Crónica de la encerrona de Paco Ureña por Tomás Mata

Cuando accedí a mí localidad no esperaba que la tarde, en lo taurino, iba a discurrir por los derroteros que luego se desarrollaron.

Esperábamos con ilusión la gesta que Paco Ureña de encerrarse en solitario con seis toros de diferentes hierros, ilusión que se iría desvaneciendo a medida que iba avanzando el festejo pues toro tras toro fueron restando más que sumar el interés de la afición que casi llenó los tendidos.

En solitario hizo el paseillo el murciano escoltado de los sobresalientes Álvaro de la Calle, Jeremy Banti y tras ellos un ejército de subalternos que se suponía que deberían haber ayudado durante toda la tarde al maestro de Lorca y que a la postre contribuyeron poco y mal en beneficio de su maestro.

En los chiqueros seis toros titulares de La Ventana del Puerto de justita presentación e invalidez manifiesta. El segundo de Domingo Hernández con algo de clasecita de salida que se difuminó y no dio ninguna opción en la muleta. El tercero un resabiado y listo infumable de Adolfo Martín. Cuarto de José Vázquez que suele dar resultado en Cuenca y en Illescas pero aquí no sirvió para nada. En quinto lugar uno de Juan Pedro Domecq devuelto a los corrales de donde nunca debería haber salido. El que hizo quinto bis del Conde de Mayalde que sin ser nada del otro mundo, fue el que al menos salvó la tarde en cuanto a lo artístico y opciones me refiero. Y de Victoriano del Río el salpicado que cerró plaza y que no se diferenció en nada, ni en presentación, ni en resultado, de lo que se lidió de este hierro hace dos días.

De Ureña ¿qué se puede decir? pues que voluntad, esfuerzo y empeño no dejó de poner por su parte desde que se abrió de capa con el primero, cualidades estas que se notaron que hacían mella en el torero al ver que toro tras toro aquello no remontaba.

La tormenta se desató en el quinto bis del Conde de Mayalde y digo tormenta porque los astros se aliaron para que surgiera la tormenta, en cuanto a la lluvia se refiere, se puso a diluviar, y en cuanto a lo artístico. En esa faena se produjo de nuevo la comunión de Madrid y Paco Ureña, faena de mano baja, mandona, templada, muy en las formas del lorquiano culminada con un espadazo perfecto y que tras petición mayoritaria le fuera concedida la única oreja de toda la tarde y de ley.

No sé ni quiero saber como se ha llegado a concretar una encerrona como esta pero así no se deben hacer en la primera plaza del mundo y sin el más mínimo tipo de garantías para que tanto el torero como el público puedan disfrutar. ¿Qué pasa en el campo bravo?, ¿no hay más ni mejores productos? o acaso ¿alguien está boicoteando esto?, la respuesta solo la saben los taurinos y la solución también.
Mal, muy mal las cuadrillas toda la tarde, tanto los montados como los de a pie, solo urgando en mi memoria destacar a Rafael Vioti con las banderillas.

Mejor el previo que el final. La tarde fue de nubes negras y gris oscura en la arena.

Hoy más y mejor.

Tomás Mata Menchero

Aficionado y abonado del tendido 7

Fotos: © Las Ventas Plaza 1