó un quite por verónicas de gran sabor con una media muy torera.
El novillo fue de buena condición, pero requería una faena muy medida. En la muleta Núñez de Molina dio pases muy estéticos y alguno que otro muy encajado con la mano derecha en un buen inicio de faena, pero varios desarmes afearon la labor del novillero y apareció la bisoñez propia del que era su segunda novillada picada. Le recetó una estocada trasera al novillo, pero sin muerte y a partir de ahí pasó un auténtico calvario para matar al novillo ya que se empeñó en descabellarlo persiguiendo al novillo por toda la plaza de toros en lugar de volver a entrar a matar. Tanto fue el calvario que le dieron los tres avisos y salió el director de lidia, Curro Márquez, que también fue incapaz de acabar con el novillo, soltaron a los cabestros para tratar de llevar al novillo a los corrales, pero los cabestros eran muy bisoños y no se pudieron hace cargo de la situación. Ante tal desconcierto y con un presidente que no daba ninguna solución desde el palco demostrando una incapacidad absoluta de ordenar lo que sucedía en el ruedo el novillero Rafael Reyes solicitó al presidente de muto propio acabar con la vida del novillo y vaya que si lo hizo se fue directo al novillo y de un certero descabello acabó con el novillo, demostrando compañerismo y sacando la tarde hacia adelante, mostrando lo que se suele llamar los valores del toreo.
El quinto novillero Emiliano Ortega, mejicano, debutaba con caballos se encontró con un noble novillo de El Madroñal al que le faltó un puntito de fuerza y calidad en la embestida. Emiliano le aplicó al animal un toreo a media altura y muy templado aprovechando el recorrido del utrero y destacó con dos tandas
finales de naturales de muy buen trazo creciendo su actuación de mitad de faena en adelante. Otra historia fue a la hora de la suerte suprema pasó un calvario matando de media defectuosa al tercer intento e innumerables descabellos. Silencio tras dos avisos.
El sexto novillero Enrique Herreros, debutaba con caballos como su anterior compañero y demostró que no está preparado para afrontar esta responsabilidad. Se encontró con un novillo que demandaba mando tanto en la lidia como con la muleta y faltó todo eso. El recibo capotero no fue ni eso porque se le veía muy nervioso y con problemas para coger el capote. Durante la lidia se metió en el burladero y fueron los subalternos quienes lidiaron al novillo y en el último tercio fue un querer y no poder pases y más pases sin mantenerse quieto muy dubitativo y sin confianza. A la hora de la suerte suprema paso un calvario persiguiendo al novillo por toda la plaza sin cuadrarlo para matarlo y en varias ocasiones tirándole la espada al novillo dando un auténtico espectáculo bochornoso. Le dieron los tres avisos a los veinticinco minutos sin que el presidente cumpliera el reglamento en cuanto a los tiempos para dar los avisos de manera incomprensible. El novillo fue apuntillado desde el burladero por un subalterno porque el director de lidia ni apareció para hacerse cargo del novillo.
En definitiva, un espectáculo bochornoso donde la empresa es la responsable de quien pone en los carteles ya que se debe de buscar novilleros preparados y con interés. Una actuación presidencial llena de fallos en la toma de decisiones y sin ningún criterio. Esperemos que la concejalía de Asuntos
Taurinos de Santa Cruz de Mudela tome nota de lo sucedido y vele por el interés de los aficionados y de los espectáculos taurinos que se ofrecen en esa joya arquitectónica de la Plaza de las Virtudes.
Crónica: Juan Carlos Fresno Donado
Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real). Un cuarto de plaza en tarde desagradable por el frío y el viento.
Novillada con picadores. Utreros de la ganadería de El Madroñal, bien presentados, nobles, algo escasos de fuerza. Segundo y tercer novillo destacaron por su clase.
Curro Márquez, silencio.
Rafael Reyes, oreja con fuerte petición de la segunda.
Juan Molas, oreja.
Núñez de Molina, silencio tras tres avisos.
Emiliano Ortega, silencio tras dos avisos.
Enrique Herreros, silencio tras tres avisos.
Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de la esposa del ganadero María Dolores Córdoba Iglesias y acto seguido se tocó el himno nacional.